En una confusa comparecencia en la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público, David Landergren y Mirem Martínez, adjudicatarios de contratos con la CCSS para la compra de 12 millones de mascarillas, se abstuvieron de responder preguntas de los diputados.
Los legisladores siguen una investigación por la millonaria y fallida compra pública de equipos de protección a ambos proveedores, quienes no tenían experiencia en la comercialización de esos equipos de protección para el personal de salud.
Landergren, contador público costarricense a quien la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) le adjudicó una compra por $2,1 millones, se abstuvo de rendir testimonio por recomendación de su abogado.
A él, la Caja le contrató siete millones de mascarillas que se requerían con urgencia debido a la pandemia de covid-19. Sin embargo, aún adeuda más de tres millones de unidades, razón por la cual la institución le impuso multas que suman $153.000.
Entretanto, Martínez solo dio una declaración al inicio de la comparecencia. Su empresa, MR Comunicaciones Políticas resultó adjudicada en la compra de cinco millones de cubrebocas por $1,9 millones, pero la entidad procedió a finiquitar el contrato debido a que no pudo entregar ni un solo dispositivo.
La periodista española manifestó su molestia porque, según alegó, le dieron muy poco tiempo para leer la declaración que llevaba. En protesta, rechazó contestar preguntas de los congresistas.
Sin embargo, luego de ser juramentados, ambos habían sido advertidos por la presidenta del foro, la diputada Yorleny León, de que cada uno tendría solo cinco minutos para hablar.
Martínez dijo que se había preparado para exponer su caso en 20 minutos, porque así le habían notificado.
Normalmente, a los comparecientes se les otorga más tiempo. No obstante, la legisladora liberacionista señaló que debían levantar la sesión a las 3 p.m., debido a que algunos diputados tenían que asistir a la Comisión de Asuntos Hacendarios.
"En vista de que en esta comisión no se me ha permitido rendir mi declaración bajo parámetros objetivos y profesionales, debido a que tienen que cumplir con la agenda legislativa, voy a abstenerme de responder preguntas, puesto a que no he culminado y me parecía muy importante lo que tenía que decir.
“Es que mi declaración es muy básica y quería que se me escuchase, debido a que se me ha denigrado públicamente, no solamente en mis calidades profesionales, sino mis límites empresariales y mi integridad como mujer. Si a mí no me dejan leer la declaración completa, voy a abstenerme de responder preguntas”, afirmó Martínez.
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Martínez mantuvo la negativa, a pesar de el diputado Carlos Ricardo Benavides, del Partido Liberación Nacional (PLN), intercedió para que la dejaran ampliar su declaración de cinco minutos.
Solicitud que fue declinada por León.
“Créame que a esta presidencia le gustaría disponer de mayor tiempo. El tema es que a las 3 p.m. tenemos que suspender porque hay diputados que tienen compromisos adquiridos en otras comisiones, por tal razón no podríamos ampliar los plazos. De ser necesario, podríamos volver a llamarlos para que se puedan ampliar los temas, pero el día de hoy es sencillamente imposible”, le respondió León a Benavides.
Incluso, después de eso, el legislador Melvin Núñez, del Partido Restauración Nacional (PRN) decidió cederle cinco minutos de su tiempo para que continuara, ante la interrupción de la presidenta de la comisión.
Martínez tampoco pudo concluir su declaración y nuevamente fue interrumpida para dar paso a las preguntas.
Ante la molestia evidente, la diputada León le pidió que dejara su declaración por escrito para que fuera tomada en cuenta en el proceso de investigación.
Martínez aceptó, pero no contestó interrogantes, lo que provocó la reacción de varios legisladores.
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“Perdón, no sé si entendí mal. Entendí que doña Mirem había agradecido el gesto, que iba a dejar su declaración completa por escrito y que iba a contestar preguntas”, dijo Benavides a sus compañeros.
“Disculpe don Carlos Ricardo. Eh, yo creo que en ningún momento dije que iba a contestar preguntas. Les dije que les iba a dejar la declaración por escrito”, respondió la comunicadora.
Esta vez, fueron el propio Benavides y el independiente Jonathan Prendas los que cedieron 10 minutos cada uno para que ella terminara su intervención, pero la compareciente se negó, lo que no fue bien recibido por los congresistas.
“Nunca he visto semejante falta de respeto de alguien que le ve la cara a la CCSS, le falta el respeto. Aquí nadie violentó la imagen de una empresa de comunicación política que nada tiene que ser con asuntos de la CCSS”, señaló Prendas.
Señalándola y a gritos Prendas continuó: “Fue usted la que violentó a la CCSS y su silencio violenta a esta Asamblea Legislativa y el showcito que usted está hablando es una falta de respeto para los costarricenses. Este país le abrió las puertas (ella es española) para que usted hiciera negocios acá y usted le responde con semejante desfachatez”.
Los diputados calificaron de “show” la comparecencia de los adjudicatarios de compras públicas cuestionadas.
"Me da pena y vergüenza. No sé que pudiesen pensar las personas cercanas a ustedes de verlos hacer este show ante el primer poder de la República y ante los ciudadanos que esperaban una rendición de cuentas transparente.
“Yo creo que ustedes están complicando esto más de la cuenta. Pudieron haber tenido un espacio para transparentar y evitar, incluso, el siguiente peldaño que sigue, porque ahí está tocando la Fiscalía la puerta de ustedes”, afirmó Franggi Nicolás, legisladora del PLN.
Alegatos por escrito
En la declaración escrita que dejó a los diputados, Martínez alegó que antes de esa compra, la Caja le había adjudicado la adquisición de filtrantes y gorros descartables, insumos que entregó con éxito.
También defendió el hecho que le adjudicaran el contrato para la compra de cinco millones de mascarillas al asegurar que presentó la mejor oferta.
“Gané porque fui la oferta más barata, fui la mejor oferente frente a todas esas corporaciones arraigadas con mayor trayectoria en el sector, le pese a quien le pese”, afirmó.
Según la comunicadora, hacía tiempo que su empresa “venía en un proceso de diversificación de productos” e incursionó en la importación, exportación y colocación de inversiones. Por esa razón, considera que tiene suficiente experiencia logística para atender la compra de mascarillas que requería la CCSS.
En el documento al que pretendía dar lectura, Martínez niega haber construido nexos con la entidad mediante la oferta de donación de mascarillas chinas que planteó. Señaló que su empresa fue contratada por la firma de telecomunicaciones Huawei.
Esa empresa, sin embargo, negó tener intermediarios cuando ofrece donaciones, como la que refirió la comunicadora.
Insistió en que cualquier reunión celebrada con ese fin, respondió a los intereses de Huawei y no a los suyos.
“Sí se realizó una reunión virtual con el canciller (Rodolfo) Solano, pero fue en representación de Huawei, como cliente, yo no interactué en lo que dicha empresa decidió o no donar al Gobierno de Costa Rica”.
Finalmente, Martínez afirma estar a las órdenes de la Fiscalía para que realice las investigaciones que correspondan.