Lo peor que le podría pasarle a Costa Rica, en medio de la actual pandemia, es quedarse sin pruebas para detectar el nuevo coronavirus que produce la enfermedad del covid-19.
Conocedor de que los kits comerciales que se elaboran en el extranjero tienen alta demanda en el mercado y que eso podría generar problemas de abastecimiento, el Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT-CONARE) investiga métodos alternativos para la detección del virus.
Dicho proceso se realiza en el Laboratorio CENIBiot, del CeNAT-CONARE, "con el fin de fortalecer las capacidades locales para la generación de un protocolo fácil y accesible” , detalla un comunicado oficial de la organización.
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“Los científicos del CENIBiot consideran fundamental realizar dicha investigación para que Costa Rica disponga de protocolos de diagnóstico de la enfermedad, con el objetivo de reducir la dependencia de los kits comerciales importados”, agrega la comunicación.
La intención es desarrollar un protocolo de diagnóstico alternativo replicable por laboratorios de centros de salud e investigación, al cual las autoridades puedan recurrir en caso necesario.
El método de detección del virus más usado en la actualidad es el RT-PCR, que es aprobado y promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el criterio del CENIBiot, dicho método podría ser modificado técnicamente con componentes o reactivos de menos demanda en el mercado, lo cual facilitaría la fabricación local.
“La detección del virus por medio de RT-PCR consiste en tres pasos que son: la extracción de material genético viral, retrotranscripción y detección. Técnicamente es posible sustituir componentes, reactivos o tecnologías para esos pasos, por otros que tienen una menor presión de demanda en el mercado mundial y presumiblemente de más fácil acceso", explicó Randall Loaiza,director del CENIBiot.
“El gran reto está en lograr que la sensibilidad y especificidad clínica de un protocolo alternativo, sea comparable con la de los kits comerciales”, agregó Loaiza.
Con el fin de que la investigación avance de forma acelerada y tenga resultados exitosos lo más pronto posible, el CENIBiot conformó un equipo de trabajo especializado y una robusta red de apoyo logístico.
Entre las instituciones que apoyarán al CENIBiot están el Centro de Investigación en Biotecnología (CIB), del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec), el Centro de Investigaciones en Productos Naturales (Ciprona), de la Universidad Nacional, y el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
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También formarán parte del proyecto el Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) y el Instituto de Investigaciones Farmacéuticas (INIFAR), ambas de la Universidad de Costa Rica.
Paso a paso.
Para llevar a cabo dichas investigaciones, el CENIBiot cuenta con una inversión de más de $200.000, en la que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aporta $37.500.
Los $170.000 restantes serán aportados en especie por el CENIBiot y el resto de instituciones participantes del proyecto.
Eso sí, el CENIBiot espera que más socios aporten financieramente a la causa, para poder cumplir con todas las fases de la investigación.
Dicho estudio consta de tres etapas: desarrollo del método alternativo de detección, validación clínica del protocolo y automatización y transferencia tecnológica.
Esta última fase incluye la sistematización y publicación de un protocolo de acceso libre, disponible para otros laboratorios de América Latina.