Revisar el cronograma de proyectos del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), único especializado en atender a la población con discapacidad en Costa Rica, implica encontrarse con obras que, con suerte, podrían concretarse entre 2030 y 2051.
Este cronograma, elaborado en el 2023 pero que por ahora sigue vigente, incluye 27 proyectos. Entre ellos se encuentran la mejora del área de quirófanos, con la instalación de aires acondicionados y el reemplazo de la red eléctrica. Estos trabajos están programados para iniciar en 2028 y 2030, respectivamente, con una expectativa de culminación a inicios de la próxima década.
En la lista está un tanque de combustible, cuya construcción comenzaría en el 2035. Además, hay consultorios para iniciar en el 2041, y un área de descanso para las guardias médicas cuyo levantamiento estaría previsto comenzar en 2046 y finalizar un año después.
La construcción del área de ropería es el último proyecto en la lista de 27 obras. Si no aparecen proyectos más urgentes, su construcción arrancaría en junio de 2049 y finalizaría en febrero del 2051.
Hay otros proyectos que, por ser de mayor magnitud, ni siquiera están en ese registro. Por ejemplo, entre seis y diez quirófanos nuevos. Actualmente, solo tienen cuatro, y uno no funciona desde hace tres meses por un daño en el aire acondicionado, lo cual tiene al hospital operando sin un tercio de su capacidad quirúrgica.
Las nuevas salas de cirugía están en manos de la Dirección de Arquitectura e Ingeniería (DAI), de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pero no figuran aún entre las obras prioritarias, informó la dirección médica del Cenare.
De los 27 proyectos, hay cinco que clasifican en condición de riesgo alta, lo cual quiere decir que podrían afectar la prestación de servicios esenciales y se requiere de una intervención oportuna.
Por ejemplo, está el sistema de calentamiento de agua, la ampliación de la capacidad eléctrica del hospital, el reemplazo de la red eléctrica secundaria y el trabajo en quirófanos. Están para comenzar a construirse entre 2025 y 2030.
Otros cuatro clasifican en condición de cuidado pues deben ser atendidos con prontitud. Entre ellos, el reemplazo de la red de agua potable y el tanque de captación, y la ampliación de los servicios de apoyo. Sin embargo, su comienzo estaría entre 2031 y 2036.
Los demás proyectos tienen una condición de riesgo bajo.
Casi cinco años después de que el Cenare fuera transformado en el Centro de Atención Especializada para Pacientes de Covid-19 (Ceaco) −función que tuvo durante 20 meses−, el director médico, Roberto Aguilar Tassara, aclara que el Centro no quedó como la gente se lo imagina al cerrar el Ceaco y regresar el Cenare.
“La gente piensa que nos dejaron más y mejores quirófanos, una torre llena de servicios y camas y un súperhospital. No. Me dejaron el mismo hospital con una zona de hospitalización en mejores condiciones, pero todo lo demás sigue igual: un laboratorio, farmacia y rayos X totalmente estrujados.
“Después de Ceaco tenemos red de oxígeno, una mejor red de gases medicinales, mejor instalación de corriente eléctrica, que era del año 77 y no aguantaba equipo nuevo. Contamos con unidad de cuidado intermedio. Ese es el Cenare", dijo Aguilar.
El director enfatizó en que las personas no pueden esperar un Cenare convertido en hospital general con equipo, infraestructura y personal como lo tienen el México, el San Juan de Dios o el Calderón Guardia.
Existe una larga lista de proyectos que se hace cada vez más extensa y prolongada en el tiempo, pues no pasa un día sin que surja una obra urgente por incluir.
Cada proyecto que se anota en este cronograma sale del presupuesto del Cenare, que ronda los ¢18.000 millones anuales. El Hospital San Juan de Dios, por ejemplo, tiene un presupuesto de casi ¢180.000 millones para 2025, el más alto entre los 29 hospitales de la CCSS.
En 2022, la Asociación Nacional de Profesionales en Enfermería (ANPE), uno de los sindicatos más fuertes dentro de la CCSS, reclamó un presunto incumplimiento para fortalecer el Cenare, según lo prometido por la CCSS en los primeros meses pandémicos.
“No omitimos manifestar que la promesa del Dr. Román Macaya Hayes, expresidente ejecutivo, y el Dr. Mario Ruiz Cubillo, exgerente médico, era fortalecer al Cenare; sin embargo, sus gestiones ya concluyeron en esos cargos y la promesa se quedó en eso, palabras que quedaron sin sustento en acciones”, recuerda una carta de agosto del 2022 de ANPE.
Sin cirugías de columna en el Cenare
A finales de octubre, trascendió la suspensión del programa de columna del Cenare, que funcionó del 2021 a junio anterior. Dos ortopedistas y un neurocirujano solicitaron cese de funciones en agosto ante la carencia de condiciones para hacer cirugías complejas, como las que necesitan los pacientes con escoliosis.
Las autoridades hospitalarias han explicado que el Cenare no ofrecía a este programa todas las condiciones que requerían los cirujanos. “No es que no se pueda hacer cirugía compleja. Lo que (Cenare) no puede hacer es cirugía compleja que requiera un cuidado posoperatorio crítico. No tenemos las condiciones para eso", aclaró Aguilar Tassara.
El cuidado posoperatorio crítico necesita, entre otros requerimientos, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), banco de sangre y equipos como tac; además de más personal de enfermería, condiciones que el Cenare no puede aún ofrecer.
“Hay una falsa sensación en la población de que, después del Ceaco, esto quedó a nivel de un hospital general. El Cenare, desde el punto de vista de cuidado médico, cirugía o laboratorio, tiene menos condiciones que un hospital general. Tiene menos capacidad, incluso, que un hospital regional. Los CAIS que han construido tienen mejores y más quirófanos que nosotros", aclaró Aguilar.
A mediados de noviembre, Allan Mora, médico especialista en Ortopedia y Traumatología, y jefe de Cirugía en el Cenare, explicó que la unidad de columna tomó impulso luego de que la Caja prometió fortalecer el Centro.
“Recuerdo al Dr. Ruiz (Mario Ruiz, entonces gerente médico de CCSS) diciéndome que esto quedaría como un hospital fortalecido. ¡Mentira! Hicimos un proyecto de fortalecimiento del Cenare. Estuve sentado 8 meses con el analista económico para hacer eso para la CCSS. Hay un documento de 200 páginas”, declaró Mora en entrevista con La Nación.
Según el jefe de Cirugía, ese proyecto de fortalecimiento incluía 6, 8 o 10 quirófanos. La CCSS, según dijo, prometió dejar al Cenare una UCI, el eslabón que se necesitaba para abrir la unidad de columna.
Sin embargo, a hoy la CCSS no tiene un proyecto en esa dirección para el Cenare; mucho menos lo tiene ese hospital.
Aguilar Tassara asegura que el objetivo del Cenare es ser un hospital de rehabilitación; reconoce que apenas da abasto. Afirma que el Centro data de 1977 pero que ha ido mejorando con el tiempo.
“Vamos poquito a poquito, pero si tenemos que hacer algo importante y entra una urgencia, esto nos atrasa uno o dos años. Se daña el aire acondicionado, que es especial para quirófanos, y hay que hacer todo el trámite en Sicop (Sistema Integrado de Compras Públicas); nos puso de primero ese proyecto en la lista.
“Entonces, el laboratorio pasó a segundo lugar, y si viene otra emergencia pasará a tercero, y así va. Las cosas importantes empiezan a ser desplazadas por las urgentes. Hace que nosotros no tengamos a veces la respuesta que deberíamos”, dijo Aguilar.