Más de 1,1 millones de costarricenses conviven con un fumador, lo que los expone a los mismos riesgos para sus pulmones y corazón que tienen quienes sí fuman.
Datos brindados la mañana de este martes por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) indican que el 20% de la población costarricense es fumadora pasiva, mientras que solo un 14% fuma de manera activa.
"Estamos hablando de que casi un 35% de la población está expuesta al humo del tabaco, esto es mucho, y afecta muchísimo a la salud. Un fumador pasivo aspira tres veces más alquitrán y nicotina, y cinco veces más monóxido de carbono que un fumador activo", explicó Roy Wong, epidemiólogo de la CCSS.
Una de las situaciones que más preocupan a los especialistas es que entre le 30% y el 35% de los fumadores pasivos son niños. Esto aumenta el riesgo de enfermedades como el asma.
"Hay una estrecha relación entre el asma y el fumado pasivo. El 30% de la población asmática convive con un fumador, y esto empeora la salud del niño", comentó Manuel Soto, neumólogo del Hospital Nacional de Niños, quien lleva más de una década investigando el asma en Costa Rica.
"Además, si una mujer fuma durante el embarazo, el feto consume todas esas sustancias, y esto aumenta el riesgo de bajo peso al nacer, síndrome de muerte súbita, y hay mayor riesgo de partos prematuros y abortos espontáneos", añadió.
Además, los no fumadores que conviven con un fumador tienen 35 veces más riesgo de cáncer de pulmón que los no fumadores que no conviven con el humo del cigarrillo.
Este tipo de enfermedades son de las más riesgosas para la salud y de las más caras para el sistema nacional. Solo en 2014, la CCSS invirtió ¢91.333 millones en la atención de enfermedades relacionadas con el tabaco.
Campaña. Para bajar los riesgos del fumado pasivo, la Caja lanza una campaña a través de radio, televisión, redes sociales y vayas publicitarias para hacer a las personas concientes de que deben eliminar el humo del tabaco.
Además, se irá a las comunidades con más incidencia de fumado a una gira artística con un grupo de baile para animar a la gente a no fumar.
"Tenemos que exigir espacios libres de humo por el bien de nuestra salud y la de nuestros niños", aseveró María del Rocío Sáenz, presidenta ejecutiva de la CCSS.
Y Soto concluyó: "tampoco se trata de no fumar cerca de los niños, se trata de no fumar del todo. El olor a tabaco en la ropa ya puede exponer la salud del menor".