A un cirujano del Hospital Nacional de Niños (HNN) lo suspendieron cuatro meses y le tienen abierta una investigación por, aparentemente, haber abandonado una operación cardíaca que le practicaba a un bebé de 26 días de nacido para irse a atender una apendicitis en una clínica privada. El niño que estaba en el hospital falleció tras la intervención.
El médico, de apellido Alvarado y de 57 años, está fuera de sus funciones desde el 23 de febrero y para notificarlo sobre el proceso indagatorio las autoridades debieron usar el diario oficial La Gaceta , pues él está ilocalizable por otros medios, reconocieron en el hospital. Se le habría buscado, incluso, en una casa suya en la playa.
A Alvarado se le señalan dos faltas en la cirugía que realizó entre la mañana y tarde del 15 de enero.
Por una parte, no presentó, previo a la cirugía, “un plan de corrección quirúrgica precisamente establecido a fin de tener una definición de la ruta a seguir en el abordaje del menor en sala de operaciones”, según se lee en la notificación hecha en La Gaceta el 20 de febrero.
Además, se menciona que, siendo el cirujano principal, Alvarado aparentemente abandonó el quirófano en dos ocasiones.
La primera vez lo habría hecho por un lapso de una hora y 20 minutos, con el fin de atender “varias llamadas telefónicas”, según dice la notificación, la cual se apoya en una investigación preliminar llevada a cabo por un órgano multidisciplinario del HNN.
En la segunda ocasión que Alvarado salió del quirófano, aparentemente, no volvió y dejó el procedimiento en manos de dos médicos, dice lo publicado en La Gaceta.
Allí mismo se indica que quienes asumieron la operación “no cuentan con la especialización práctica suficiente para el abordaje completo” requerido por el bebé.
Orlando Urroz, director adjunto del HNN, confirmó esta semana el desarrollo de la investigación, la cual ya fue trasladada al Centro para la Instrucción de Procedimientos Administrativos (CIPA), en las oficinas centrales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Urroz prefirió no referirse abiertamente al caso para no afectar el proceso indagatorio y no ser recusado, según dijo.
La Nación intentó obtener el criterio de Alvarado, pero no contestó las llamadas telefónicas ni devolvió los mensajes. También se le fue a buscar a su casa de habitación, en Moravia, San José, pero nadie salió de esta.
Además de Alvarado, también está suspendido por cuatro meses otro cirujano de apellido Campos, de 35 años. A él también se le indaga por lo ocurrido en la operación del 15 de enero, confirmó Urroz.
Este diario contactó a Campos, pero al darse cuenta de que un reportero le haría consultas sobre lo sucedido en aquella operación, optó por cortar la llamada.
Antes, dijo que no hablaría debido a las publicaciones de este diario, dos años atrás, sobre los altos índices de mortalidad por cirugía cardíaca del Hospital de Niños, las cuales criticó.
Precisamente, investigaciones de La Nación demostraron que ese hospital tuvo en el 2010 cifras de mortalidad por cirugía cardíaca superiores al 20%, cuando en otros países de la región el dato es mucho más bajo.
Las cifras publicadas luego fueron confirmadas por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
Un año antes de esos reportajes, dos grupos de médicos extranjeros que hicieron una visita oficial al HNN, emitieron informes que apuntaban fallas en las técnicas de cirugía cardíaca que practicaban médicos costarricenses.
En detalle. De acuerdo con la notificación pública, la operación del bebé se inició a las 10 a. m. del 15 de enero. Además de atender llamadas telefónicas, Alvarado habría abandonado el quirófano entre la 1:30 p. m. y 2:50 p. m.
Tras regresar esa primera vez –dice La Gaceta – volvió a salir a las 4:37 p. m. y no regresó, dejando la cirugía sin concluir y a cargo de otros dos cirujanos.
A Urroz se le preguntó si la indagación preliminar tomó en cuenta el uso de cámaras de video para respaldar el caso, pero solo dijo que “hay elementos importantes para investigar”. Además, dijo que lo que habría sucedido es “un incidente grave” y que el caso sería manejado “de forma muy rigurosa”.
Este diario contactó también a los padres del menor, pero prefirieron no hablar para tomarse unos días con el fin de tener más información de lo sucedido. Entre lo confirmado por la madre del bebé, ella dijo que recordaba que el médico Campos fue quien firmó el acta de defunción de su hijo.