Los miembros de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) desconocían la complejidad de apostillar documentos extranjeros cuando establecieron ese requisito a quienes viajaron a Estados Unidos a ponerse la primera dosis de la vacuna contra covid-19, y esperaban recibir la segunda aquí.
Así lo reconoció el secretario técnico de ese órgano del Ministerio de Salud, Roberto Arroba, en una entrevista con La Nación.
El médico adelantó que en la sesión del próximo martes evaluarán la eliminación o modificación del trámite.
Argumentó que impusieron ese requisito ante el peligro de que se usaran documentos de vacunación estadounidenses falsificados, a la hora de solicitar la segunda inyección de la empresa Pfizer a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), encargada de la campaña de vacunación.
“Cuando empezamos a ver que varias personas venían de Estados Unidos con su primera dosis y querían que se les aplicara la segunda dosis acá, empezamos a hacer las consultas en el Reglamento Sanitario Internacional, que nos decía que ya habían encontrado carnés de vacunación falsificados en ese país.
“Entonces, claro, la Comisión cuando ve esta información dice: ‘bueno, la única manera para asegurarnos que el documento que están presentado es válido, es un documento legal; tiene que venir apostillado por las autoridades’”, explicó Arroba.
No obstante, con la aparición de los primeros costarricenses solicitando citas de vacunación en la Caja, que no habían logrado apostillar su carné de vacunación en el país norteamericano, la Comisión comenzó a realizar averiguaciones.
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Según Arroba, mediante consultas a la Cancillería y a la Embajada de Costa Rica en Estados Unidos, se percataron de que ese trámite “realmente es complejo”. Por eso, ahora discutirán el futuro de dicho requisito para entregar segundas dosis.
“Obviamente, ese contexto no lo manejaba la Comisión cuando tomó la decisión. Lo pensó más en un tema de legalidad, de asegurarnos que los documentos presentados eran válidos y esta era la única manera.
“El primer punto en la agenda que tenemos el 25 de mayo, de hecho, es el tema del apostillado. Se invitó a la vicecanciller (Adriana Bolaños), vamos a ver con ella los pros y contras del apostillado y a partir de eso se tomará una decisión, que será transmitida a la CCSS y a la población en general”, afirmó.
Al respecto, el funcionario detalló que el ministro de Salud, Daniel Salas, solicitó que se analizara la pertinencia de dicho requisito.
Arroba evitó referirse a ese trámite como “un castigo” para las personas que viajan a Estados Unidos para colocarse al menos una dosis y reconoció que, más bien, le ahorran un fármaco al país, donde la disponibilidad de vacunas es muy limitada.
“Sabemos y tenemos claro que una vacuna aplicada en Estados Unidos es una vacuna que vamos a tener para otra persona acá en el país”, aseveró.
La apostilla es un certificado de autenticidad de cualquier tipo de documento público extranjero. En este caso, el trámite es exigido por las autoridades de salud de Costa Rica como requisito para colocar segundas dosis a personas que recibieron la primera inyección fuera del país.
La Comisión de Vacunación exige que el documento de vacunación esté apostillado, como garantía de que el carné es verdadero y oficialmente emitido por Estados Unidos.
Además de aportar dicha certificación, los costarricenses que se encuentran en esta situación deben cumplir otras tres condiciones.
La primera es formar parte de los grupos prioritarios de vacunación que estén siendo atendido al momento de la solicitud, no haber sobrepasado los tres meses desde que se aplicó la primera dosis, y que exista disponibilidad de esos medicamentos en el país.
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“Sí es importante que quede muy claro que la (segunda) vacuna se aplicaría si, solo si, la persona es del grupo de riesgo que se está vacunando.
“En este momento, el país está vacunando al Grupo 1 ―que prácticamente está concluido― Grupo 2 y Grupo 3. Con base en los factores de riesgo es que se van a vacunar, pero además del riesgo, el grupo etario que se está vacunando en ese momento.
“Eso es fundamental que la gente lo sepa, porque puede ser que no los vayan a vacunar cuando consideren que les tocaría”, manifestó Arroba.
La CCSS está inmunizando actualmente a las personas con factores de riesgo entre los 50 y 57 años, asimismo, está completando el esquema de vacunación a adultos mayores de 58.
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Un complejo camino
En el caso de la apostilla, la Cancillería aclaró que se tramita ante las autoridades norteamericanas y no ante dependencias diplomáticas costarricenses en el exterior.
“Indistintamente del documento que se desea surta efectos jurídicos en Costa Rica u otro Estado, debe cumplir con el requisito establecido en la Convención (de la Apostilla, de 2011).
“En Estados Unidos, el trámite se debe realizar ante la Secretaría de Estado del estado donde se va a vacunar y coordinar con ellos la emisión de la apostilla.
“En cada estado hay una Secretaría de Estado y, a la vez, hay oficinas dependientes de esa secretaría que tienen la facultad de apostillar. La información está disponible en este sitio web”, señaló la Cancillería.
Algo que debe tomar en cuenta es que la apostilla únicamente es para documentos emitidos por entes públicos, no por privados. Esto es importante, pues en Estados Unidos hay farmacias y clínicas privadas que están colaborando con el proceso de inmunización.
Por lo tanto, antes de vacunarse, la persona debe verificar que el documento que le entregarán es público. De lo contrario, tendría que acudir al Departamento de Servicios de Salud del estado donde se vacunó, para preguntar si le pueden emitir algún tipo de certificado.
No existe garantía de que esas instituciones entreguen esa clase de documentos.