La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) analiza incluir dentro de su inventario usual de medicamentos, un fármaco preventivo contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Si bien la profilaxis prexposición (PrEP) ya se suministra a unas 1.500 personas en el país, como parte de un plan piloto con dosis donadas por la cooperación internacional, la intención es que la Caja compre esa medicina de manera permanente, para garantizar su suministro constante.
Las gestiones las confirmó Gabriela Terwes, coordinadora del programa de normalización de VIH y enfermedades de transmisión sexual de la CCSS. De acuerdo con la funcionaria, el proceso por lo general toma cerca de un año y, en este caso, “ha avanzado mucho”.
El trámite, explicó la funcionaria, incluye estimar los costos de la compra y la evaluación de los proveedores que pueden suministrar el producto.
La PrEP ingresó al país en el 2021, con una donación del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial). Terwes explicó que la eficacia de la terapia está más que comprobada, por lo que el plan piloto lo que buscaba era determinar si el servicio tendría demanda en el país.
“Queríamos ver cómo se comportaba la oferta y la demanda en los servicios, la infraestructura, la capacidad de respuesta que tenían los servicios locales, y viera que ha sido interesante porque la demanda ha sido alta, incluso más alta en PrEP que en personas que llegan a tamizarse por VIH”, afirmó Terwes.
La PrEP la pueden tomar personas que aún no hayan contraído el virus del VIH, pero que sean particularmente propensas a contraerlo por contacto sexual con individuos positivos. Según la indicación médica, las pastillas se toman a diario o solo cuando se va a tener una relación de riesgo.
El medicamento bloquea la capacidad del VIH de comenzar una infección, por lo cual, utilizado correctamente, su presencia en la sangre puede evitar que el patógeno se establezca en el organismo.
Según Terwes, el medicamento solo se ha proveído a 1.500 personas porque es la cantidad para la que alcanza con las donaciones del Fondo Mundial, aunque la demanda ha sido superior. Entre marzo y abril estaría llegando un nuevo cargamento, que permitiría extender el tratamiento a la población activa y añadir unos 500 beneficiarios más.
Si la institución adquiere el tratamiento con recursos propios, se podría empezar a brindar inicialmente a unas 2.500 personas, afirmó la especialista.
En riesgo por otras ETS
El gran pero de la PrEP es que solo protege a sus usuarios del VIH, no de sífilis, gonorrea, clamidia ni ninguna otra enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Pese a esa limitante, la CCSS y organizaciones de la sociedad civil notan que la disponibilidad del medicamento ha generado una falsa sensación de seguridad en la población. El temor ahora, es que los pacientes se confíen en la PrEP y descuiden las prácticas de seguridad principales, como el uso del condón.
Pablo Ovares, director de la fundación VIHDA, ha notado también ese comportamiento.
“Por más que se le dice a la persona, lo preferible para ellos es decir ‘tomo PrEP, no me infecto de VIH pero qué importa si me infecto de algo más porque hay tratamiento’. El VIH todavía lo piensan, pero con lo demás hacen caso omiso”, afirmó Ovares.
Terwes por su parte, aseguró que es más usual que una persona llegue a los hospitales de la CCSS a solicitar la PrEP, que a realizarse una prueba de VIH.
“Esto no puede ser. Es contradictorio, proque entonces quiero prevenir el VIH pero no me importa qué pasa con las demás (ETS), entonces por principios éticos y profesionales, la Caja no puede dar una consulta aislada”, explicó la funcionaria.
Antes de recetar la profilaxis prexposición, las clínicas de la institución orientan al usuario sobre las medidas preventivas que debe mantener para resguardar su salud, adicionales al medicamento. Además, realizan un tamizaje para asegurarse de que la persona no haya adquirido ya el VIH, pues en ese caso, el tratamiento que requiere es diferente.