En las respuestas que dio la ministra de Salud, Joselyn Chacón Madrigal, en su comparecencia ante el plenario legislativo, este martes, hubo claras inconsistencias o imprecisiones. La jerarca, por ejemplo, se atribuyó decisiones que se tomaron en el gobierno anterior, mientras que otras medidas que planteó como propias son más bien de la competencia de trabajadores de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Aquí se reúnen algunas de ellas.
1- Llevar a los niños a las aulas
Joselyn Chacón afirmó ante los legisladores que ella abrió escuelas y llevó los niños de vuelta a las aulas. No obstante, esto no es cierto. El curso lectivo regresó de forma presencial el pasado 17 de febrero, cuando aún ni siquiera se había realizado la segunda ronda.
Es decir, las escuelas volvieron a recibir niños dos meses y medio antes de que Rodrigo Chaves y su gabinete iniciara funciones.
2- Abrir el país
La ministra también expresó ante los diputados que ella abrió el país, en relación con la eliminación de restricciones vinculadas con la pandemia. No obstante, cuando comenzó la gestión de Chacón las únicas medidas que continuaban vigentes eran el uso obligatorio de mascarilla en sitios cerrados y la obligatoriedad de la vacunación en menores de edad, funcionarios públicos y trabajadores de salud. La primera medida fue eliminada por un decreto anunciado el 8 de mayo, mientras que la obligatoriedad de la vacunación se mantiene.
Las otras medidas habían sido levantadas meses antes de que Chaves llegara al poder. La restricción vehicular sanitaria había cesado del todo desde el 7 de marzo anterior, fecha en la que también se eliminó el “pase de salud” para costarricenses que ingresaban al país. Los negocios podían funcionar al 100% de aforo desde el primer día de abril, fecha en la que también se eliminó el pase de salud para los extranjeros y se levantó el requisito de un seguro viajero para los turistas sin el esquema completo de vacunación.
3- ‘He disminuido las muertes, he disminuido los casos y he disminuido la cantidad de pacientes en cuidados intensivos’
La jerarca de Salud también se atribuyó la baja en muertes, contagios y pacientes graves por covid-19. Sin embargo, el factor más importante que ayudó a minimizar el riesgo de hospitalizaciones, estadías en cuidados intensivos y muertes es la vacunación con esquema completo.
Un día después de comenzar la gestión, el 9 de mayo pasado, la CCSS reportaba que el 43,02% de la población costarricense ya tenía el esquema de vacunación completo con tres dosis, y si se tomaba en cuenta solo a la población vacunable (mayor de 5 años), esto llegaba al 51,97%. Y había 24.076 habitantes que ya sumaban cuatro dosis, dosis reservadas en aquel momento a mayores de 50 años y trabajadores de la primera línea de atención a la pandemia.
Si alguna de estas personas se infectaba posterior al 8 de mayo ya tenía mayor protección contra complicaciones y muertes.
Desde entonces, hasta el pasado 29 de agosto, los porcentajes han subido al 52,8% de los mayores de 5 años y hay 657.369 cuartas dosis. Esta última cifra subió desde julio pasado, cuando la Comisión de Vacunación y Epidemiología autorizó que todo mayor de 18 años recibiera esta dosis.
Otro factor que redujo las complicaciones y fallecimientos es el mejor conocimiento del virus y de cómo tratarlo, pericia adquirida por los trabajadores de la salud en los últimos dos años, de acuerdo con epidemiólogos y salubristas consultados en ocasiones anteriores.
Estas mismas personas coinciden en que el número de casos no es un indicador válido, incluso menos desde el hackeo a los sistemas informáticos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). La cantidad de personas que se hacen la autoprueba y no van a un laboratorio no se ve reflejada en los datos nacionales, tampoco quienes nada más dan por un hecho que tienen el virus y se aíslan pero no se hacen prueba. A esto se le debe añadir que durante semanas, por motivos del ataque informático , solo se hicieron pruebas a casos específicos, como personas con factores de riesgo.
4- ‘Yo negocié con Pfizer cambiar dosis de adultos que no iban a usarse por dosis pediátricas’
Aunque Joselyn Chacón exaltó la negociación con la empresa farmacéutica Pfizer para que las dosis pendientes de ingreso ya no fueran de adultos, sino pediátricas, esa posibilidad estaba prevista en el contrato. De hecho, se paralizaron las entregas de dosis de adultos desde el 28 de abril pasado, cuando las vacunas de niños de 5 a 11 años continuaron llegando con más fuerza. Esto sucedió antes de la llegada de Chacón al Ministerio.
Ahora el cambio, se dio para traer vacunas para menores de 6 meses a 4 años, que sí se negociaron en el gobierno actual, dado que dicho producto no existía antes. Sin embargo, de acuerdo con la diputada verdiblanca Kattia Rivera, esa posibilidad estaba en el contrato desde antes.
5- Trabajadores despedidos por no vacunarse
Una y otra vez, la jerarca de Salud dijo que una de las razones para eliminar la obligatoriedad de la vacuna era evitar los despidos de trabajadores. Sin embargo, en ninguna ocasión ha dado datos que lo respalden. El diputado frenteamplista Antonio Ortega le pidió cifras, y ella respondió que a nivel de la CCSS eso debería preguntársele a Álvaro Ramos.
También Kattia Rivera refutó la afirmación de la ministra, al asegurar que al menos el Servicio Civil no reportaba despidos por negativas a la inoculación contra covid-19.