María Fernanda Monge Montero recibió un hígado el 11 de marzo, gracias a que el Hospital Calderón Guardia avisó de la aparición de un donante para esta paciente del Hospital San Juan de Dios.
El trasplante para atender la falla hepática fulminante, que ella sufría, estuvo a cargo del equipo del Hospital México.
La coordinación fue posible gracias a la clasificación de potenciales receptores de órganos creado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), como una de las medidas para organizar el sistema de donación y trasplante en los 29 centros médicos públicos.
Así, por primera vez, luego de varias décadas, existe un mecanismo para asignar los órganos a aquellos pacientes que los necesiten, no importa cuál sea su hospital de referencia ni de dónde provenga el donador.
De acuerdo con el último registro de la Caja de Seguro, en esa base de datos hay 937 potenciales receptores de órganos.
Este registro está organizado mediante varios indicadores, pero el principal es la prioridad clínica de cada paciente según el criterio médico, dijo el coordinador del tema en la Caja, Marvin Agüero.
Los pacientes son incluidos en esa base de acuerdo con el grado de deterioro del órgano que requiere, así como por expectativa de vida. Desde este último criterio, los niños tienen especial prioridad.
Sin embargo, la cirugía dependerá de que aparezca un donante compatible con el enfermo.
La base jurídica de esta inscripción de receptores de órganos es la Ley de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos Humanos , aprobada en marzo pasado por la Asamblea Legislativa.
También se fundamenta en la política general institucional de donación y trasplantes de órganos y tejidos, aprobada por la Junta Directiva de la Caja antes de la ley, en setiembre del año pasado.
Marvin Agüero explicó que trabajan en la redacción del reglamento y en las normas de todo el proceso de donación y trasplante.
Esa es una labor que realizan, en conjunto, la Caja y el Ministerio de Salud. “La institución (CCSS) apunta a una integración y maximización de los recursos para garantizar la sostenibilidad de los programas”, dijo Agüero.
La ministra de Salud, María Elena López, manifestó: “Vamos por buen camino y pronto empezaremos a ver resultados”.
En ciernes. Este esfuerzo lo destacan la Defensoría de los Habitantes y las agrupaciones de pacientes.
“Es apenas el inicio de una gran lucha que debemos hacer entre todos: CCSS, ciudadanos, organizaciones de pacientes”, dijo Cintia Solano, presidenta de la Asociación Nacional Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi), una de las organizaciones que trabaja el tema.
Para la defensora de los habitantes, Ofelia Taitelbaum, el país está comenzando a entender la relevancia del tema.
“Lo importante de todo esto es que las cosas estén clarísimas, para prevenir situaciones como el tráfico de órganos”, expresó.
Tailtelbaum hizo referencia a un operativo realizado en junio del año pasado, cuando el Organismo de Investigación Judicial detuvo a al jefe de Nefrología del Hospital Calderón Guardia y a una policía por supuestos vínculos con una red de tráfico de órganos.
Según Marvin Agüero, durante el funcionamiento de la red se contará con el apoyo de países amigos que han desarrollado sistemas fuertes de donación y trasplantes.
En las próximas semanas, por ejemplo, se recibirá asesoramiento de expertos argentinos y uruguayos, sobre todo en el tema de la procuración de órganos.
En la actualidad, la tasa de donación de órganos en Costa Rica es apenas de tres por cada millón de habitantes.