Siguiendo los pasos del alcalde de Garabito, quien mostró su oposición e incluso amenazó con sublevarse contra el gobierno luego de conocer que ese cantón mantendría las restricciones establecidas para los sitios en alerta naranja; otros cinco gobernantes locales manifestaron su inconformidad con la clasificación realizada por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Se trata de los gobiernos locales de Paraíso, Cartago, Oreamuno, Cañas y San Ramón, los cuales piden explicaciones sobre las razones que derivaron en la inclusión de sus localidades dentro de las zonas en alerta naranja y en algunos casos que se revaloren las medidas o se apliquen solo en los distritos más afectados.
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Esa clasificación mantiene cerrados por dos semanas más todos los negocios de atención al público considerados no esenciales, tales como tiendas, bazares, restaurantes, gimnasios y salones de belleza; entre otros.
El alcalde de Cartago, Mario Redondo, dijo no desmerecer las acciones tomadas hasta ahora por las autoridades de Salud, pero pidió que se haga un balance entre los cuidados que se deben de tener para evitar la propagación del virus y las posibilidades de permitirle a la gente trabajar respetando esas medidas.
“Hay mucha gente que me ha dicho ‘una semana más cerrados, tenemos que entregar la patente, despedir personal'; hay otra gente que vive en el sector informal que si no hay actividad comercial, no pueden salir a pulsearla, no pueden ganarse el sustento de cada día.
“Lo que queremos es primero que nos expliquen por qué algunos distritos de Cartago si de los 11, siete tienen menos de 6 casos y hay uno que tiene cero casos por qué mantenerlos cerrados o cómo encontramos un camino para tratar de afectar menos la economía no hablamos de sublevarnos, no es ese el estilo nuestro ni desmerecemos los esfuerzo en materia de salud”, afirmó.
Redondo dijo que durante todo este tiempo han procurado mayor comunicación con las autoridades, pero la respuesta ha sido nula.
Según dijo, desde el inicio de la pandemia unos 582 negocios han devuelto las patentes.
Por su parte, la vicealcaldesa de Oreamuno, Viviana Carpio, criticó que algunos cantones vecinos hayan logrado avanzar a la alerta amarilla y el que representan no.
“Para nosotros es importante que de parte del Ministerio de Salud se haga una aclaración sobre las especificaciones de declararnos en naranja, los casos aumentaron en un solo distrito; en El Guarco tienen más casos positivos y están en amarillo”, dijo.
Carpio afirmó que enviarán una nota solicitando el detalle de los criterios técnicos que pesaron en la decisión anunciada por las autoridades de la CNE y Salud el jueves anterior.
El alcalde de Paraíso Carlos Ramírez también cuestionó la decisión basado en los casos activos que tienen.
“Lo que hemos estado valorando es cómo, si tenemos tan pocos casos, estamos en niveles de cantones vecinos (...) pediríamos una revaloración; no hay tantos casos activos, Paraíso es una zona que depende del turismo, restaurantes... ya nos estamos viendo muy afectados con la no apertura de esto.
El gobernante de ese ayuntamiento además dijo que hasta ahora han sido muy responsables en el cumplimiento de los protocolos.
“Consideramos inconsistente y lamentable el accionar del Gobierno, al no considerar a tantas familias que han visto suspendido sus negocios, sus emprendimientos, su fuente de ingreso para costear un alquiler, el pago de un préstamo, de los servicios básicos (...) y que sólo suspende alertas naranjas a ciertos cantones sin criterios técnicos razonables”, indicó.
En tanto, mediante un mensaje en redes sociales dirigido a los vecinos de San Ramón, el alcalde Nixón Ureña afirmó que las restricciones sanitarias anunciadas por el Gobierno “limitan las acciones para reactivar la economía, generando desempleo, inestabilidad, así como la quiebra de negocios, afectando a los trabajadores de todos los sectores de la economía”.
Ureña sostuvo que si bien reconocen la amenaza “inminente” que representa el virus para la salud, en el municipio se han tomado las medidas necesarias para evitar contagios.
“Solicitamos al Gobierno la emisión de las alertas tanto naranja como amarilla diferenciadas por distrito y no por cantón como hasta ahora se está realizando. Lo anterior, tomando como parámetros la cantidad de casos activos que hay en cada distrito.
“Trabajar por distritos posibilita activar paulatinamente la economía de aquellos sectores que no cuenten con casos activos positivos de covid-19, posibilitando que un sector del cantón pueda desarrollar sus actividades comerciales”, externó.
Luis Fernando Cascante, líder del municipio de Cañas, en Guanacaste, elevó su cuestionamientos en una carta enviada al presidente de la República Carlos Alvarado y al presidente ejecutivo de la CNE, Alexánder Solís.
En la misiva en la que dijo tener el apoyo de la diputada de Restauración Nacional, Mileidy Alvarado, pidió que se haga una alerta diferenciada para ese cantón.
Entre las razones citadas en el documento, aseguraron que se tienen totalmente identificados los nexos epidemiológicos de todos los casos, por lo que no tienen transmisión comunitaria, al tiempo que aseguraron que las medidas aplicadas “son desproporcionadas y no se ajustan a la realidad del cantón”.
Variables más allá de número de casos
Consultado por los pronunciamientos de los gobernantes locales, el ministro de Salud, Daniel Salas, manifestó durante la conferencia de prensa de este domingo, que las medidas tienen como principal fin que los clientes e incluso los funcionarios de estos comercios no se infecten y terminen eventualmente complicándose o falleciendo a causa del virus.
" Entiendo que van a haber diferentes puntos de vista, es normal, estamos en una democracia, muchas personas piensan de una forma particular, pero yo sí les quiero decir algo: Costa Rica, si no nos unimos, no vamos a salir bien”, dijo Salas.
El ministro insistió una vez más en que las decisiones sobre las alertas no se basan únicamente en la cantidad de casos activos, sino que consideran otros factores como la densidad de la población, el aumento en la velocidad de los nuevos contagios e incluso hasta la aparición de muchos casos de personas con síntomas en un determinado lugar.
“En el sentido de los alcaldes los respetamos muchísimo, hemos tenido muchas sesiones de diálogo van a haber momentos en que no necesariamente tenemos que coincidir en todos los puntos.
Todo lo que es las alertas no solo se manejan desde el punto de vista cuantitativo de cuántos casos hay hoy y cuantos hubo la semana pasada, hay una valoración que se da en el contexto, hay incluso la vigilancia sindrómica que es la cantidad de personas con síntomas que ya se están presentando, que eso también nos alerta muchísimo, lo que hemos hablado, la densidad de población, el comportamiento poblacional”, afirmó.
El ministro enfatizó que las alertas más bien buscan evitar un colapso aún mayor en la misma economía local, para que puedan tener la oportunidad de retomar el estatus amarillo mediante medidas más específicas.
Salas aseguró que se puede abrir el diálogo con los alcaldes para que vean las discusiones técnicas que se suscitan alrededor de una alerta.
Colaboraron Keyna Calderón y Fernando Gutiérrez.