La cuarta ola pandémica en el país, caracterizada por la circulación de la variante ómicron, no solo elevó exponencialmente los casos nuevos de covid-19 entre diciembre del 2021 y finales de enero del 2022. También puso a las mujeres a la cabeza de la incidencia (casos nuevos) por covid, un puesto que había sido acaparado por los hombres desde el inicio de la pandemia. ¿Qué fue lo que provocó ese cambio?
No hay estudios específicos que analicen esa tendencia. Solo hipótesis. Un salubrista y dos epidemiólogos consultados por La Nación, comparten las suyas, en las cuales destaca una relacionada con el comportamiento humano frente al autocuidado de la salud: las mujeres, por lo general, se cuidan y consultan más que los hombres, más cuando están enfermas, y esto podría estar detrás de las cifras según género de los efectos de la cuarta ola pandémica en Costa Rica.
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El registro del Ministerio de Salud al 24 de marzo muestra un acumulado de 426.726 casos en mujeres y 407.183 entre hombres. Datos facilitados por el salubrista Darner Mora Alvarado indican que en enero los casos nuevos en hombres sobrepasaban levemente el 50% del total acumulado, mientras que las mujeres estaban apenas por encima del 49%. Para el 18 de marzo, las mujeres registraban un 51,16% del total.
“El 8 de enero del 2022, se empieza a revertir (las cifras según sexo) hasta llegar a 51,16% en mujeres por ahí del 18 de marzo, y sigue subiendo. Las mujeres aparecen como más contagiadas que los hombres, pero eso no tiene que ver necesariamente con la realidad, y sí más con el cuidado que la mujer siempre ha dado a su salud”, interpreta Mora Alvarado. Esto último podría estar relacionado, explica, con un comportamiento de ellas históricamente más proclive a consultar a los servicios de salud cuando sienten que están con síntomas.
También, interpreta el salubrista y director del Laboratorio Nacional de Aguas, al ser la variante ómicron más contagiosa y transmisible, tocó a quienes no se habían infectado antes. En este caso, dijo, a mujeres que hasta ahora se habían cuidado más.
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Mora coincidió con otros especialistas consultados por La Nación en que es conocido en Salud Pública la cultura del autocuidado entre las mujeres, que es más arraigada en comparación con la de los hombres. Sin embargo, esas diferencias han ido también desapareciendo con el tiempo al incorporar las féminas comportamientos de riesgo que antes solo caracterizaban a los varones.
El epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), Juan José Romero Zúñiga, aclara que puede haber un subregistro de los casos de infección entre hombres. Explica: “En esto, hay una parte biológica y otra social. La biológica: el que la ola por ómicron se comportara más como una gripe la colocó en la misma categoría de otros eventos con los cuales estamos más familiarizados, como los resfríos.
“Y esto lo vuelve hasta una cuestión machista y patriarcal, aclaro, porque el hombre generalmente no consulta por una gripe. Si la tiene marido y mujer, consulta la mujer. Si la tiene la familia, consultan la mujer y los niños. Por eso, en brotes de enfermedades hay que tener cuidado cuando se revisa la variable género: no fue que afectó más a mujeres que a hombres; podría ser que las mujeres consultaron más que los hombres”, recalcó Romero Zúñiga.
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Para él, lo que en realidad podría haber sucedido con ómicron en Costa Rica es un subregistro de los casos de infección con enfermedad en los hombres.
“Igualmente, la razón de 1,6 hombres fallecidos por mujer se ha mantenido. La letalidad bajó dramáticamente con ómicron, pero la razón hombre/mujer fallecidos se mantuvo. Esto me diría que, en términos de hospitalizaciones, estas no deberían haber cambiado mucho en la razón hombres/mujeres internados”, agregó.
El impacto de ómicron en nuestro país ha sido de 258.808 casos del 19 de diciembre del 2021 al 18 de marzo anterior, según datos de Mora Alvarado. Esto representa un 31,3% del total acumulado desde marzo del 2020. Revela, además, la fuerza del impacto de esta variante, afortunadamente menos letal que sus antecesoras.
Datos del salubrista también muestran que, en ese mismo lapso, hubo 862 muertes (10,5% del total de fallecimientos relacionados con la covid-19). La letalidad, dijo Mora, bajó con ómicron de 1,29% a 0,99%, lo cual se atribuiría al avance de la vacunación anticovid.
Más estudios se hacen necesarios
El epidemiólogo e investigador de la Universidad Hispanoamericana, Rónald Evans, explica que, desde los primeros estudios sobre el SARS-CoV2 en China los hombres aventajaban en mortalidad y en incidencia a las mujeres.
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“Nosotros le hemos seguido a esto la pista de diferentes maneras. Hicimos un ejercicio para ver la velocidad, según géneros, para llegar a 500 casos. Hubo lapsos en que fue rápido (15 días), pero en otros fue prolongado (90 o 115 días). Vimos que, en un principio, los hombres llegaban más rápidamente que las mujeres a los 500 casos. Pero últimamente esto ha cambiado, y coincide con ómicron. La velocidad en mujeres ha aumentado.
“Realmente es difícil llegar a una interpretación causal verdadera porque son muchos los factores que pueden incidir. Y a veces son sumamente confusos. Hay factores de orden biológico, que podrían explicar las diferencias por genes. En el caso del coronavirus, se ha dicho que la mujeres tienen un sistema adaptativo más eficiente que el de los hombres. Pero no pueden descuidarse otros factores como los sociales, económicos y de comportamiento.
“Una hipótesis para explicar esto es que, al aumentar la infección en menores y las mujeres los acompañan más, quizá esto haya contribuido a que esta población haya estado más expuesta al contagio. Pero habría que estudiar más a fondo, con hipótesis, para explicar este aumento novedoso en esta cuarta ola pandémica con ómicron en la incidencia en las mujeres”, dijo Evans.
Estudios al inicio de la pandemia, agregó Mora, revelaron que la mujer tiene más resistencia a la infección por SARS-CoV2, porque genéticamente tiene menos anclajes o receptores para el virus.
“Usualmente, se había contagiado y había muerto menos que los hombres, incluso teniendo comorbilidades (enfermedades de fondo). El aparente mayor contagio (en la cuarta ola pandémica) puede ser engañoso porque la mujer acude más a los servicios de salud que el hombre”, reiteró Mora Alvarado.