Debido a la pandemia de la covid-19, el 8% del personal de la CCSS realizó sus tareas bajo la modalidad de teletrabajo. Este porcentaje lo componen 4.830 funcionarios
De enero a noviembre del 2020, estos funcionarios dieron desde su casa un total de 2,6 millones atenciones médicas mediante la teleconsulta, teleorientación y videollamadas, según datos del área Estadísticas en Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Al cierre de diciembre del 2020, la CCSS reportaba una planilla de 61.416 trabajadores.
“El teletrabajo se convirtió en una necesidad y en una estrategia para la continuidad de los servicios. Esta experiencia masiva confirmó, una vez más, que la tecnología es una aliada y socio estratégico, que ha generado un cambio cultural radical sobre todo en la forma de comunicarnos, de relacionarnos y nos puso a reflexionar como institución, en cómo reconvertir, reinventar y adaptar actividades de trabajo y gestión de procesos que antes eran impensables que se pudieran realizar de manera remota; un ejemplo de ello, ha sido la teleconsulta, entre otras modalidades alternativas de atención no presenciales” explicó en un comunicado Roberto Cervantes Barrantes, gerente general de la CCSS.
Profesionales en Medicina, Nutrición, Trabajo Social, Microbiología, Psicología, entre otras especialidades de hospitales y áreas de salud, junto a personal de unidades de administrativas, financieras y de pensiones a lo largo y ancho del país, se sumaron a esta modalidad para desarrollar sus tareas sin detener la atención.
“Se tiene conocimiento de que en casi todas las unidades en que se ha implementado esta modalidad laboral, se ha incrementado la productividad, básicamente por dos factores principales, el primero es porque se reducen los distractores laborales y el segundo por la virtualización de los procesos que, en muchos casos, ahorra tiempo”, mencionó Oscar Ramírez, jefe del Área de Dotación de Personal de la Dirección de Gestión y Administración de Personal y coordinador institucional de Teletrabajo.
Servicios como el de Cardiología del Hospital San Juan de Dios se integraron a esta modalidad donde sus profesionales establecieron un rol para atender de forma virtual y presencial a sus usuarios.
“El mayor aprendizaje ha sido que muchas de las actividades que se realizan en los puestos tienen posibilidades de convertirse en teletrabajables, realizando cambios, a veces muy pequeños, en la forma de hacer las cosas, ya sea aplicando tecnología, o simplemente, ajustes en el proceso”, señaló Ramírez.
El teletrabajo en la CCSS se viene implementando desde el 2013 por medio de una comisión responsable de promover y desarrollar la normativa institucional. En el 2017 tuvo un repunte cuando se adoptaron las medidas por la construcción del nuevo puente sobre el río Virilla, en la autopista General Cañas, pero en el 2020 se alcanzaron cifras que esperaban lograrse en cinco años e incorporando unidades como las médicas, donde antes no se había explorado esa opción.
Las necesidades de la pandemia de covid-19, sin embargo, también obligaron a la Caja a contratar poco más de 4.000 funcionarios para la atención especializada que requieren los pacientes con esa enfermedad, sobre todo, personal para cuidados intensivos.
Ahorro
Según la Caja, el teletrabajo ha generado ahorros en los rubros de alquileres de edificios, viáticos, traslados y pasajes.
“Particularmente los ahorros generados en el rubro de alquileres permitirán a la institución aprovechar y redistribuir mejor los espacios de trabajo, disminuir el hacinamiento y la posibilidad de crear los Centros Institucionales de Trabajo Compartido o Telecentros, con escritorios compartidos o espacios abiertos, que en países de Europa se han implementado con gran éxito”, dijo Ramírez.Ahorro
La labor ahora, según Cervantes es fortalecer con un plan de acción y virtualización, incluso como una medida para mitigar el efecto financiero de la pandemia.
Uno de los instrumentos técnicos que dará seguridad jurídica es el reglamento de teletrabajo, cuya propuesta se encuentra en proceso de aprobación de las autoridades superiores de la Caja, alineado con la Ley N. 9738 para regular el teletrabajo y su reglamento según el Decreto Ejecutivo N. 42083-MP-MTSS-MTSS-MIDEPLAN-MICITT.
“El teletrabajo tiene dos palabras claves: confianza y responsabilidad, confianza de parte de la jefatura y responsabilidad por parte del funcionario, es una relación de ganar–ganar”, concluyó Oscar Ramírez.
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Otras instituciones públicas del país están aprovechando las bondades del teletrabajo. Por ejemplo, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) mantendrá en teletrabajo a la mitad de su planilla una vez superada la pandemia debido al ahorro y conveniencia para el personal.
La disposición comprendería a unos 7.000 funcionarios, quienes hoy trabajan desde sus casa.