La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) anunció este miércoles un presupuesto institucional de ¢5,3 billones para el próximo año, los que representan un incremento del 10% respecto a 2021, cuando el gasto estimado ascendió a ¢4,85 billones.
Así lo dieron a conocer en conferencia de prensa Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS, y Gustavo Picado Chacón, gerente financiero de la entidad.
De acuerdo con los jerarcas, el 62% de su plan de gastos estará destinado al Seguro de Salud y Maternidad (SEM), por un monto previsto de ¢3,3 billones. Un 35% irá al seguro de pensiones del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y el 3% restante al Régimen No Contributivo (RNC) por ¢167.388 millones.
En conjunto, esta sería la previsión de gasto más grande de una institución pública dentro del proyecto de Ley de Presupuesto Nacional del 2022, pues de recibir aprobación de la Contraloría General de la República, devoraría 46,3% de todo el plan de gasto del Gobierno, confirmaron ambos voceros.
La suma de ¢5,3 billones equivale al 13,2% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado para el 2022, confirmaron los voceros.
Según Macaya Hayes, “ante el panorama económico del país, producto de la emergencia sanitaria este presupuesto se realizó con estimaciones más conservadoras y criterio de priorización de los recursos”.
Al detallar los ingresos, Picado explicó que en el caso del Seguro de Salud y Maternidad (SEM) los ingresos corrientes representan 77%, dentro del cual las contribuciones son el flujo más importante con un 63% (el sector privado es el que más aporta 54%; seguido del sector público con un 46% de participación).
El número de trabajadores cotizantes del Seguro de Salud esperado para el período 2022 es de 1.850.995 y el salario promedio de ¢628.195. Otros ingresos que la CCSS recibe provienen de capital (10%) y financiamiento (13%).
En detalle
En cuanto a los gastos en salud, 45% del presupuesto (¢ 1.494.829,6 millones) se destinarían al pago de salarios, que representa el 28% del presupuesto de la CCSS del otro año. No obstante, según las autoridades, el gasto en remuneraciones sería un 1,1% menos respecto al 2021 pues el pago previsto de remuneraciones sería por ¢ 1.511.403,3 millones.
En infraestructura se asignaron ¢168.383,7 millones, en equipamiento ¢111.691,3 millones, en servicios ¢303.985,3 millones, y en materiales y suministros ¢528.167,1 millones. Hay además activos financieros contemplados por ¢490.380,4 millones.
Macaya adelantó que entre las previsiones principales para el próximo año se incluyen obras de infraestructura, equipamiento y un proceso agresivo para reducir tiempos de espera en consultas y tratamientos que se atrasaron por la pandemia de la covid-19, la cual ha demandado en el 2020 y 2021 más atención de la Caja y sus recursos.
“Esto es algo que se discutió cuando se hizo el presupuesto, estamos claros de que tenemos que hacer un gran esfuerzo para bajar tiempos de espera. En el 2019, implementamos más de 208 programas de reducción de tiempos de espera con distintos recursos para realizar cirugías, atención de consulta especializada y otras. Lo vamos a retomar con vehemencia e intensidad. Son estrategias que sí funcionan. Todo se volverá a implementar y esto está contemplado”, manifestó Macaya.
En lo referente al Régimen No Contributivo, para el 2022 se prevén ¢167.388,8 millones, los que se repartirían en el pago de 127.288 pensiones ordinarias para adultos mayores y menores de edad con parálisis cerebral profunda, autismo, mielomeningocele o cualquier otra enfermedad ocurrida en la primera infancia con manifestaciones neurológicas equiparables en severidad.
(*) Noticia en desarrollo