La Auditoría Interna de la CCSS descubrió fallas en la compra de ventiladores pulmonares para atender pacientes graves por covid-19, en los cuales, la entidad invirtió $13,6 millones.
Entre los hallazgos de la investigación, están entregas fuera del plazo establecido en los contratos o proveedores que no completaron la cantidad de equipos. También, los auditores se toparon con boletas donde se dan por recibidos los aparatos, en las cuales la fecha no parece ser la verdadera. Además, hay dudas sobre los hospitales donde finalmente se instalaron los respiradores artificiales.
Esos dispositivos son claves en los centros médicos porque les permiten respirar a los pacientes que no pueden hacerlo por su propia cuenta.
Por esa razón, la CCSS encargó 325 de esos instrumentos por medio de siete contrataciones directas por el total de $13,6 millones.
A pesar de la urgencia que había en los hospitales, en algunos casos la entidad tuvo que esperar hasta cinco meses para recibir los ventiladores debido a que los contratistas adjudicados no completaron lo requerido. Por eso, la Caja tuvo que correr a buscar otros proveedores que suplieran la necesidad.
Las inconsistencias detectadas constan en el informe ASAAI-176-2020 del 18 de diciembre de 2020, firmado por los auditores Anthony Herrera Amador y Alexander Nájera Prado.
Ese documento analizó 48 adquisiciones de emergencia, entre las que destacan cuatro expedientes de compra de ventiladores pulmonares.
Por ejemplo, la CCSS le encargó a la empresa Eleimnsa 60 aparatos por $2 millones. Debía despacharlos antes del 14 de abril, pero solo remitió 23 con mes y medio de retraso, dice el documento
Según la Auditoría, la Dirección de Arquitectura e Ingeniería (DAI), a cargo de la contratación, solicitó a la compañía pruebas que justificaran la demora hasta el 2 de junio, es decir, 49 días después de la fecha de entrega original.
En un correo electrónico, la DAI había dicho a La Nación que le dio tiempo a Eliemnsa hasta el 31 de julio para cumplir con las 60 máquinas.
No obstante, el informe de los dos auditores desmiente esa versión.
“No consta en los documentos aportados sobre esta compra, el análisis realizado por la Administración respecto a la propuesta de la empresa sobre la variación en las fechas de entrega de los equipos”, expresaron los auditores.
Lo mismo ocurrió con Soporte Médico S. A., firma que se comprometió a vender 80 respiradores por $2,2 millones con entrega el 6 de junio de 2020.
La DAI aseguró que esa firma pidió más tiempo, por lo que le extendieron el plazo hasta el 31 de julio de ese mismo año y cumplió.
De nuevo, el órgano auditor refuta la versión de la DAI, pues en su reporte, Soporte Médico solo había entregado, al 21 de setiembre de 2020, 53 de los 80 artefactos.
También contradicen lo dicho sobre la aprobación de una prórroga a favor de esa empresa: “No se desprende autorización de la administración a la empresa Soporte Médico para la entrega de los ventiladores en fecha distinta a la establecida en la orden de compra”.
Otra empresa que no logró cumplir fue Multiservicios Electromédicos. Debía proporcionar 80 dispositivos por $2,9 millones, pero solo entregó 30.
En este caso, la Auditoría afirma que no logró corroborar el montaje de esos equipos en los centros hospitalarios porque la DAI no entregó la información a tiempo para cumplir con ese objetivo.
“No fue factible para esta Auditoría constatar en los centros hospitalarios la ubicación y el registro de estos 30 activos, en virtud de que la Dirección de Arquitectura e Ingeniería, aportó a este Órgano de Fiscalización la información de la distribución de estos equipos posterior a la indagación realizada en los hospitales”.
ANCA Médica, a cargo de proveer un aparato por $28.000, también entregó dos días tarde de acuerdo con los fiscalizadores.
Gabriela Murillo, directora de Arquitectura e Ingeniería de la CCSS, dio su versión.
“Todo ese informe de Auditoría Interna se contestó, porque hay cosas que la Auditoría, digamos, no consideró. ¿Por qué no las consideró? No sé, por lo menos no las encontró o no sé, pero hay cosas que sí se le aclararon.
“Hay una nota aclaratoria para ellos sobre esos informes, sobre dónde procede y dónde no. Hay un caso en el que ellos indicaron que había un atraso y eso no fue así”, declaró Murillo.
La Nación le solicitó, este lunes, a Murillo, copia de esa nota aclaratoria mencionada para incluirla en esta publicación, pero al cierre de esta información no la había enviado.
Otros problemas
La Auditoría Interna criticó que no existe claridad en los controles ejercidos por la institución a la hora de recibir las máquinas; en algunos casos las boletas de recepción no señalan, ni siquiera, en qué hospital se colocaron.
Por ejemplo, según el estudio elaborado por Herrera y Nájera, tres de los ventiladores encargados a Eleimnsa fueron revisados el 7 de mayo, pero la instalación ocurrió el 30 de marzo.
En otras palabras, el producto fue inspeccionado más de un mes después de su colocación.
“No se indica el lugar de instalación”, subrayaron los auditores sobre esos tres equipos.
La ausencia de datos sobre dónde fueron montados los respiradores también fue apuntada por la Auditoría Interna en otros dos ventiladores vendidos por esa compañía.
Además, reprocharon a la DAI falta de información relacionada con el destino de 17 ventiladores suministrados a SP Medical Enterprise.
“No indica fecha de instalación ni el lugar donde se ubicaron los ventiladores”.
Para definir dónde estaban esos activos, la Auditoría tuvo que rastrearlos en el Hospital Tony Facio, en Limón; Hospital de San Carlos y el Hospital de Pérez Zeledón.
A SP Medical Enterprise la CCSS le encargó 40 dispositivos por $1,1 millones, pero solo remitió 35.
De los 35, hay 18 en los que la Auditoría no encontró documentos que respalden su recepción.
“No se aportaron los documentos de respaldo de la recepción de los restantes 18 ventiladores. Tampoco se aportó evidencia del inicio de un eventual proceso sancionatorio a la empresa por el presunto incumplimiento de los plazos de entrega”, enfatizó la Auditoría.
En el correo enviado por la DAI a este medio de comunicación aseguró que hay cinco procedimientos administrativos para sancionar a los proveedores que incumplieron y que solo se pagó por lo recibido.
Para reponer
Para cubrir los aparatos que los proveedores Eleimnsa, Multiservicios Electromédicos y SP Medical Enterprise no lograron suministrar, la CCSS tuvo que lanzar dos nuevas contrataciones para suplir esa necesidad.
En total, esas firmas incumplieron con 92 instrumentos, equivalentes al 28% del total requerido.
Las compras para reponer las faltas fueron adjudicadas a Elevatron por $972.000 y Medtronic por $2 millones.
Los registros institucionales señalan que esas dos firmas sí cumplieron con las cantidades y fechas solicitadas.