La copa menstrual fue incluida por error en la lista de 14 nuevos productos de la canasta básica de los consumidores, según admitieron esta tarde los ministerio de Hacienda y Economía.
Es un producto cuyo uso no está muy extendido en el país. De hecho, las interesadas en adquirirlas lo deben hacer por redes sociales, donde los precios oscilan entre los ¢5.500 y ¢18.500, dependiendo del tamaño y el material.
Este dispositivo es uno de los tres que las mujeres pueden usar para recoger la sangre que se produce durante la regla. Los más utilizados son las toallas sanitarias y los tampones.
Los propulsores del uso de la copa menstrual destacan su bajo impacto ambiental, pues llegan a tener una vida útil de hasta diez años, mientras una toalla sanitaria o un tampón se deben desechar inmediatamente después de su uso.
Las copas menstruales se pueden vaciar cada 8 horas. Se recomienda hervirlas en un recipiente después de la menstruación.
Un reportaje de la Revista Dominical, del 2014, cuenta que los primeros registros de copas menstruales o vaginales son de la década de 1930. Sin embargo, no fue hasta 1987 cuando se fabricaron las primeras hechas de látex, con un modelo similar al actual.
La inclusión de este dispositivo trascendió durante una conferencia de prensa, el jueves, en donde Hacienda y Economía informaron de la salida de 29 productos de la canasta básica, y la inclusión de 14; entre ellos, la copa.
Pocas horas después, se reconoció el error y se informó de que se corregirá la falta antes de que el decreto con los cambios sea publicado en el diario oficial La Gaceta.
Nota actualizada a las 5 p.m. del viernes