El presidente Carlos Alvarado y otros seis mandatarios latinoamericanos suscribieron una carta con un “llamado vehemente” a dejar de lado el acaparamiento de vacunas contra la covid-19 en el mundo.
Los jefes de Estado denunciaron que hay una distribución desigual de los fármacos y urgieron a que el acceso a las dosis sea equitativo, ya que “nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo”.
Manifestaron que las nuevas y más peligrosas variantes del virus evidencian que la vacunación aislada por país es una estrategia poco efectiva para acabar con la etapa aguda de la pandemia.
Además, alegaron que se requieren más acciones concretas y coordinadas, como aumentar el financiamiento para las dosis futuras e incrementar la capacidad de distribución y producción.
“Hacemos un llamado vehemente a aquellos países que cuentan con exceso de dosis o que ya han vacunado a su población de riesgo, a poner en marcha medidas para que estos excedentes sean distribuidos equitativamente y de manera inmediata.
“Enfrentar y recuperarnos de la pandemia solo será posible cuando las vacunas lleguen a las poblaciones de riesgo en todo el mundo. El acceso universal oportuno y equitativo a las vacunas es la única opción sostenible para acabar con la crisis sanitaria, es de interés común y un imperativo ético, sanitario y económico”, detallaron en el documento.
La carta, dirigida a la comunidad internacional, fue firmada por el mandatario costarricense junto con Alberto Fernández, presidente de Argentina; Andrew Michael Holness, primer ministro de Jamaica; Luis Alberto Arce Catacora, mandatario de Bolivia; Guillermo Lasso Mendoza, gobernante de Ecuador, Luis Alberto Lacalle Pou, presidente de Uruguay y Manuel López Obrador, mandatario de México.
Entre sus reclamos, los jerarcas destacaron que de las 1.300 millones de dosis que han sido administradas globalmente, más de la mitad fueron utilizadas en 5 países que concentran el 50% del PBI global
“Incluso, algunos países han administrado más dosis que el conjunto de África y América del Sur. En total, los países de renta baja han recibido solo un 0,3% de las dosis mundiales”, agregaron.
De acuerdo con los presidentes, la desigualdad en el acceso a productos y tecnologías sanitarias no es un fenómeno nuevo.
“Debemos aprender de las lecciones que nos dejó el VIH en la década del 90 y superar los retos que generan las negociaciones bilaterales, la falta de un poder de negociación unificado frente a los procesos de adquisición, las restricciones a las exportaciones y los derechos de propiedad intelectual que limitan de manera crítica la llegada de las vacunas a todos los países”, explicaron.
No obstante, los líderes señalaron que en esta ocasión están en un contexto en que pueden hacer historia.
“Para recuperarnos mejor, debemos reforzar, en un marco de colaboración multilateral, las campañas de vacunación a nivel global y alcanzar la cobertura universal antes del final del año, sin discriminación alguna, sin que nadie se quede atrás.
“La historia reivindicará a quienes dieron un paso al frente y apoyaron a toda la humanidad en esta grave coyuntura”, concluyeron.