Solo durante el primer trimestre de este año, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) atendió a 19.336 niños y adolescentes por diferentes tipos de violencia, sean conflictos familiares, negligencia o abusos.
“Entre el 2022 y el 2023, el PANI registró un incremento del 8% en la cantidad de niñas, niños y personas adolescentes víctimas de violencias (375 diarios). En el 2022 se atendieron 127.164 y en el 2023 fueron 137.042″, informó la presidenta de la entidad, ejecutiva Kennly Garza.
La información fue divulgada este lunes en una conferencia de prensa en la que participaron representantes de siete instituciones públicas. Aparte del Patronato, estuvieron la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Ministerio de Educación (MEP), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio de Seguridad Pública.
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La actividad fue convocada para hacer un llamado a la prevención y ofrecer servicios de ayuda, pero también para denunciar la gravedad de la situación.
La preocupación trasciende luego de que el viernes fuera localizado cerca del peaje de la carretera Braulio Carrillo, el cuerpo de Kimberly Araya. La víctima de 33 años era madre de tres niños y como su aparente victimario figura su esposo, de 39, a quien se le dictó un año de prisión preventiva mientras avanzan las pesquisas.
Este suceso ocurre en momentos en que Nancy Chacón, madre de tres niñas, lleva un mes desaparecida en San Carlos.
La violencia en cifras
De acuerdo con el PANI, en los últimos tres años, la institución atendió a 89 niños, niñas y adolescentes, a los que calificó como “sobrevivientes de feminicidio”, pues son menores de edad cuyas madres fueron asesinadas por parejas o exparejas.
Información del Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial indicó que entre el 2020 y el 2023 se han registrado 47 feminicidios de mujeres: madres de 89 menores de edad. El PANI debe asegurarles desde atención psicológica hasta resguardo.
“La afectación para las niñas, niños y adolescentes se da para toda la vida. Tenemos que tomar conciencia de las implicaciones que la violencia tiene para las familias, las comunidades y para el país. Pero lo más importante, debemos tener claro que la violencia se puede y debe prevenir, no se debe normalizar y se debe denunciar”, enfatizó la jerarca.
Según el Patronato, la violencia contra las mujeres se inicia en la infancia, pues más del 60% de casos de violación de derechos de la niñez que atiende la institución es en perjuicio de niñas.
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Por su parte, Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública, informó de que desde que iniciaron su plan para enfrentar la ola de criminalidad en el 2023, al que denominaron Ruta Segura Plus, han atendido 15.840 situaciones de violencia intrafamiliar.
Como parte de las acciones de las diferentes entidades, Adilia Caravaca, presidenta ejecutiva del Inamu, resaltó que desde la institución ponen al servicio de la población la línea 911, 32 Puntos Violeta que están en los barrios en el territorio nacional y la App del 911.
Los representantes de las distintas instituciones insistieron en la existencia de servicios para atender la violencia familiar que van desde atención médica, psicológica y psiquiátrica, hasta acompañamiento académico, becas, subsidios económicos y representación legal.
Con relación al apoyo del MEP, la ministra Anna Katharina Müller Castro, dijo en un video que entre la institución que representa y el PANI coordinan la activación inmediata de alertas y acciones requeridas en casos en los que los estudiantes menores de edad necesiten atención cuando hay abuso, maltrato o negligencia.
Son los docentes quienes asumen la primera línea de atención directa con los niños y adolescentes con quienes inician protocolos, específicamente con los sobrevivientes de feminicidio.
El sábado y domingo pasado, grupos de ciudadanos se manifestaron en al menos dos sectores del país para pedir justicia frente a la violencia contra las mujeres. Citaron el caso de Kimberly y de Nancy, pero también el de Fabiola Jiménez, quien murió de un disparo supuestamente accidental realizado por su novio. El hecho ocurrió el 5 de abril en Santa Ana.