Los directores de cada hospital deberán sopesar el lunes los efectos de la huelga anunciada por los sindicatos en cada centro médico y a partir de esa medición tomarán decisiones para tratar de minimizar el perjuicio para los pacientes.
Roberto Cervantes, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), dijo que cada jerarca hospitalario contará con “instrumentos para medir en tiempo real la afectación”.
Según los efectos del movimiento contra la reforma fiscal, podría incluso considerarse el traslado de pacientes o de personal a otros centros.
El anuncio lo hizo Cervantes y otras autoridades de la Caja durante una conferencia de prensa, al tiempo que llamaron a los funcionarios a mantener la prestación de servicios a pesar del llamado a paralizar labores planteado por el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (Bussco), Patria Justa y las centrales sindicales.
Este llamado alcanza también al sector educación, uno de los más sensibles.
Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja, aseguró que poseen un equipo institucional que se activa cuando hay emergencias de cualquier tipo.
“Una huelga donde podría haber una amenaza de cesación de ciertos servicios es una emergencia, eso ya está encaminado, hay una serie de medidas de contingencia que implementamos para monitorear en tiempo real del lunes en adelante”, añadió.
Según el jerarca, esas medidas incluyen un tratamiento diferenciado según los servicios y pacientes que se podrían ver afectados, además se garantizará el aprovisionamiento de insumos, medicinas, lavandería y seguridad.
Asimismo, dará prioridad a los pacientes crónicos que requieren atención continua y a las emergencias.
A consecuencia del movimiento de protesta del 25 de junio, se perdieron 6.675 citas en total, 352 cirugías programadas y 810 procedimientos ambulatorios.
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Cervantes sostuvo que se lograron reponer en “corto tiempo” las citas y cirugías perdidas.
Los sindicatos, en esa y otra huelga anterior, aseguraron que mantendrían la atención de emergencias y casos crónicos, pero La Nación pudo confirmar que hubo pacientes de los servicios de Oncología y Radioterapia, que no fueron atendidos.