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Si alguna vez le ha pasado por la mente la idea de pedirle a ChatGPT o a cualquier otro programas de inteligencia artificial (IA) crear un plan de alimentación, mejor no lo haga.
El Colegio de Profesionales en Nutrición (CPN) advierte que esto puede ser muy riesgoso, porque estos sistemas pasan por alto necesidades específicas de cada persona y podrían incurrir en errores a la hora de emitir los programas.
“No tienen en cuenta las necesidades individuales específicas, condiciones médicas o interacciones con medicamentos. Además, sería muy peligroso depender exclusivamente de recomendaciones automáticas sin validarlas con un nutricionista”, manifestó Daniel Gómez Guerrero, de la Fiscalía del CPN.
Otra preocupación señalada por Gómez es que los algoritmos promedian con la información que está disponible en Internet. Esta refleja una cultura predominantemente caucásica y cierto estilo de vida que no siempre empata con el costarricense ni con los productos disponibles en nuestro país.
Además, existe el peligro de que personas sin formación profesional en nutrición confeccionen planes de alimentación y los vendan, y con esto se pondría en riesgo más la salud de la población.
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Los cinco riesgos mayores de la inteligencia artificial nutrición
1- Recomendaciones inadecuadas. Los planes de alimentación generados pueden no estar adaptados a condiciones de salud específicas o alergias. Tampoco toman en cuenta los tratamientos médicos y cómo podría crear interacciones medicamentosas, esto puede resultar en efectos adversos que van desde que no haga efecto el fármaco hasta intoxicaciones.
2- Desinformación. Esto puede conducir a prácticas dietéticas ineficaces o peligrosas.
3- Falta de supervisión. Sin la guía de un profesional, los planes de alimentación generados pueden no ser seguros o eficaces a largo plazo.
4- Manejo incorrecto de datos. La IA podría no respetar datos sensibles de la persona.
5- Sesgo. Cualquier sesgo en los datos puede conducir a resultados que podrían promover desigualdades de salud.
La IA como herramienta
Bien utilizada, la inteligencia artificial sí puede ser una herramienta para los profesionales, pero la guía de un ser humano profesional y capacitado es necesaria.
Estos son los beneficios de la IA en la consulta nutricional:
Análisis de datos. La IA puede analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y tendencias. Esto ayuda a informar decisiones clínicas.
Optimización de tiempo. La automatización de tareas repetitivas, como la recopilación de datos y el seguimiento de progresos, permite a los nutricionistas centrarse en la interacción con los pacientes.
Acceso a investigaciones. La IA puede ayudar a filtrar y sintetizar información de la literatura científica. Esto ayuda al acceso rápido a los últimos avances y recomendaciones en nutrición.
Educación continua. Herramientas basadas en IA ofrecen módulos de formación y recursos educativos actualizados para apoyar el desarrollo profesional continuo.
Salud pública. Los algoritmos de IA han sido fundamentales para mapear y analizar entornos alimentarios e identificar áreas con acceso limitado a alimentos nutritivos.
