Costa Rica pedirá una prueba con diagnóstico negativo a SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19, a los extranjeros que provengan de China, Hong Kong, Taiwán y Macao. Así lo anunció el Ministerio de Salud la tarde de este 5 de enero, a través de un comunicado de prensa.
Asimismo, las personas mayores de 12 años deberán contar con el documento que permita verificar que cuentan con el esquema completo de vacunación contra la covid-19.
Ambas medidas rigen a partir del lunes 9 de enero para quienes hayan estado en estos sitios en los 14 días anteriores a su vuelo. La prueba diagnóstica debe ser realizada en un laboratorio, puede ser PCR o de antígenos, y debe ser tomada un máximo de 72 horas antes del ingreso al país.
Las medidas aplican para las personas que ingresen a territorio nacional por cualquier medio terrestre o en vuelos internacionales. Los documentos presentados, sin excepción, deben estar en idiomas español o inglés.
En el comunicado, Salud indicó que “estas disposiciones sanitarias están basadas en recomendaciones técnicas y el principio precautorio en el cual las autoridades están obligadas a tomar las medidas sanitarias preventivas y necesarias para evitar daños graves o irreparables a la salud de los habitantes”.
Las autoridades también se dirigieron a los costarricenses y residentes que estuvieron de visita en esos lugares en los últimos días.
“Salud les recomienda mantener un aislamiento preventivo por al menos siete días una vez que ingresen al país. En caso de presentar síntomas respiratorios acudir a un servicio de salud e indicar sobre su antecedente de viaje. También se aconseja el uso de mascarilla”.
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Mundo está vigilante
De esta forma, Costa Rica se une a otros países que solicitan una prueba negativa a quienes viajan desde China y zonas aledañas.
Desde el primer día de 2023, Estados Unidos volvió a exigir pruebas diagnósticas negativas a quienes ingresen provenientes del país asiático. Otras naciones como Italia, Francia, España y Marruecos se unieron luego; mientras que la Unión Europea acordó el 3 de enero recomendar la medida a los países miembros.
¿A qué se debe? El país asiático y sus territorios aledaños están enfrentando una nueva ola de la enfermedad, luego de que el 7 de diciembre pasado, el Gobierno chino decidió dejar la política “cero covid” establecida desde inicios de 2020, la cual implicó restricciones a la movilidad, testeos masivos constantes y aislamiento en caso de haber tenido contacto con personas que hubieran estado con el virus, aun si no se desarrollaban síntomas.
Las estadísticas oficiales de China son poco fiables, pero grupos independientes han sacado las suyas. Un cálculo que circuló por noticias y redes sociales chinas, con datos de trabajadores sanitarios, evidenciaba que 250 millones de personas se habían infectado en los primeros 20 días de diciembre. A su vez, la firma de análisis de riesgo sanitario Airfinity proyectó 11.000 muertes y 1,8 millones de contagios diarios, con 1,7 millones de muertos para finales de abril.
China, de forma oficial, ha reportado solo 15 muertes por covid-19 desde el 7 de diciembre y, además, redujo los criterios para determinar si una muerte fue causada por el coronavirus. El Gobierno dispuso contar solo las muertes por insuficiencia respiratoria directamente relacionada con la infección y excluir a un gran número de muertes provocadas porque la infección agravó enfermedades subyacentes o causó insuficiencia cardíaca o hepática.
Los especialistas internacionales señalan que no existen razones para pensar que volveremos a un “estado cero”, como el que teníamos en enero de 2020 y que puso en jaque a todas las regiones del mundo. De hecho, la evidencia hasta el momento apunta hacia lo contrario. No obstante, es necesario mantener una vigilancia sobre los acontecimientos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó este 4 de enero que comprenden a los países que impusieron este requisito.
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“Esto no es en sí una restricción de viaje. Es una forma de prevención y yo creo esto es entendible debido a la situación en China. Los países no sienten que no tienen información para tomar decisiones y por eso piden la prueba. En este momento ni siquiera tenemos secuenciación genómica a nivel mundial. Los países consideran que la forma de detectar posibles nuevas variantes es hacer pruebas a los viajeros“, explicó Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS.
El médico y epidemiólogo costarricense Ronald Evans fue enfático en que, hasta el momento, en China no se reportan variantes o subvariantes del SARS-CoV-2 diferentes a las vistas en el resto del mundo. No obstante, hizo la salvedad de que ante esta explosión de casos cabe la posibilidad de que haya nuevas variantes o subvariantes de ómicron que eventualmente puedan causar preocupación.
“Entre más circule un virus hay más chance de variantes de preocupación. No es una probabilidad alta, pero sí puede suceder, por eso el mundo está vigilante”, expresó a La Nación.
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