La orden sanitaria que emitió el 31 de octubre el Ministerio de Salud para que la CCSS ponga fin al descalabro en la red nacional de trasplantes surtió un primer efecto.
La Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social aprobó un cambio con el fin de tener siempre disponibles los equipos médicos responsables de extraer órganos de donantes cadavéricos y de hacer, principalmente, los trasplantes de riñón y de hígado.
La medida consiste en variar la modalidad de pago a los especialistas que trabajan en estos complejos procedimientos, pues actualmente, laboran por medio de un sistema voluntario: si se les llama, depende de ellos acudir o no. En caso de que uno solo del equipo diga que no, se cancela el procedimiento.
Pero, de ahora en adelante, a todos los equipos de trasplante renal e hígado se les reconocerá la jornada extraordinaria con disponibilidad y acudir será obligatorio.
“Con esta medida la Caja busca garantizar que diariamente estén disponibles cinco equipos de trasplante renal, tres equipos de trasplante hepático (dos adultos y uno pediátrico) y uno de corazón y pulmón”, declaró el gerente médico, Mario Ruiz Cubillo.
En el caso del equipo de trasplantes de corazón y pulmón se mantiene el pago de monto único “con el cual vienen trabajando sin problemas y se mantiene la alerta voluntaria”, indicó la CCSS.
Mediante un comunicado, la entidad dio a conocer esta y otras medidas incluidas dentro de un “plan estratégico” para el fortalecimiento del Programa Institucional de Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos.
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El plan acordado este jueves por la Junta Directiva, surge luego de que La Nación diera a conocer un informe técnico que fue tomado como base por el Ministerio de Salud para girar la orden sanitaria a la entidad, tras revelar que al menos 21 personas han fallecido en lo que va del año, mientras esperaban un trasplante de riñón.
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El documento también señala un conjunto de fallos en el programa de trasplantes de la Caja, que han provocado el descalabro de esa red.
Entre ellos, la persistencia de problemas de administrativos como causantes de la pérdida de órganos para trasplantar, la inequidad en la distribución de órganos y tejidos, y la asignación de los disponibles sin cumplir con el criterio de gravedad del receptor establecido por ley.
Según lo informado por la Caja este jueves, la propuesta aprobada establece indicadores de gestión: tasas de procuración cadavérica, tasa de donación general (cadavérica y viva), se prioriza la intención de donación cadavérica sobre la donación viva en una relación 80/20, se establecen tasas de donación efectiva, y tasas de aprovechamiento de órganos vitales de 80% para trasplante de riñón e hígado y de un 50% para trasplante de corazón y pulmones.
Además se fijan indicadores de calidad en la gestión de procuración, morbilidad, mortalidad y sobrevida, y se define la necesidad de establecer tiempos óptimos de respuesta.
El gerente médico dijo que desde hace seis meses trabajaban en esta iniciativa, la cual ya consideraba los aspectos solicitados por el Ministerio de Salud en la orden sanitaria.
Ruiz reconoció que se identificó en operativos de donación cadavérica, la conformación incompleta de equipos de trasplante, principalmente en el de riñón.
De acuerdo con los datos de la Caja, la tasa de donación cadavérica registró un “incremento significativo”. Mientras en el 2010 era de 3 por cada millón de personas, en 2017 fue de 6 donantes, en 2018 de 7 donantes y la meta al 2025 es llegar a 21 donantes por millón de personas
Actualmente en la CCSS están autorizados por el Ministerio de Salud para realizar trasplante renal los hospitales de Niños, San Juan de Dios, Max Peralta, México y Calderón Guardia.
En tanto, el trasplante hepático se hace en los hospitales de Niños, México y Calderón Guardia; este último también es el único autorizado en trasplante de corazón y pulmón.