Conforme fue avanzando la pandemia, y con ella las medidas para controlar la diseminación del virus, el apoyo a acciones como confinamiento, distancia física y cierre de escuelas fue amainando entre la población.
La situación cambió levemente en julio del 2020, cuando la población consideró consistentes y necesarias las medidas para frenar la expansión del virus.
La excepción es el cierre de escuelas que, 15 meses después de que se anunciara la primera suspensión temporal de centros educativos por la pandemia, se mantiene como la medida más impopular entre la población.
Este es uno de los hallazgos del estudio longitudinal ‘Percepción de riesgo y comportamiento humano en el contexto de la pandemia del coronavirus’, conocido como proyecto Euclid.
Lo realiza la Universidad Estatal a Distancia (UNED) como contraparte tica de la Universidad de Konstanz, en Alemania. En Costa Rica participan 5.455 personas, mayores de 18 años, con una edad promedio de 33 años.
El estudio es longitudinal con 20 puntos de medición en el tiempo, a partir del 13 de abril del 2020; por eso, los datos no vienen en porcentaje. Se elaboró con la técnica Panel, diseñada como instrumento de análisis para este estudio por la universidad alemana de Konstanz.
El análisis con el corte al 9 de julio, es sobre la base de las variaciones en las puntuaciones con base en escalas originales, con 20 submuestras que se derivan de dividir los 5.455 costarricenses participantes en percentiles de 5% cada grupo a través del tiempo.
Benicio Gutiérrez Doña, catedrático de la UNED e investigador y coordinador de la contraparte tica en ese estudio, confirma que el apoyo inicial que obtuvieron las principales medidas decretadas fue bajando con el paso de los meses, sobre todo, a finales del 2020.
Así fue cómo, en el primer año pandémico (2020), se ve un declive en la percepción de la efectividad de las medidas, que pasaron de ser consideradas muy efectivas a efectivas al final del año.
“Se perdió ese nivel de percepción de mucha efectividad, que se tenía en el primer trimestre de la pandemia”, menciona Gutiérrez.
Se refiere, principalmente, a las cuatro acciones de mayor impacto: cancelar eventos públicos, cerrar escuelas, distanciamiento social y confinamiento. En el punto de corte, que es año nuevo del 2021, el apoyo a esas cuatro acciones se había debilitado.
No obstante, durante el periodo de ese estudio (abril del 2020 a julio 2021, y aún en desarrollo), la percepción nunca llega a calificarlas de inefectivas o muy inefectivas.
Gutiérrez destaca un repunte en el apoyo entre febrero a mayo del 2021, donde se registra una recuperación en la popularidad, principalmente en el distanciamiento físico y la cancelación de eventos públicos.
“Cuando dividimos por sexo, las mujeres llegan a su punto de máxima desconfianza del confinamiento con el cambio de año. Pero se recupera y se estabiliza con una percepción de efectiva.
“En cuanto al cierre de escuelas, esta definitivamente ha sido muy impopular. Pasó de ser percibida como una medida muy efectiva a rangos muy inferiores de regularmente efectivas. En julio, esta medida para las mujeres de todas las edades dejó de ser efectiva”, explicó Gutiérrez.
Lo mismo ocurre con los hombres, excepto con los mayores de 50 años, aclaró. Para los hombres más jóvenes, con hijos probablemente en edad escolar, la suspensión de clases dejó de ser considerada una medida efectiva, como sucedía en abril del año pasado.
Sobre las medidas tomadas por el Gobierno para proteger a la población del coronavirus, durante el 2020, en general, las personas consultadas en el estudio consideraron que eran consistentes con la situación.
“Hubo un declive en esta percepción a partir de abril del 2021, y hasta mayo del 2021. Bajó a insuficiente, pero después se recuperó en junio, cuando se comienza a recuperar la percepción a un nivel de considerarlas consistentes con la situación. Esto es favorable para las autoridades”, dijo el catedrático.
* Información actualizada el 3 de agosto con explicación sobre metodología de estudio.