Doña Olga Badilla no dejaba de dar gracias a Dios porque a su hermana Damaris la atendieron en el San Juan de Dios, donde tenía cita este miércoles 1.° de junio, un día después de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirmara que sus sistemas informáticos fueron desactivados por prevención ante un hackeo. Según admitió la vecina de Pérez Zeledón, pensaron que el viaje sería “en vano”, pero no.
“Desde ayer (martes) nos vinimos para donde una hija de ella y gracias a Dios la están atendiendo en este momento, estamos muy contentos, porque pensamos que el viaje iba a ser en vano pero no, gracias a Dios la van a atender”, comentó a eso de las 10:30 a. m. de este miércoles.
Su hermana, de 64 años, tenía programada una densitometría ósea para ver “cómo están los huesitos” a ver si tiene osteopenia u osteoporosis, como parte del control de un padecimiento en la tiroides.
Como doña Olga y su hermana, muchos usuarios de hospitales y clínicas acudieron hoy casi que a probar suerte para ver si de verdad se concretarían sus citas, o bien, para atención en emergencias. Las autoridades de la Caja aseguraron que la instrucción era mantener los servicios, con la advertencia de que serían más lentos, pues no hay computadoras para acceder a información, sino que todo es en papel.
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Tampoco fue en vano el viaje que hicieron desde Jiménez de Pococí, Ana Dinarte, su esposo y su hija de cinco años, quien tenía cita en el Hospital Nacional de Niños.
“Salimos a las 3 a. m. en carro particular, le dimos la vuelta al Zurquí porque está cerrada la ruta 32″, detalló Yidegar Quiel, el padre.
La cita era para las 7 a . m. y los atendieron una hora después. “En otros días es más rápido, hoy fue un poquito más lento, con papel. La cita (siguiente) tengo que llamar para sacarla, y el resultado de la biopsia, ella (la médico) llamó y le dieron el resultado. La cita hasta nuevo aviso porque no se sabe cuándo regresa el sistema”, narró Dinarte.
Claudia Morales, de barrio Los Ángeles, en San José, llegó a control de embarazo a las 9 a. m., pero le informaron que la atenderían a la 1 p. m. por lo que mejor se devolvió a la casa. Ella tiene seis meses de embarazo de su segundo hijo.
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No le fue bien con la cita de Oncología del martes. “No me atendieron, sí me dijeron qu e no podía, que tenía que estar preguntando y también en Laboratorio, es un control a la enfermedad que tengo, me tocaba cita para programar quimioterapia después del embarazo”, precisó la paciente a quien le diagnosticaron leucemia hace un año.
A Emergencias
Entretanto, en la acera Eduardo Alvarado y Mario Barquero hacían fila para ver si los atendían en Emergencia. El primero porque ya lleva una semana con fiebre, tos y sudoración fría y Barquero llevaba un día de vómito, fiebre y diarrea.
“Le pido a Dios que no sea covid, que yo sepa no me ha dado; tengo las tres vacunas, aquí ando el carné. Mi jefe me pidió que siendo responsable viniera a Emergencias, no sabía lo del hackeo, aún así estoy haciendo fila”, dijo Alvarado, un agente de seguridad privada de 34 años.
Como él, Barquero también tenía la esperanza de que los atendieran, aunque se quejó de que les cerraran la puerta.
El presidente ejecutivo de la CCSS, Álvaro Ramos, pidió el martes a los usuarios tener paciencia al tiempo que les pidió acudir a citas y atenciones, pues la instrucción es mantener los servicios, aunque serán más lentos y más complicados por el uso de expedientes físicos.
Entretanto, 300 informáticos y un equipo externo de ciberseguridad avanzan en la revisión de 1.500 servidores para determinar la afectación del ataque informático contra la Caja reportado la madrugada del martes, aparentemente por ciberdelincuentes que son un brazo del llamado grupo Conti, que ha vulnerado plataformas de entidades públicas desde el 18 de abril.
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Ramos y otras autoridades de la Caja advirtieron que desconocen cuándo se habilitarán los sistemas, mientras tanto, funcionarios y pacientes deberán acostumbrarse al papel.