Los hospitales públicos enfrentan desde noviembre problemas para incluir carnes de res y cerdo en la comida que dan a pacientes y funcionarios debido a que el Consejo Nacional de Producción (CNP), el cual por ley suple el producto, pretende que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) pague alzas hasta de 73% en los precios de algunos cortes. A raíz de este conflicto, los centros médicos ofrecen huevo, atún y –si se puede– pollo.
Para entender la situación hay que partir de la Ley Orgánica del CNP. El artículo 9 de esa legislación dispone que “los entes públicos están obligados” a abastecerse de los productos que ofrece esa institución “a los precios establecidos”. Con base en ese mandato legal, la Caja firmó, en noviembre de 2020, un contrato con el Consejo para adquirir 19 tipos de carne de res y cerdo por ¢2.350 millones al año.
No obstante, en noviembre pasado, a la hora de prorrogar el acuerdo por un año más, los seis proveedores a los que el CNP sirve como intermediarios exigieron importes mucho mayores.
LEA MÁS: MEP se trae abajo mitos sobre el CNP
Por ejemplo, según datos suministrados por la CCSS, la empresa a cargo de suministrar las fajitas de carne de res para los hospitales Max Peralta, en Cartago, y William Allen, en Turrialba, subió el precio de ¢4.182 a ¢6.522, lo que representa un alza del 55%.
Lo mismo hizo Coopeavancemos R. L ., suplidor del CNP de carnes para los centros médicos de la zona sur, la cual subió el kilo de pechuga de jamón de pavo de ¢3.763 a ¢6.518. Esto significa un alza de ¢2.755 por kilogramo de un año a otro (73% más). Al desmenuzar el incremento de ¢2.755, resultó que ¢2.237 corresponden al proveedor y ¢518 al CNP por su intermediación.
El crecimiento en el precio no es exclusivo de fajitas de carne o pechuga de jamón de pavo. También varió el costo de otros 18 artículos como carne molida de res, carne molida de cerdo, bistec de hígado, bistec de res, chuleta de cerdo, carne de res en trozos, salchichas bajas en grasa y mano de piedra, entre otros.
El aumento promedio en la lista de productos es del 30,5% solo para los hospitales del sur. Para centros médicos de otras regiones la variación promedio oscila entre 22% y 32%.
Esos porcentajes superan el 10,15% fijado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) como variación acumulada para las carnes entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021. El IPC es un instrumento elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para medir los cambios en el importe de los bienes y servicios en un periodo determinado.
¿Por qué aumentan los precios de la carne? Ni la Caja, ni el Consejo tienen una respuesta precisa y clara.
Verónica Obando González, jefa de contratación administrativa del Hospital Nacional Psiquiátrico, entidad responsable del contrato de la CCSS con el CNP, explicó que al inicio del trámite de prórroga “todo empezó muy bien”, pero de repente el Consejo manifestó que las tarifas subirían sin dar mayores explicaciones.
“Ellos mandan un oficio diciendo que ahora van a regir estos nuevos precios (...) El oficio no tiene sustento de nada, ellos nada más dicen que, por ejemplo, si antes la carne valía ¢3.000, ahora vale ¢5.000 ¿En qué se fundamentan para eso? Entonces, lo conversamos con los compañeros de costos y nos preguntamos ¿Cuál ley le aplico al CNP para ajustar los precios? ¿Le aplico la Ley de Contratación Administrativa, en la que uno tiene que desarrollar los índices (de precios) y una fórmula matemática o simplemente aplico la Ley Orgánica del CNP?”, cuestionó Obando.
Para resolver ese dilema, la CCSS pidió a la Dirección Jurídica un criterio para determinar bajo qué parámetros resuelve los ajustes exigidos por el CNP. Mientras tanto, estudia plantear un arreglo a los proveedores, según el cual, le entreguen la carne a los precios iniciales y si al final del estudio se avalaran los nuevos costos, la diferencia se pague retroactivamente.
Giselle Rojas Núñez, directora administrativa y financiera del Hospital Nacional Psiquiátrico, manifestó que, al preguntar las causas del incremento, les indicaron que se debe al aumento en el precio de los combustibles, al alza progresiva del costo de la carne en los mercados internacionales y hasta lo atribuyen a la crisis de contenedores, pero no les aportaron datos exactos para justificar el crecimiento en las tarifas para cada región del país.
Al preguntarle al CNP, la entidad respondió que se debe al aumento en el valor de las materias primas, en especial, el maíz amarillo con que se alimenta el ganado, pero tampoco aportó datos, tablas o documentos que permitan verificar la estructura de costos.
LEA MÁS: CNP cobra hasta un 12% de comisión por intermediar en compras de alimentos para escuelas
A la vez, el Consejo reconoció que para definir el aumento de precios para las carnes de res y cerdo que vende a la CCSS no se apegaron a la metodología existente, la cual consiste en monitorear las tarifas de los productos en carnicerías del país para obtener precios promedios, sino que solo se basaron en las cotizaciones que entregaron cada uno de los seis suplidores.
“Con los precios que establecimos con la Caja nos salimos de la metodología, son precios que establecimos entre la Caja y los suplidores directamente”, declaró Óscar Quirós Mena, director de la División Agrocomercial del CNP.
En una entrevista realizada el 9 de diciembre, José Angulo, gerente general del CNP, aseguró que los aumentos promedio para la lista de 19 productos cárnicos eran de 17%, pero al pedirle documentos que respaldaran lo dicho prometió enviarlos a través de la oficina de prensa. Al cierre de esta información no habían enviado lo solicitado.
Angulo declaró que el año pasado, antes de firmar el acuerdo con la CCSS, otras empresas privadas distribuidoras de carne ofrecieron a la Caja precios “totalmente disparados”. Sin embargo, al solicitarle detalles sobre eso, no pudo dar los datos.
“Ese dato exactamente no lo tengo, pero sí... A nosotros alguien nos comentó, de manera extraoficial, que los precios eran totalmente disparados”, comentó el gerente general del Consejo.
La CCSS señaló que este conflicto afecta a todos los hospitales públicos. En algunos, dijo, el impacto es mayor, pues tenían reservas menores de alimentos.
Facturas incompletas
El Hospital Nacional Psiquiátrico, encargado de las relaciones comerciales entre la CCSS y el CNP, reconoció que el expediente de ejecución del contrato no permite identificar lo que paga mes a mes cada hospital público al CNP por carne de res y cerdo, ya que algunos centros médicos no envían las facturas canceladas.
Esa inconsistencia impide precisar los desembolsos totales hechos por la CCSS al CNP. La Nación solicitó este martes 14 de diciembre la cifra a la Dirección de Comunicación de la Caja.
Otro obstáculo es que el expediente no está disponible en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop). Solo hay registros en papel y si se quieren consultar aspectos como los consumos promedios, tiempos de entrega, incumplimientos y calidad del servicio se debe ir a las oficinas del Hospital Nacional Psiquiátrico, en Pavas.
Según Giselle Rojas Núñez, la decisión de encargar la administración del contrato con el CNP a ese centro médico fue de la Gerencia de Logística de la CCSS, por considerar que tenía la capacidad técnica para la labor.
*Colaboraron los periodistas Marvin Barquero y Patricia Leitón