La vacuna de la farmacéutica AstraZeneca ya se puede aplicar en Costa Rica.
La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), del Ministerio de Salud, aprobó el uso de este fármaco en el país en personas mayores de 18 años, de ambos sexos.
Dicha comisión está formada por funcionarios de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social y la Asociación Costarricense de Pediatría (ACPE) con especialidad en temas de vacunas e Inmunología y son quienes toman las decisiones en esta materia, en el país.
Las dosis se colocarán con una diferencia de 12 semanas entre cada una. Aunque originalmente la casa farmacéutica había señalado la indicación de colocarlas con 28 días de diferencia, estudios posteriores avalaron la diferencia de 12 semanas, lo que permitiría colocar primeras dosis a una mayor cantidad de población en menos tiempo.
Sin embargo, esto no incluye a mujeres embarazadas o en período de lactancia, según el comunicado de prensa enviado la tarde de este jueves.
Además, se detalló que el Grupo 2, compuesto por las personas mayores de 58 años, seguirán utilizando únicamente la vacuna de Pfizer. Esto es así porque al tener un menor espacio entre ambas (21 días) las personas (que por su edad son más propensas a complicarse y morir por la enfermedad) quedarán inmunizadas más rápido.
CCSS a la espera de la normativa
La Caja Costarricense de Seguro Social, encargada de ejecutar la estrategia de vacunación, aún no tiene fecha fija para el comienzo de la inoculación con este biológico.
A través de la oficina de prensa se informó de que la institución esperará el envío formal del acuerdo de la CNVE.
“Se está trabajando en el cambio operativo en la normativa y de los controles de calidad de la vacuna ingresada. Se informará oportunamente el momento de inicio”, concluyó el mensaje enviado a la prensa.
LEA MÁS: ¿Qué debemos saber sobre la vacuna de AstraZeneca contra covid-19? 13 preguntas y respuestas
CNVE defiende seguridad de vacuna
Roberto Arroba Tijerino, coordinador de inmunizaciones del Ministerio de Salud y secretario de la CNVE, reiteró que esta vacuna es segura y que los eventuales efectos secundarios de trombos o coágulos son muy raros.
“La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) determinó que la relación de la vacuna de AstraZeneca con la aparición de coágulos sanguíneos es extremadamente rara (6,5 casos por cada millón de personas vacunadas), aún menos frecuente que la que se presenta con la ingesta de anticonceptivos orales combinados (9 a 12 casos por cada 10.000 mujeres)”, expresó.
No obstante, se indicó que la CNVE permanece vigilante de posibles cambios en la evidencia científica para ajustar sus lineamientos.
LEA MÁS: Enfermos graves por covid-19 vuelven a llenar camas de hospitales
Otros países sí ajustaron su esquema
Aunque sí hay casos de trombos en hombres y en personas mayores, la aparición rara de coágulos se ve de forma mayoritaria en mujeres menores de 50 años.
Ante esta situación, países como España, Alemania y Holanda acordaron darle a las mujeres menores de 60 años, en España y Países Bajos, y de 50 en Alemania, otra opción de vacuna para evitar la aparición de este fenómeno. En Reino Unido, esta no se le aplica a mujeres menores de 30.
No obstante, de momento esa no es una posibilidad en Costa Rica, según lo acordado por la Comisión.
LEA MÁS: Gobierno uruguayo extiende medidas para ‘blindar abril’ en peor momento de la pandemia
El posible efecto muy raro
El fenómeno observado de forma muy poco frecuente en quienes reciben esta vacuna es conocido como trombocitopenia protrombótica inducida por vacuna (VIPIT, por sus siglas en inglés).
Trombocitopenia es una condición en la que las personas tienen sus plaquetas bajas.
Protrombótica significa que hay tendencia a la formación de trombos o coágulos.
¿Qué sucedería? Las plaquetas son células encargadas de hacer que la sangre coagule cuando así lo necesita. Si están en niveles muy bajos, el riesgo de un sangrado excesivo es mayor.
Este exceso de sangre podría solidificarse y formar trombos que se queden adheridos a algún vaso sanguíneo y obstaculicen la circulación normal.
Cuando se presenta un VIPIT, las plaquetas se “activan” y producen una mayor formación de trombos. Este fenómeno se produciría entre cuatro y 15 días después de la exposición y puede ser tratado con medicamentos.
Cabe hacer la salvedad de que este fenómeno también se ha visto de forma muy infrecuente en otro tipo de inoculaciones, como la que se coloca contra el virus del papiloma humano (VPH).
Los casos se dan entre 4 y 15 días después de recibir la inyección.
Las personas podrían experimentar, como primeros signos, dificultad para respirar, dolor de pecho, hinchazón en las piernas, dolor abdominal persistente, dolor de cabeza severo, visión borrosa, o manchas de sangre debajo de la piel en el sitio de la inyección.
La VIPIT es tratable y la gran mayoría de personas se recupera.
De momento, se desconoce qué lleva a unas pocas personas a desarrollar este síndrome. Una hipótesis probable es que sea consecuencia de un trastorno autoinmune, en el que el sistema inmunitario reacciona más de la cuenta y ataca al mismo cuerpo.
LEA MÁS: Bolsonaro descarta un confinamiento total de Brasil recomendado por especialistas