Un informe de la Auditoría Interna de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) pide la intervención de la Dirección de Tecnologías de Información Comunicaciones por supuestas irregularidades en la contratación de equipos de telecomunicaciones.
De acuerdo con el estudio, esa Dirección incluyó, en los requisitos de varias contrataciones, la adquisición de componentes con “compatibilidad total” con la marca Cisco sin que exista un análisis técnico que justifique esa condición.
Esa situación, según el informe AI-153-2020, entregado el 25 de noviembre, “contravienen principios de libre competencia y transparencia” y arriesgan el “patrimonio público” al exponer a la Caja a cobros excesivos producto de concursos en los que se impone una marca.
Entre 2019 y 2020, la institución destinó $2,6 millones para la compra de equipos de telecomunicaciones; de esa cifra el 42% (1,1 millones) desembocó en adquisiciones de la marca mencionada.
Además, en octubre pasado, la Junta Directiva de la CCSS frenó una licitación por $9,8 millones para soluciones de redes y equipos de comunicación por un supuesto favorecimiento a proveedores de Cisco.
Esa contratación pretendía modernizar los sistemas de redes y comunicación en las áreas de salud, clínicas, hospitales, unidades médicas especializadas, Ebáis, direcciones regionales y sucursales.
La decisión de los directivos se basó en otro informe de la Auditoría Interna, así como en las recomendaciones de ingenieros ajenos a la Dirección de Tecnologías de Información y Comunicaciones y en cuestionamientos planteados, desde agosto de 2020, por la Contraloría General de la República.
La evaluación presentada por la Auditoría en noviembre también revela otras deficiencias, como la ausencia de un modelo actualizado de infraestructura tecnológica para las 2.492 instalaciones de la entidad y de estudios para la convergencia de hardware y software de diferentes fabricantes.
“Estos aspectos en conjunto, a criterio de este órgano de fiscalización y control, han propiciado un ambiente de control inadecuado para el cumplimiento de los objetivos establecidos por la Caja Costarricense de Seguro Social en materia de contratación de componentes de telecomunicaciones”, manifestó la Auditoría Interna en un documento de 60 páginas.
Por esas razones, el cuerpo auditor recomendó “la intervención inmediata de la Dirección de Tecnologías de Información y Comunicaciones y sus áreas adscritas” y la conformación de un equipo técnico de trabajo que proponga y ejecute un plan para la mejora de esa dirección.
La Dirección de Tecnologías de Información Comunicaciones es liderada por el subgerente Roberto Picado Mora.
Roberto Cervantes, gerente general de la CCSS, dijo que espera un dictamen legal para tomar decisiones con respecto a esa dirección.
“Estamos en el análisis final ya, calcularía que, en esta semana, tomemos una decisión sobre qué es lo que hay que hacer, estamos revisando bien el informe de Auditoría, los abogados lo están revisando y una vez que ellos me den el dictamen, que podría ser el jueves próximo, procederemos a tomar las acciones”, expresó Cervantes.
Añadió que una de las posibilidades es realizar cambios de personal en el área cuestionada para efectuar procesos de investigación para la determinación de responsabilidades.
“En este momento no puedo decir si realizaremos una intervención u otras acciones, eso lo sabremos hasta que los abogados me indiquen qué procede”.
Para elaborar su informe, la Auditoría revisó antecedentes de contrataciones de componentes de telecomunicación, las especificaciones técnicas de esas compras, los datos relacionados a costos de equipos y presupuestos.
También entrevistó a seis funcionarios, entre ellos al subgerente Picado.
“Efectivamente el modelo de infraestructura tecnológica en la CCSS vigente se encuentra desactualizado, a raíz de lo anterior, desde la perspectiva de gobernanza, estamos trabajando con base en un modelo de arquitectura empresarial, cerrando esas brechas para disponer de un documento acorde a las buenas prácticas en esta materia”, declaró Picado en su audiencia con los auditores.
En el documento entregado por la Auditoría, Picado niega que se favoreciera a proveedores de una marca específica.
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Incluso, expuso una contratación ejecutada en 2017 para reafirmar ese punto.
“En el 2017 no teníamos una red inalámbrica, el procedimiento de contratación del 2017 no estaba dirigido a alguna marca específica, si mal no recuerdo había tres marcas, tecnología Ruckus, Aruba Hpe y Cisco (...) El proyecto se promovió para dar un servicio de red inalámbrica en el nivel central y no estaba focalizado a una marca específica, tan es así que participaron tres fabricantes distintos, ese procedimiento fue apelado ante la Contraloría General de la República y la Contraloría nos dio la razón”, agregó.