Es taxista y lleva tres años esperando trasplante de hígado. Su situación ha empeorado durante todo este tiempo, al punto que está en Cuidado Intensivo de un hospital nacional.
En el ínterin, la familia se enteró de que una médica fue trasplantada.
“¿Una médica? Y trabaja en el hospital donde hicieron el trasplante. Mi papá está muy grave. Tiene falla renal, y a ella la trasplantaron primero”, comentó la hija de este señor a La Nación, solicitando reservar su identidad. Su papá todavía necesita el hígado para sobrevivir.
Aunque la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud aseguraron a La Nación que en este caso primó la gravedad en la selección del candidato a trasplantar, lo cierto es que enfermos y organizaciones de pacientes desconfían del proceso para asignar órganos y tejidos disponibles.
La Fundación Vida Nueva Donación y Trasplantes dice conocer de al menos dos casos planteados ante el Ministerio de Salud, la Caja, y Colegio de Médicos, pero según dice las investigaciones no llegan a nada.
“Parece que estas instituciones han hecho investigaciones que no tienen mucha rigurosidad puesto que los casos se han venido repitiendo a lo largo del tiempo. Por otro lado, sabemos que en el Colegio de Médicos se han hecho denuncias que han tardado hasta dos años o más (en investigar)”, manifestó Rossy Arrieta Alvarado.
La mujer, además de ser paciente trasplantada de hígado desde hace 13 años, preside la Fundación Vida Nueva Donación y Trasplantes.
Ella confirma haber recibido denuncias por sospechas de que la asignación de órganos a los enfermos en espera se hizo, aparentemente, sin respetar los criterios establecidos por ley.
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La semana anterior, el diario La Teja dio a conocer una nueva denuncia, la cual respalda esa Fundación.
“El hígado que le tocaba a las personas más graves del país, correctamente inscritas en la única lista de espera activa y oficial en ese momento, le fue asignado a una persona que no estaba en lista de espera”, confirmó Arrieta.
Además, el abogado Boris Molina Mathew asegura que el bufete donde labora prepara acciones legales en la vía penal y en la contencioso administrativa por historias similares.
Uno de los casos data de 2016, cuando falleció uno de sus clientes mientras esperaba un trasplante de hígado. Las denuncias las presentaría antes de que finalice este año.
"Sería por tráfico de órganos. La nueva normativa internacional define como tráfico la utilización de información falsa para acelerar el orden de una lista de espera. Sobre esa base es que pondremos las denuncias.
“Casi sin temor a equivocarme, estoy casi seguro que están haciendo loco. El tema está tan a la libre, sobre todo entre quienes están a cargo, y esta situación se ha silenciado desde hace años”, aseguró el abogado.
Criterios
A diciembre del año pasado, 264 personas esperaban un riñón, 27 un hígado y una aguardaba un trasplante torácico. Alrededor de 1.000 necesitaban una córnea para recuperar la vista.
De acuerdo con la ley actual, recibirán el órgano en caso de que aparezca uno compatible y según un criterio de asignación donde se prioriza al enfermo en condición más crítica, no al que está de primero en la lista.
El coordinador técnico del Programa de Donación y Trasplantes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marvin Agüero Chinchilla, respondió por escrito a La Nación, que “la actividad de donación y trasplantes en la Caja siempre se ha apegado a lo establecido en la ley, normativa, procedimientos y protocolos que aseguran la transparencia del proceso”.
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"Cuando a un paciente se le detecta falla de algún órgano se inicia un proceso meticuloso en el que se consideran múltiples factores como la condición de salud, aspectos biopsicosociales y condiciones domiciliares aptas para su recuperación. Bajo estos criterios todos los pacientes tienen igualdad de condición de acceder a un trasplante”, aseguró Agüero.
La Secretaría Técnica de Donación y Trasplante, del Ministerio de Salud, recordó en una respuesta también por escrito, que el país tiene una ley sobre el tema desde el 2014.
Además hay un decreto ejecutivo (41555-S), con la norma nacional de distribución y asignación hepática proveniente de donante cadavérico.
"Cuando se alerta por parte de un establecimiento autorizado por el Ministerio de Salud que hay un donante cadavérico, la Secretaría emite los nombres de los posibles receptores para que se realice el trasplante.
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“El caso al que se hace mención corresponde al operativo del miércoles 17 de julio. Durante el operativo se le asignó el injerto hepático a la paciente más grave de la lista nacional”, manifestó la Secretaría de Donación y Trasplante.
Este despacho, manifestó que está dando seguimiento a la evaluación y análisis que hace la CCSS para poner en marcha un mecanismo que garantice un mejor aprovechamiento de los órganos y tejidos donados, “fiscalizando que dicho mecanismo sea eficiente y se ponga en práctica prontamente”.
Mauricio Guardia, fiscal del Colegio de Médicos, aseguró que esa entidad no está investigando ninguna denuncia con las características mencionadas por los pacientes.