La intoxicación de colegiales del Liceo de San José de Upala por la fumigación en una finca de la zona puso en alerta a la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), que agrupa a productores del grano.
La organización comunicó este viernes su intención de investigar lo ocurrido en esa propiedad específica que afectó a los estudiantes del centro educativo aledaño.
“Indagaremos lo ocurrido al microproductor involucrado, en pro de velar por la salud de las personas, como prioridad absoluta, tratando de evitar que este tipo de situaciones se repita”, dijo en un comunicado.
Esta reacción surge luego de que el Ministerio de Salud diera a conocer, el jueves, una orden sanitaria para la finca implicada, mediante la cual suspendió las actividades de fumigación con agroquímico hasta que cuenten con la debida autorización por parte del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La fumigación en ese terreno provocó que el 23 de agosto 19 estudiantes del centro educativo upaleño sufrieran náuseas y dolor de cabeza. Todos los menores fueron trasladados por la Cruz Roja al hospital del cantón.
Según Salud, en una inspección realizada por técnicos de la Dirección Regional de la Rectoría de la Salud (Chorotega) y la Dirección Regional del MAG ese mismo día, se detectó un dron fumigando el cultivo. Además, hallaron productos utilizados en la fumigación: Kasumin 2–bactericida fungicida, Keyplex 350 DP, Manver zinc 9.6., Manver potasio y Bayfolan- abono foliar.
El Ministerio advirtió de que, si los propietarios de la finca incumplen la orden sanitaria se exponen al decomiso de equipos, químicos y vehículos de fumigación, así como a la imposición de multas y una denuncia penal.
Más casos
La intoxicación en Upala no es un incidente aislado. La misma situación se dio en mayo, cuando estudiantes de la Escuela La Ceiba, en San Juan de Florencia de San Carlos, fueron llevados a un centro médico por los malestares causados por un agroquímico.
En abril, diez alumnos y cinco maestros de la Escuela Villanueva, en San José de Upala, también sufrieron consecuencias similares y requirieron atención médica.
Según había explicado el Centro Nacional de Intoxicaciones (CNCI), el tipo de producto que utilizan las empresas “no son tan tóxicos” para que no afecte el fruto y la planta, por lo que no provocan daños a largo plazo. No obstante, sí se generan síntomas alérgicos, reacciones en la piel, mucosas irritadas, dolores de cabeza, mareos, náuseas y vómitos.