La Caja Costarricense del Seguro Social está obligada a reforzar las medidas para promocionar la salud y prevenir la enfermedad, si quiere garantizarse una población adulta mayor saludable los próximos años, cuando se prevé un incremento sostenido en la cantidad de ancianos y en su presión sobre los servicios.
La urgencia de realizar ajustes a nivel comunitario para mejorar la calidad de vida de la población adulta mayor de Costa Rica se discute durante la Semana Geriátrica, que empezó hoy en el Colegio de Médicos y Cirujanos.
En los últimos años, los egresos hospitalarios entre los ancianos han crecido a un ritmo de 2,3% anual, las consultas especializadas para esta población también aumentaron un 4,2% y las atenciones de urgencias subieron un 6%. Este crecimiento será sostenido durante las próximas décadas.
LEA: 250 adultos mayores son abandonados cada año
Enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y el cáncer tienden a aumentar durante los últimos años de vida como resultado, principalmente, de los hábitos que tuvieron las personas en sus primeras décadas.
De acuerdo con las proyecciones de población de Costa Rica, se calcula que en el 2020, un 16% de la población tendrá más de 60 años y presionarán los servicios de salud, informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en un boletín de prensa.
LEA: Mayoría de cuidadores llevan carga sin ayuda
La presidenta ejecutiva de la CCSS, María del Rocío Sáenz Madrigal, y el director del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Fernando Morales Martínez, coincidieron en la necesidad de fortalecer todas las acciones de atención primaria para mejorar las condiciones de salud de este sector de la población que se está ensanchando en forma acelerada.
LEA: Estado cojea para atender a su población de mayor edad
Según Morales, es necesario que los problemas de salud de la población adulta mayor se aborden desde la atención primaria.
Para él, esto implica fortalecer las acciones de promoción de la salud y de prevención de la enfermedad para reducir el impacto de las enfermedades crónicas que están afectando considerablemente su calidad de vida, mencionó la CCSS en un boletín.
Morales insiste en que el trabajo de promoción y prevención debe empezarse a corta edad y fortalecerse entre los 40 y 60 años para tener una vejez más exitosa.
Agregó que hay suficientes evidencias científicas de que la práctica regular de actividad física tiene un efecto protector que se reflejan en una mejor calidad de vida de la población adulta mayor.
Sáenz y Morales aseguran que en el entorno familiar y comunitario se deben hacer transformaciones que faciliten al adulto mayor desenvolverse, para que incremente su funcionalidad e independencia.
LEA: Conapam: "Es injusto imponerle la crianza de los nietos a los abuelos"
Según Sáenz, "hay que hacer un frente común para establecer estrategias innovadoras y efectivas que nos permitan controlar y prever tales padecimientos y traumas en esta población. El reto debe ser evitar la hospitalización y promover una atención más comunitaria, domiciliaria y ambulatoria".