La pandemia drenó recursos por más de ¢252.900 millones a las arcas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que hasta junio había perdido 87.434 cotizantes para el seguro de Salud y 86.649 para el de pensiones.
Solo en el seguro de Salud, que atiende los riesgos de enfermedad y maternidad —según los datos a junio—, se dejaron de recibir ¢135.960 millones, entre contribuciones sociales y transferencias. En el IVM, el monto para la misma fecha ascendía a ¢85.958 millones.
Sin embargo, Luis Diego Calderón Villalobos, gerente financiero de la institución, confirmó que el impacto total de la pandemia con datos reales alcanza los ¢252.935 millones, entre abril y agosto.
“A diciembre de este año, proyectamos que este faltante puede andar entre los ¢412.000 y ¢560.000 millones, dependiendo de las transferencias que nos pueda hacer el Gobierno Central”, precisó Calderón.
“Ha habido una reducción por impacto económico debido al efecto del empleo. Esto implica menos ingresos para la CCSS. Es una baja de 4,4% para el Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y 4,8% para IVM”, confirmó el presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya Hayes.
El jerarca dijo la información en la conferencia de prensa para presentar el presupuesto aprobado para el 2021, por ¢4,8 billones.
En el seguro de Salud, amplió Calderón, la caída se debe a la baja en los ingresos y al aumento de los gastos que se han ido asignando al fondo de emergencias institucional.
Ese fondo existe desde el 2016 para enfrentar contingencias como inundaciones y terremotos. Este año, se depositaron ahí ¢45.000 millones, pero debido a la alta demanda de servicios como la compra de equipo de protección personal (EPP), pruebas reactivas y contratación de personal suplente, la inversión hasta la fecha supera los ¢125.000 millones.
Proyecciones institucionales elaboradas en abril, calculaban hasta en ¢300.000 millones las pérdidas en el seguro de Salud y en hasta ¢417.000 millones lo que podría dejar de percibir en pensiones, hasta agosto, por efectos de la covid-19.
Con esos escenarios, el presupuesto del 2021 se trabajó “a conciencia”, para buscar garantizar la misión institucional y el objetivo de balance de sostenibilidad financiera, sostuvo Macaya.
El monto total presupuestado para atender las necesidades de ambos seguros, y del Régimen No Contributivo (RNC), con el que se le dan pensiones a las personas más pobres, supera los ¢4,8 billones. En términos generales, bajó un 9% respecto al del 2020, dijo Calderón.
Un 62,3% del monto total es para la atención en salud de todas las personas (poco más de ¢3,17 billones); un 34,5% se destinará a las pensiones del IVM (¢1,6 billones), y el 3,2% al RNC (¢156.766 millones), informó la institución en conferencia de prensa, al mediodía.
“Este presupuesto lo que busca es un balance entre la necesidad de seguir atendiendo la pandemia, continuar atendiendo a quienes tienen padecimientos no covid (la carga de morbilidad normal) y, al mismo tiempo, lograr un equilibrio financiero que nos garantice la posibilidad de alcanzar las metas propuestas en el nuevo año", enfatizó Macaya.
Pandemia sigue en previsiones
Macaya recordó que la pandemia ha sido, hasta ahora, la emergencia más larga que ha enfrentado la institución en toda su historia.
“Antes, la emergencia más prolongada fue la huelga de setiembre del 2018, que duró un mes: del 10 de setiembre al 10 de octubre", recapituló.
Por eso, la covid-19 no saldrá de las previsiones institucionales en un buen rato. Para 2021, se presupuestaron ¢60.000 millones de inyección para el fondo de emergencias, que estaría dedicado casi exclusivamente a la pandemia, sin límite para aumentar el monto, de ser necesario.
También quedaron previstos ¢21.934 millones para recuperar las cirugías, consultas y procedimientos médicos que han tenido que ser postergados para dar prioridad a la pandemia.
Macaya aseguró que alrededor de un 20% de las consultas han quedado rezagadas por la pandemia. El otro 80% se ha logrado resolver con modalidades virtuales, como la telemedicina o las videollamadas, usando plataformas tecnológicas, y las menos presencialmente.
“Lo bueno de esto es que sabemos cómo reducir las listas. Utilizaremos las jornadas de alto impacto y más de 200 programas que han demostrado tener éxito en la reducción de los tiempos”, manifestó.
Por su parte, Roberto Cervantes Barrantes, gerente general de la entidad, explicó que se presupuestaron fondos tanto para la atención de la emergencia como para la fase de rehabilitación.
"Inicialmente, se está haciendo un plan poscovid. Esperábamos que esto terminara más rápido, pero se ha prolongado”, reconoció.
El portafolio de inversiones en infraestructura y equipo se mantiene, dijo Cervantes. Para el 2021, se destinarán ¢228.461 millones en proyectos que están avanzando, como la torre de quirófanos del Hospital México, el nuevo hospital de Puntarenas y el de Turrialba.
La intención institucional, de manera tangencial, según aclaró Macaya, es colaborar también en la reactivación económica de las comunidades donde se localizan y desarrollan estas obras.
Cervantes advirtió que con el RNC se hará lo posible para cumplir con el objetivo de otorgar las 5.000 pensiones nuevas al año prometidas por el gobierno, pero que esto solo dependerá de las transferencias que se hagan desde el Ejecutivo.
Hasta este miércoles, el Ministerio de Salud registraba 616 personas hospitalizadas por covid-19, de ellas, 249 en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Han fallecido 781 enfermos.