60,3%
Prevalencia del sobrepeso y la obesidad en el país entre personas de 20 años y más, según el dato más actualizado (2013).
13%
Porcentaje del seguro de Salud de CCSS destinado hoy a enfermedades en mayores 65 años. En 2050, se destinará el 30%
¢45.000
Millones que invertirá la CCSS, de 2015 a 2018, en actividades para reducir el impacto de cuatro grandes grupos de enfermedades.
La atención de los adultos mayores de 65 años consumirá el 30% del presupuesto del seguro de salud en el 2050, según cálculos actuariales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
En la actualidad, la atención de las enfermedades que padece esa población representa un 13% de ese presupuesto; es decir, cerca de ¢208.000 millones de la cantidad total prevista para este año.
Esos números no incluyen lo que podría significar el llamado gasto de bolsillo de las familias que cuidan a un viejito enfermo, precisó Jacqueline Castillo Rivas, de la Dirección Actuarial de la CCSS.
El envejecimiento de los costarricenses, cuya esperanza de vida al nacer alcanza hoy los 79 años (81 en mujeres y 78 en hombres), es un reto para el sistema de salud, principalmente si se trata de viejitos con padecimientos.
Los grupos de 45 años o más pasarán de ser el 26% en el 2010 al 47% en el 2050, y los menores de 20 bajarán de un 34% a un 23% en el mismo periodo.
Esta tendencia demográfica la confirma el Primer Estudio de carga de enfermedad y años de vida saludables , presentado ayer por un equipo técnico de la Caja.
El estudio de la CCSS encontró que, en las últimas dos décadas, la vida saludable de los costarricenses solo aumentó tres años, colocándose en 69.
Lo anterior quiere decir que, en promedio, un tico vivirá 69 años sano, pero pasará enfermo, al menos, una década a lo largo de su vida.
Las enfermedades que más los están atacando están relacionadas con estilos de vida poco saludables (principalmente, obesidad y sus consecuencias).
La investigación, efectuada entre junio y setiembre de este año, se basa en una metodología promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El método permite a sistemas sanitarios como el nuestro orientar las políticas y programas de salud, explicó María del Rocío Sáenz Madrigal, jerarca de la CCSS.
A partir de los hallazgos, la institución identificó cuatro grupos de enfermedades para intervenir de manera prioritaria.
Entre ellas destacan las crónicas no transmisibles (como la diabetes), los problemas generados por la violencia (enfermedades mentales y adicciones) y el cáncer.
De aquí al 2018, la institución invertirá cerca de ¢45.000 millones en actividades dirigidas a la promoción de la salud y a la prevención de esos padecimientos.
Es muy probable que esto también lleve a un cambio del actual modelo de atención en salud, en el cual trabajan equipos de la Caja desde hace varios meses.
Prevenibles. “Necesitamos avanzar hacia una esperanza de vida saludable. Elevar la cantidad de años que una persona puede vivir libre de enfermedad y discapacidad.
”El hecho de que vivamos más, no significa, necesariamente, que vivamos mejor”, advirtió Rocío Sánchez Montero, de la Dirección de Servicios de Salud de la Caja, y parte del equipo de 14 personas que participó en el estudio.
Subir la cantidad de años de vida saludables entre la población es todo un reto, debido a los factores de riesgo con los que está conviviendo la gente.
Por ejemplo, el abordaje de la salud mental es de los retos más novedosos para la Caja y para el país, reconoció otro de los investigadores, Hugo Chacón Ramírez, del Área de Atención Integral de la CCSS.
“La estrategia está dirigida a mejorar, en primera instancia, la detección y el control de la enfermedad desde su puerta de entrada: los Ebáis”, dijo Sáenz, en alusión al reforzamiento del primer nivel de atención de la salud.