La CCSS frenó, de momento, su idea de tomar ¢13.000 millones directamente de la reserva de pensiones del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) para reforzar el edificio de sus oficinas centrales y ahora se dará un tiempo para decidir sobre tres opciones que analiza.
Se trata del edificio Laureano Echandi que está en la avenida segunda. Allí se encuentran las principales direcciones y gerencias de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), así como la presidencia ejecutiva y el salón de sesiones.
Dicho inmueble, propiedad del IVM, requiere un reforzamiento estructural para hacerlo más seguro ante temblores y cumplir con la última versión del Código Sísmico.
En octubre pasado, los jerarcas de la Caja acordaron que el dinero para las obras –que inicialmente se estimaban en ¢23.000 millones, pero luego el monto bajó a ¢13.000 millones– sería tomado de las inversiones o, de la reserva del programa de pensiones.
Así consta en el oficio DI-1636-2013, del cual La Nación tiene copia y en el cual la gerencia de Pensiones instruye al director de Inversiones, Álvaro Vega, para que haga “las gestiones que corresponda (...) para que los recursos financieros requeridos para el avance del proyecto sean debidamente presupuestados”.
En su misiva de respuesta a la solicitud de la gerencia de Pensiones, Vega expresa su oposición a tomar dinero del IVM por considerarlo un gasto y no una inversión.
Análisis. Ante esa disyuntiva y por opiniones similares manifestadas por la Superintendencia de Pensiones (Supén) –que supervisa las jubilaciones de la CCSS– es que esta última evaluará otras opciones.
Gabriela Murillo, gerente de Infraestructura de la Caja, explicó que una de ellas es que el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) le compre el edificio al IVM y asuma las obras.
Gustavo Picado, gerente financiero de la Caja, comentó que el edificio Laureano Echandi tiene un valor estimado de ¢7.500 millones.
Otra de las alternativas, apuntó Murillo, es que el IVM asuma el costo de los trabajos y, luego de eso, incremente el alquiler al SEM.
La tercera opción, pero la menos viable, expresó Murillo, es que el SEM (oficinas centrales) busque otro inmueble y deje el Laureano Echandi al régimen del IVM para que lo repare y luego lo alquile.
“Lo que sí es cierto es que el edificio necesita el reforzamiento. Ninguna de las obras será de embellecimiento, sino para garantizar que en un sismo la estructura va a soportar y será segura para los funcionarios y visitantes”, insistió Murillo a inicios de esta semana.
Con respecto al costo de los trabajos, que inicialmente la CCSS calculó en ¢23.000 millones y ahora en ¢13.000 millones, Murillo afirmó que se trató de un error y que la cifra real es la más baja.
La decisión de lo que se hará en el edificio y su financiamiento se tomaría a más tardar en enero.