Una eventual apertura de fronteras para el turismo internacional se dará de forma gradual y controlada, dándole prioridad a quienes provengan de países donde no haya transmisión magnificada del covid-19.
Así lo indicó el ministro de Salud, Daniel Salas, quien indicó que la idea es permitir, en una fecha que no ha sido definida, el ingreso de personas mediante un protocolo que permita contar con estándares de trazabilidad y de seguridad.
Actualmente, el cierre de fronteras a extranjeros se mantiene vigente hasta el 1.° de julio. Sin embargo, esa fecha podría extenderse como ha venido ocurriendo desde el inicio de la emergencia sanitaria.
“Esto va para bastantes meses, la pandemia va a ser una constante lo que resta del 2020, no podemos paralizar todos los sectores, hay sectores que representan un riesgo incrementado, no es que vamos a abrir las fronteras para que ingresen todos los vuelos que ingresaban anteriormente”.
“Lo haremos en su momento para ir permitiendo que vengan personas de países donde no hay una transmisión magnificada, con todo una serie de pasos un procedimiento que va a minimizar el riesgo posible de transmisión y que vamos a tener la capacidad de garantizar que la operación que se va a permitir sea trazable y controlada”, dijo Salas.
El Aeropuerto Juan Santamaría ya tiene listo el protocolo que se aplicaría ante una eventual rehabilitación de vuelos comerciales.
Entre las medidas, se incluye el uso de mascarillas, toma de temperatura, distanciamiento dentro de la terminal y operación de las salas de abordaje a un 50% de su capacidad.
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El ministro dijo que es necesario convivir con el virus, pues no es posible cerrar la sociedad por completo.
“En Costa Rica hemos tenido una contención sanitaria balanceada y hemos mantenido un sector productivo funcionando siempre. Si no logramos ese balance, los impactos sociales y económicos pueden ser catastróficos”, agregó.
Actualmente solo pueden ingresar al país aquellas personas de nacionalidad costarricense o residentes. Además, se permite el tránsito de extranjeros que forman parte del sector transportista bajo estrictos controles como la implementación de seguimiento con GPS o convoyes escoltados por Seguridad Pública.