Las infecciones respiratorias han aumentado en los adultos mayores en el último mes, principalmente desencadenadas por virus como la influenza y, en menor medida, por el que causa la covid-19.
Neumonías virales y bacterianas, así como bronconeumonías, son los cuadros clínicos que han mostrado un incremento de frecuencia en el servicio de urgencias del Hospital Nacional de Geriatría, informó la dirección médica del centro.
Kattia Alfaro, jefa del servicio de Urgencias del hospital, confirmó que entre mayo y junio se registró un aumento de casos del 33%. En mayo se atendieron 78 pacientes, mientras que en junio la cifra se elevó a 104, debido a la influenza, la neumonía viral y la bronquitis aguda.
“Solo el día de hoy (3 de julio) se han presentado 23 pacientes al servicio de urgencias por signos o síntomas respiratorios en el área de clasificación de respiratorios, que es un incremento significativo con respecto a la semana pasada que hubo menor cantidad”, explicó Alfaro.
La población adulta mayor es especialmente susceptible a las infecciones respiratorias, por lo que se hace indispensable que esté protegida con la vacuna contra el virus de la influenza y también contra el neumococo.
Estas personas son parte de los grupos de riesgo seleccionados por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en la campaña nacional contra la influenza que está en proceso en todos los centros de salud del país.
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De acuerdo con el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, publicado el viernes 30 de junio, entre los principales virus respiratorios circulantes se mantiene en aumento el virus de influenza A, seguido del rinovirus y la influenza B.
Hasta la semana epidemiológica 23, que finalizó el 10 de junio, se registraban un total de 397.096 de infecciones respiratorias agudas graves acumuladas en todo el país. Los menores y quienes están en edad productiva eran los grupos más afectados, hasta entonces.
Los adultos mayores experimentan un deterioro del sistema inmunitario que es propio de la edad, y que se conoce como inmunosenescencia. Esto es lo que explica que sus defensas no funcionen igual en una persona de 30 o 40 años que en una de 80 o 90.
La vacunación es una de las medidas básicas, a las que se deben sumar las siguientes para bajar el riesgo de enfermar, complicarse y hasta morir a causa de una infección respiratoria:
- Evitar que los adultos mayores acudan a sitios muy llenos de gente, cerrados y con poca ventilación.
- Mantener su esquema de vacunación al día.
- Extremar las medidas higiénicas, principalmente, el lavado de manos.
- No exponerlos a personas enfermas. Evitar que visiten enfermos o que estos los visiten.
- En invierno, cuando las personas tienden a estar en sitios más cerrados, considerar el uso de mascarilla para disminuir el riesgo de contraer virus.
- Practicar el protocolo del estornudo y el tosido.