¿Cómo se comporta el virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19, que sigue en circulación en Costa Rica?
El primer dato importante que se debe saber es que desde enero, la única variante de ese virus presente es el país es la ómicron, como ocurre en el resto del mundo.
Según Francisco Duarte, coordinador del Laboratorio de Genómica Viral del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), ómicron prácticamente barrió con las variantes anteriores y representa el 99,2% de los genomas analizados en el planeta.
No obstante, esta tiene “variantes hijas” e incluso “nietas” a las que se les da seguimiento detallado, porque son consideradas de “interés” o “preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien algunas pueden “burlar” de una forma más ágil las defensas generadas por las vacunas o infecciones anteriores y hacernos propensos a infectarnos más de una vez en un periodo de unos meses, esto no quiere decir que sean más letales o que causen síntomas más graves.
Entre las subvariantes presentes, se encuentra una que en otros países le han llamado “perro del infierno”, pero su nombre no debe intimidar, pues las medidas para evitar los contagios siguen siendo las mismas.
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Casos detectados
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La subvariante principal que más vigilan los científicos es la BQ.1, es un sublinaje de una subvariante de ómicron ya conocida por nosotros llamado BA.5.Lo que la hace diferente es que tiene mutaciones en lugares clave de la proteína espiga del virus, llamados K444T y N460K. Esta proteína, también llamada espícula o, en inglés, spike o S, juega un papel trascendental porque es la “puerta de entrada” del virus a nuestro cuerpo.
Una variante derivada de la BQ.1 es el sublinaje BQ.1.1, que tiene además otra mutación en un sitio específico de la proteína llamado R346T. Esta es la popularmente llamada “perro del infierno”.
Según modelos matemáticos, estas subvariantes serían más contagiosas. En este momento ya constituye el 50% de las infecciones en Europa y se espera que para enero sea el 80%. La rapidez de la infección se debe a ese escape de nuestro sistema inmunitario.
Sin embargo, no hay evidencia para creer que sea más agresiva.
En Costa Rica, el análisis genómico ya confirmó la presencia de BQ.1 (no se precisa si del sublinaje BQ.1.1). El primer caso comenzó síntomas el 7 de setiembre, una mujer costarricense de 43 años con antecedente de viaje a Estados Unidos.
Posteriormente, según el Inciensa, se identificaron dos casos en pacientes cuyas muestras se tomaron a principios del mes de octubre y los 11 casos restantes iniciaron síntomas entre el 23 de octubre y el 2 de noviembre. La edad de los afectados osciló entre los 23 y 79 años de edad.
Los síntomas más frecuentes entre los afectados, según la información disponible de la boleta, fueron: fiebre, dolor de cabeza, tos, dolor muscular y de articulaciones, dolor de garganta.
Al momento de la toma de la muestra, cinco de estas personas necesitaron atención en los servicios de emergencia.
Los 14 casos son vecinos de los cantones San José, Belén y San Rafael de Heredia, Tilarán (Guanacaste), Fortuna (Alajuela), Cartago, Puntarenas, Osa, Coto Brus y Golfito. En Corredores se confirmaron tres casos.
Rodrigo Marín Rodríguez, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud , dijo que este sublinaje no debe generar mayor preocupación, pero aseguró que debemos mantenernos alerta, porque la pandemia no ha acabado.
“Las variantes en este momento no son tan agresivas. Delta fue para mí el perro del infierno, con total seguridad. Esta, a pesar de los nombres, no han aumentado los casos”, detalló.
No obstante, dijo que en los países donde es más preponderante la BQ.1.1 y no causa tantos muertos, como ocurre en Francia, los niveles de terceras y cuartas dosis de las vacunas son más altos que en Costa Rica. Allá el 63,5% de las personas tiene tres dosis y en Costa Rica la cifra, al 14 de noviembre, era de 53,4%, más de diez puntos porcentuales por debajo.
Otras subvariantes
También se tiene bajo análisis una subvariante llamada XBB, cuyos estudios preliminares a nivel mundial indican que es más propensa a causar reinfecciones. En Costa Rica solo se ha visto un caso en un hombre de 46 años y vecino de Pavas. Él inició síntomas el 19 de octubre pasado. Presentó fiebre, dolor de garganta, dolor muscular y rinorrea (congestión nasal).
Asimismo se analiza de cerca la BA.5 con una mutación en los sitios +R346X, +K444X, +V445X, +N450D, o +N460X. Más del 77 % de los genomas analizados desde el 30 de octubre son descendientes de BA.5 y tenían alguna de las mutaciones antes descritas. El más común es el +R346X. Se han visto en personas de todo el país.
Otra subvariante bajo estudio es la BA.2.75, que tiene nueve mutaciones en la proteína espícula. Esta se vio por primera vez en Costa Rica el 17 de setiembre, en una extranjera de 30 años vecina de Corredores. Hasta el momento se ha confirmado en nueve personas: dos en el cantón de Heredia, uno en Hojancha, tres en Pérez Zeledón, uno en Corredores, uno en Buenos Aires y uno en Coto Brus.
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Colaboró la periodista Ángela Ávalos