En mayo, la CCSS vacunará por primera vez a unas 35.000 niñas de 10 años contra el virus que causa el cáncer de cérvix.
Será la primera generación que quedará protegida contra el virus del papiloma humano (VPH), que causa un tipo de cáncer por el cual mueren alrededor de 130 mujeres al año, muchas en edad productiva y con hijos.
Esa vacuna se seguirá poniendo todos los años a partir de ahora, a las menores de esa edad, como parte del esquema nacional de vacunación.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) gestiona la compra de 100.000 dosis de la vacuna Gardasil cuadrivalente para aplicar en los centros educativos, públicos y privados, de todo el país.
La información la confirmó la coordinadora del Programa de Inmunizaciones de la CCSS, Leandra Abarca.
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La institución invertirá $1,5 millones en esta adquisición, informó Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS.
La vacuna que comprará la Caja todavía no ha ingresado al país, dijo Macaya, pues hay un problema de disponibilidad debido a la alta demanda mundial por este producto, que obligó a la Caja a adquirirla directamente a la empresa proveedora.
Leandra Abarca; sin embargo, explicó que se está organizando todo el sistema para arrancar en mayo, si no antes.
A las menores se les aplicará una dosis y seis meses después la otra, según el esquema vigente para esta vacuna.
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El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, informó de que la elección de la edad apropiada para vacunar tomó como base estudios que indican la edad promedio del inicio de la actividad sexual, que ronda los 14 años.
Salas dijo que “sería un crimen” si los padres no protegen a sus hijas contra esta enfermedad, considerada a nivel mundial como el segundo tipo de cáncer que más afecta a las mujeres.
La información trascendió durante una actividad científica organizada por la CCSS, en la cual se dieron a conocer los avances en las investigaciones sobre cáncer, con participación del exdirector del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos, Douglas Lowy.
Este médico, quien ha impulsado la investigación sobre este tipo de cáncer, garantizó la seguridad y efectividad de esta vacuna.
Rolando Herrero Acosta, investigador de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biométicas (ACIB), dijo que había evidencia de que la protección contra el papiloma sería para toda la vida de la mujer y secundó a Lowy en la defensa de la seguridad y eficacia de esta vacuna.
Herrero también es el jefe de la Sección de Detección y Prevención Temprana, de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer de la Organización Mundial de la Salud.
Actualmente, la vacuna se aplica en 85 países de todo el mundo, a niñas entre los 10 y 15 años.
En Costa Rica, por el momento, solo se puede comprar en farmacias privadas.
La actividad en la que trascendió esta información se realizó en el Centro Nacional de Convenciones, en Barreal de Heredia, con presencia del presidente Carlos Alvarado, y las máximas autoridades de Salud.
Una lucha que no termina
Cada 12 horas es detectada en Costa Rica una mujer con cáncer de cérvix: son unas 730 al año.
La mitad de ellas tiene la suerte de que el cáncer aún no se ha extendido en su organismo (cáncer in situ); sin embargo, en el otro 50% los tumores ya han invadido.
Por año, mueren alrededor de 130 mujeres debido a este tipo de cáncer.
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La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es la segunda contra el cáncer que se incorpora en el esquema nacional, tras su aprobación por la Comisión Nacional de Vacunas, del Ministerio de Salud. La primera en incluirse fue la de la hepatitis B, hace unas dos décadas.
Esta enfermedad, causada por la infección del virus del papiloma humano (VPH), es la cuarta más frecuente entre todos los tipos de cáncer que afectan a los ticos, y la tercera entre los que más atacan a la población femenina.
Se transmite por vía sexual, lo cual también ha llenado de estigmas a quienes la padecen.