Desde hace un año, los estudiantes del Colegio de San José de la Montaña, en Barva de Heredia, participan en un proyecto impulsado por el área de Salud para crear una red que prevenga el suicidio y las autolesiones entre los más jóvenes del cantón.
Las alarmas se activaron cuando el área de Salud de Barva, administrada por Coopesiba, detectó un incremento de alrededor de un 70% en las referencias por depresión, ansiedad e intentos de autoeliminación en la población adolescente, entre 2021 y la actualidad.
Esas referencias tenían entre sus fuentes a orientadores de los colegios locales −entre ellos, el de San José de la Montaña−, y a los mismos adolescentes, que llegaban a tocar las puertas del centro de salud en busca de ayuda, informó la psicóloga de Coopesiba, Diana Salazar.
Ahí nació “Red Conecta” como un proyecto de salud mental comunitaria en donde participan el área de Salud, la Municipalidad de Barva, los centros educativos, comercios locales y grupos comunales como asociaciones de desarrollo y organizaciones de artesanos.
También hay apoyo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Ministerio de Salud, Ministerio de Educación Pública (MEP), Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otras instituciones, informó Salazar.
La pandemia por la covid-19 detonó un aumento en la demanda de consultas por problemas de salud mental. En el caso de Barva, el mayor incremento se ha registrado entre los adolescentes, principalmente en aquellos con edades entre los 14 y 17 años.
En lo que va del año, informó Salazar, tienen reportes de siete intentos de suicidio consumados en población de todas las edades, pero especialmente en adultos jóvenes, menores de 30 años.
El servicio de Psicología del área de Salud atiende un promedio diario de 8 casos por situaciones como depresión o ansiedad. De ellos, al menos cinco son adolescentes y de estos, dijo Salazar, 4 llegan con ideas suicidas activas, aunque no tengan todavía un plan establecido para acabar con su vida.
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“Detrás hay muchos problemas familiares, es el principal detonante: violencia, separación de padres, muchas situaciones económicas que sí afectan mucho a los chicos.
“También estamos viendo muchos chicos con relaciones codependientes que entran en crisis cuando los deja la pareja”, explicó la psicóloga de Coopesiba.
La profesional reconoció la sobrecarga de trabajo. En el caso de esta área de salud solo hay una psicóloga para Barva. “Hemos dado ya una alerta de que no damos abasto porque sí, hay chicos que tienen que esperar meses para ser atendidos.
“Siempre se les trata de dar prioridad, pero no es una situación que podamos decir que se está resolviendo inmediatamente. Por eso, se crea un proyecto como este, de prevención, más allá del abordaje en una situación de crisis, cuando ya el chico viene autolesionado”, explicó.
Comunidad comprometida
“Red Conecta”, dijo Salazar, fue creado a nivel interinstitucional ante el exceso de referencias y la incapacidad de dar abasto con todos. Se busca que las instituciones edifiquen redes de apoyo en salud mental, orientadas principalmente a la población adolescente.
El proyecto trabaja con los docentes, padres de familia y comunidad para crear una red comunal con el apoyo básico necesario para una población en riesgo.
La municipalidad ha dado soporte con profesionales en psicología, trabajo social y sociólogos, entre otros. En el área de salud aportan, por ejemplo, enfermera de salud mental y un promotor social.
La OPS ha dado soporte con talleres para adolescentes, docentes, padres y los actores sociales de la comunidad.
“El fin de todo esto es crear redes de primeros auxilios de salud mental. La persona se aborda desde una escucha activa, pues se busca capacitar sobre cómo abordar con las palabras adecuadas. Si una cita está a largo plazo, buscamos cómo contactar a otras instituciones, como universidades, que también podrían dar esos servicios”, explicó la psicóloga.
Hay interés de que la “Red Conecta” se sostenga en el tiempo y escale a nivel cantonal.
“Que los chicos aprendan a detectar si sus amigos están pasando por alguna situación. Y si detectan en ellos mismos una característica que detona una alerta aprendan a buscar a esa red”, agregó Salazar.
El plan es iniciar en julio la capacitación comunal para la prevención de lsuicidio y autolesiones (cutting, o cortadas que se hacen los adolescentes).
Actualmente, en el Colegio de San José de la Montaña, seleccionaron a 70 chicos estudiantes para empezar a capacitarlos. Son dos estudiantes por sección, con quienes se trabajará en unas seis sesiones de capacitación y talleres recreativos.
En la parte turística y comercial se busca sensibilizar a comercios en salud mental y permitir que los locales tengan su rótulo “Este comercio es sensible a la salud mental”. Esto con el fin de que si alguna persona lo necesita pueda acudir a ellos.