La gota que derramó el vaso cayó el 25 de noviembre, cuando la Caja informó de que el nuevo hospital de Cartago no estaba entre los proyectos con contenido presupuestario para el periodo 2016-2020.
La Alcaldía, el Concejo de Cartago y la Junta de Salud del Hospital Max Peralta, pegaron el grito al cielo.
La obra, que ha sido reclamada desde hace varias décadas, no estará lista en menos de 10 años, confirmó el director administrativo y Financiero del centro médico, José Mauricio Rosas Vega.
El nuevo hospital, de unos ¢73.000 millones, está en estudio técnico. Su fuente de financiamiento serán los recursos del pago de la deuda del Gobierno con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que aún se negocia.
De no variar los planes de la Caja, la construcción se estaría iniciando en el 2020, dijo Jorge Granados Soto, director de Arquitectura e Ingeniería de esa institución.
Expectativa. Este hospital, a cargo de la atención de más de medio millón de personas, ha recibido de parte de políticos de turno y autoridades de la Caja infinidad de promesas de mejora en los servicios desde que “fue premiado” con un cambio de categoría.
En mayo del 2001, se convirtió en el único centro regional transformado en hospital nacional de categoría A. Ese perfil solo lo tienen centros como el México, el San Juan y el Calderón Guardia
La intención era inyectarle capacidad para dar una atención más compleja, recordó la gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta, quien asegura que hoy la institución revisa esas clasificaciones por considerar que están “obsoletas”.
El cambio de categoría vino con un paquete de promesas. La principal fue la construcción del nuevo hospital, que sustituiría una edificación saturada , de 21.100 metros cuadrados, la cual no da abasto y ha tenido que expandirse otros 6.656 metros a edificios alquilados.
Pero estará primero el hospital de Turrialba, cuya construcción sí tiene ¢42.500 millones asignados en el portafolio 2016-2020.
En ese listado de proyectos, la única obra de infraestructura para el Max Peralta que dispone de presupuesto es la remodelación de los quirófanos por una suma de ¢1.150 millones.
También, existen recursos para equipos, como un angiógrafo (¢1.250 millones) y un tomógrafo helicoidal (este monto asciende a a más de ¢500 millones).
La falta del nuevo hospital llevó al alcalde de Cartago, Rolando Rodríguez, y al Concejo a elevar su malestar ante el presidente Luis Guillermo Solís.
Rodríguez solicita al mandatario “interponer sus valiosos oficios a fin de que el Hospital Max Peralta, de Cartago, sea incluido en el portafolio de proyectos de la Caja Costarricense de Seguro Social, para que se ejecute en el corto plazo (ante) las necesidades de salud que esta región presenta”.
Rodríguez recuerda el objetivo de esta obra: “(...) que los cartagineses cuenten con un centro médico que responda a las necesidades de una población creciente que ha visto postergada esta decisión por muchos años, a pesar del evidente colapso existente en los servicios actuales”.
El vicepresidente de la Junta de Salud del Max Peralta, Eduardo Castillo, considera que hay fuerzas internas en Cartago “que por razones mezquinas, increíblemente, van contra los intereses de su propia comunidad, solo para hacer prevalecer su criterio de que el terreno comprado no es el más adecuado”.
Gerardo Guzmán, de Cartago, dijo que esta es otra desilusión. “Con razón, en su discurso del 14 de setiembre, el presidente Solís no mencionó ni el hospital, ni el tren a Paraíso. Estamos defraudados completamente”.