Vecinos de Puerto Viejo de Talamanca, Limón, denuncian que las autoridades policiales, municipales y sanitarias no han actuado para detener las constantes megafiestas que se realizan en un reconocido recinto de la localidad.
Al menos tres habitantes de este poblado han interpuesto denuncias formales al Ministerio de Salud, pero alegan que no han dado ningún resultado.
Los documentos, de los cuales La Nación tiene copia, indican que las fiestas clandestinas son realizadas en una propiedad conocida como “El Patio”, perteneciente a un hombre de apellido Brown.
“Estas son abiertas al público que desee ingresar y haga pago de la entrada. Se vende comida y licor, claramente sin contar con patentes de licores o inspección de manejo adecuado de alimentos.
“Esto infringe innumerables leyes y disposiciones legales, tanto municipales, de Hacienda y del Ministerio de Salud. Además, ingresan menores de edad y se permite el consumo de drogas ilegales”, señalaron los vecinos, en un comunicado enviado a la prensa.
Los habitantes subrayan que la situación ocurre desde hace meses y que han identificado aglomeraciones de hasta 300 personas en el lugar, ubicado detrás de la antigua Guardia Rural de Puerto Viejo.
“Una de las últimas mega rumbas se llevó a cabo el sábado 24 de abril, cuando el anuncio publicitario de la actividad la promocionó como Show de Exa Ragga Vibes”, relataron los afectados.
Varias denuncias
En una de las quejas formales presentadas ante la cartera de Salud, una ciudadana, que reside cerca del sitio, argumentó que los fiesteros incluso irrumpen en su propiedad para esquivar el pago de entrada a los eventos.
“Yo fui a iluminar mi lugar y al hacerlo fui atacada con piedras. Debo decir que al llamar al 911, a eso de la 1 a. m., la Policía no llegó porque parecía que fueron avisados, ya que a los 10 minutos de la llamada la gente se fue y quitaron la música”, indica el documento, remitido el 4 de junio de 2021.
Otro denunciante, de apellido Koblensky, también acotó que los organizadores cobran entrada y que el elevado volumen de la música, tanto en el día como en la noche, es insoportable.
“La situación es totalmente descontrolada, está afectando la salud de mis hijos”, subrayó el hombre, el 21 de abril del presente año.
Una tercera persona, que planteó su denuncia de manera confidencial, añadió que las llamadas al servicio 9-1-1 y a la línea telefónica 1322, nunca han dado resultado.
“Deja mucho qué decir el desempeño las autoridades de este país, porque no se nos atienden las denuncias en el 911 a tiempo o no se presenta al lugar para bajar el escándalo y pedir que detengan la fiesta”, dice el texto, enviado el pasado 23 de abril.
Propiedad demanial
Por último, en su comunicado, los vecinos de Puerto Viejo resaltaron que una parte de la propiedad donde se realizan las megafiestas, se ubica dentro de la Zona Marítimo Terrestre, que es un bien demanial.
“Es decir, le pertenece al Estado para el disfrute y uso público donde la Ley impide cualquier construcción pero; además, prohíbe que ese espacio se convierta en propiedad privada”, concluyeron.
La Nación intentó contactar al alcalde de Talamanca, Rugeli Morales, para consultarle sobre la atención a este problema en el cantón. Sin embargo, el jerarca desvió las llamadas y evitó responder por mensajes de texto.
También se llamó a la delegación policial de la zona para preguntar sobre las continuas denuncias por los eventos, pero la encargada dijo que no podía referirse al respecto.
El abogado de la Unión Nacional de Gobierno Locales (UNLG), Luis Eduardo Araya, explicó a este diario que la municipalidad tiene el deber de intervenir estas megafiestas, debido a la existencia de actividad lucrativa.
“Y debe intervenir Salud con sus inspectores para controlar aforos y verificar permisos de funcionamiento”, agregó Araya.