Durante esta época del año, donde los cambios de temperatura son más bruscos, los casos de infecciones respiratorias suelen presentarse con mayor frecuencia debido a que el sistema inmunológico se debilita y se encuentra más propenso a contraer enfermedades.
Por tal motivo, es usual confundir gripe con neumonía, ya que los síntomas de estos dos males pueden parecer similares.
Ambas son infecciones respiratorias que se transmiten de persona a persona a través del contacto con las secreciones respiratorias producto de los estornudos, la tos, el hablar y también por tener las manos contaminadas u objetos contaminados como es el caso de los juguetes, utensilios, entre otros. Sin embargo, son provocadas por diferentes virus.
Estas son sus principales diferencias:
• Gripe: Cuando una persona se encuentra con gripe puede presentar síntomas como: congestión nasal, picazón de ojos, garganta, dolor de cabeza leve y estornudos. Por lo general, una gripe puede durar entre tres días, una semana o hasta 10 días. En estos casos no existe la necesidad que el paciente tome reposo y no necesita de medicación.
•Neumonía: Es una infección que ataca a los pulmones, puede afectar a personas de todas las edades y causar enfermedades leves y graves. Los síntomas más comunes son: tos, fiebre y dificultad para respirar.
Esta enfermedad, que puede causar la muerte, ataca principalmente a los niños menores de cinco años; a personas con afecciones crónicas, como enfermedades cardiacas, renales y pulmonares; inmunodeprimidas, como quienes padecen VIH, enfermedades oncológicas o en pacientes asplénicos; y a personas con tratamiento biológico. Pero sobre todo ataca a los adultos mayores de 60 años.