La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reformará el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), a más tardar en el 2016.
Aunque todavía no hay un acuerdo de Junta Directiva sobre este tema, en ese órgano colegiado existe el clima para avanzar hacia un cambio que fortalezca al sistema de pensiones más importante del país.
Las modificaciones podrían incluir el ajuste de las tres variables principales que entran en juego: número de cuotas, edad de retiro y beneficios para más de 1,4 millones de trabajadores cotizantes.
La Nación consultó, por aparte, a varios directores. José Luis Loría Chaves, representante laboral, aseguró que “es impostergable que se haga una reforma el próximo año”.
“El espíritu de la Junta es que urge sentarse a hacer una reforma el próximo año. Debía ser este, cuando se cumplen los 10 años de la última reforma. Ya toca”, explicó Loría, delegado de las cooperativas.
Renato Alvarado Rivera, del sector patronal, informó de que la Junta Directiva le pidió a la Gerencia Administrativa una propuesta sobre diferentes esquemas de empadronamiento para elevar la cantidad actual de cotizantes.
“La veríamos en los próximos 15 o 22 días. Necesitamos pensar en ese tipo de reformas para captar más gente en lugar de encarecer la cotización. Hay que ser original e imaginativo y hacer planteamientos más allá de lo que hemos venido haciendo, como incrementar las cuotas”, manifestó Alvarado.
E l vocero patronal detalló que estaría impulsando que esos cambios se den lo más pronto posible, y coincidió en que las decisiones no se deben postergar más allá del 2016.
Rolando Barrantes Muñoz, representante del Estado, cree necesario hacer ajustes, pero aclaró que se deben dar en un proceso de “concertación y diálogo”.
Barrantes prefirió esperar los resultados del estudio actuarial contratado por la Caja y la Superintendencia de Pensiones (Supén) al argentino Eduardo Melinsky.
Ese análisis, al cual se incorporó recientemente la Escuela de Actuariado de la Universidad de Costa Rica (UCR), dará un diagnóstico sobre la salud financiera del régimen. La Caja espera que esté listo en abril.
Proceso. A finales de diciembre pasado, la presidenta ejecutiva de la Caja, María del Rocío Sáenz Madrigal, confirmó el interés por revisar el estado del IVM. En ese entonces, Sáenz rehuyó hablar de la reforma.
Para el superintendente de pensiones, Édgar Robles, este interés “es la actitud más responsable y transparente que se puede esperar de un órgano colegiado a cargo del régimen de pensiones más importante para la seguridad social de Costa Rica”.
“Se nota que ha habido un cambio de dirección y una preocupación genuina por la sostenibilidad del régimen”, agregó .
La Supén se ha enfrentado con la Caja, pues dice que la salud financiera del IVM estaría en peligro a partir del 2025. La CCSS le da más años.
Voceros de los sindicatos demandan antes los resultados del estudio actuarial que fue contratado para corroborar, entre otras cosas, la solidez financiera del régimen y los resultados de los cambios hechos en el 2005.
El secretario general de la Unión de Empleados de la Caja (Undeca), Luis Chavarría, cree importante evaluar la pérdida del valor adquisitivo de las pensiones actuales.
“No tiene sentido hacer reformas para afectar cotizaciones, montos y agregar años si lo que estamos generando es una mendicidad con un alto porcentaje de pensionados recibiendo montos mínimos”, advirtió Chavarría.
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) está pendiente de los resultados de Melinsky.
“No estamos enterados de las medidas que se están analizando, pero consideramos conveniente terminar el estudio, y luego aplicar las medidas”, dijo su presidente Ronald Jiménez.