Para el 30 de junio próximo, Costa Rica tendría vacunado a un millón de sus habitantes; esto es menos de una cuarta parte de la población objetivo para vacunar contra la covid-19, que es de 4,5 millones de personas.
El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, sin embargo, asegura que ese millón de personas será superado con creces para esa fecha, debido al incremento en la recepción de dosis de los proveedores farmacéuticos, registrada en los últimos días.
Este es uno de los datos que este miércoles, el jerarca entregaría a la Asamblea Legislativa en su comparecencia para rendir cuentas sobre la campaña de vacunación.
No fue posible hacerlo por esa vía porque no hubo cuórum en el Congreso, es decir, no llegaron los 38 legisladores necesarios para abrir la sesión donde se escucharía y cuestionaría al ministro.
Por esa razón, Salas Peraza se las ingenió para lanzar ese y otros datos del informe al plenario durante una transmisión en vivo, desde el Facebook del Ministerio de Salud.
Hasta el 25 de mayo, Costa Rica había recibido más de 2,1 millones de dosis de las tres fuentes de provisión de vacunas disponibles hasta ahora: el mecanismo Covax, y las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca.
De estas, precisa Salas, se han aplicado 1,4 millones de dosis a más de 800.000 personas.
En la transmisión, en la que abundaron los problemas técnicos, aseguró que desde el inicio de la emergencia hubo un acercamiento con las empresas desarrolladoras de vacunas contra la covid-19, y una organización rápida de las instancias nacionales.
En los primeros minutos de su mensaje, el ministro explicó los roles de las principales instituciones involucradas con el manejo de esta emergencia, empezando por Salud, y siguiendo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Salas fue citado por el Congreso para comparecer este 26 de mayo, durante todo el día, pero la presencia de solo 35 legisladores impidió hacer su presentación de 40 minutos. La interpelación se traslado para el lunes 31 de mayo.
Según el despacho presidencial de la Asamblea, de los 22 ausentes, solo ocho tenían permiso para faltar, incluidos tres del PAC, el partido de Gobierno. Otro diputado más, el socialcristiano Rodolfo Peña, sigue internado en Liberia, recuperándose de la covid-19.
Por otra vía
La Nación tuvo acceso al informe que Salas presentaría, ante los congresistas.
Según el documento, y la posterior presentación de Salas por redes sociales, el país planea invertir poco más de $98,9 millones en la adquisición de 9,1 millones de dosis para más de 4,5 millones de habitantes.
Del monto invertido, más de $1,1 millones corresponde a la adquisición de insumos para el proceso de vacunación (algodón, jeringas y otros).
Esas dosis comprenden las negociadas mediante contratos bilaterales con las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca, así como por medio del mecanismo Covax.
La selección de las vacunas la hace, según el informe del ministro, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), y son decisiones basadas en la evidencia y el análisis técnico de un equipo integrado por profesionales de distintas disciplinas del área médica.
Los criterios que se consideran para esa selección son científicos, inmunológicos, administrativos, logísticos y económicos (precio), destaca el informe.
El documento también repasó el contexto global del mercado de vacunas, y señala que los países ricos acaparan un 54% de las dosis disponibles, a pesar de que solo tienen un 16% de la población mundial.
Esto sucedió, entre otras cosas, porque esas naciones realizaron fuertes inversiones para subsidiar el desarrollo y la producción de estos productos, y porque también aprobaron vacunas sin haber concluido estudios de fase III en seres humanos y sin tener autorización de agencias reguladoras estrictas.
Salas destacó que Costa Rica fue el sexto país en el mundo con disponibilidad de vacunas.
También fue el tercero con la mayor población con dosis completas, y el quinto país de la región en dosis aplicadas por cada 100 habitantes.
El Ministerio de Salud, según el informe, apoya la gestión del sector privado para traer vacunas y ampliar la capacidad de protección contra la covid-19 del país. En esto, señala, se le ha dado “acompañamiento y apoyo”.
“El Gobierno ve con buenos ojos que el sector privado adquiera vacuna. ¿De qué depende? De la disponibilidad, que tengan aval de la agencia reguladora estricta, y de las casas farmacéuticas productoras, que han dicho hasta ahora que están negociando directamente con gobiernos. Puede que esto cambie”, dijo Salas.
Según el ministro, ya se emitió una resolución, a finales de abril, que permite un proceso abreviado de diez días que permitiría el uso de la vacuna por parte del sector privado.
Las autoridades de Salud, defiende Salas en el documento, han realizado múltiples gestiones para aumentar la disponibilidad de vacunas.
Destaca la compra de dosis adicionales y la reducción de reservas, la ampliación de distanciamiento entre dosis, y las gestiones permanentes con los laboratorios farmacéuticos Pfizer y AstraZeneca, Johnson & Johnson y Moderna, así como solicitudes de cooperación internacional por medio de la Cancillería, con países como Estados Unidos, Canadá, y naciones de la Unión Europea.
El ministro aclara, nuevamente, que mientras avanza la vacunación los habitantes deben mantener las prácticas sanitarias sugeridas para contener el avance del virus.
Colaboró el periodista Aarón Sequeira