El Gobierno anunció este sábado 24 de abril un endurecimiento del horario de la restricción vehicular sanitaria, para limitar el desplazamiento de personas y mitigar un agudo repunte de infecciones por covid-19 que ya casi rebasa la capacidad hospitalaria para atención en cuidados intensivos.
Ese escenario ocurriría en dos semanas y augura un aumento de las muertes por la imposibilidad de atenderlos si no se controla el ritmo de contagios; indicaron las autoridades.
A partir del próximo martes 27 de abril, la restricción vehicular sanitaria se aplicará por más horas: el inicio pasará de las 11 p. m. a las 9 p.m. De esta forma, vehículos particulares no podrán circular de 9 p.m. a 5 a. m.
Este ajuste regirá hasta el próximo 16 de mayo e incluye fines de semana.
La restricción vehicular sanitaria por placas entre semana seguirá rigiendo solo en el área conocida como anillo de circunvalación. Salvo la lista de excepciones, no circulan:
Lunes: placas terminadas en 1 y 2
Martes: placas terminadas 3 y 4
Miércoles: placas terminadas 5 y 6
Jueves: placas terminadas 7 y 8
Viernes: placas terminadas 9 y 0
En fines de semana todo sigue igual. Los sábados pueden circular carros con placas finalizadas en números pares (0-2-4-6-8) y los domingos las terminadas en números impares (1-3-5-7-9).
De igual forma, también se reduce el permiso de funcionamiento de los establecimientos con permiso sanitario de atención al público hasta las 9:00 p.m. (en coherencia con la restricción vehicular sanitaria) y el horario de acceso a playas sigue igual: de lunes a domingo de 5:00 am a 6:00 pm.
Tanto se deteriora la atención de la pandemia que las autoridades solicitaron, en varias ocasiones, evitar actividades grupales entre familias y grupos de amigos; así como en encuentros clandestinos de tinte comercial dada la multiplicación de contagios en esas reuniones.
El presidente de la República Carlos Alvarado descartó, en conferencia de prensa, cierres de otros tipos pero el ajuste en la circulación vehicular obligará a modificación de horarios entre comercios en general; en particular, restaurantes, bares y otros establecimientos.
“Por un año hemos batallado para evitar la saturación de camas de cuidados intensivos pero en próximos días parece que ese momento llegará. Esta alerta es muy importante pero no es como cualquiera, se asemeja a la de un desastre natural porque si se da la saturación, habrá personas que no tendrán una de estas unidades”, advirtió el mandatario.
Quesada insistió en que no es momento de fiestas o actividades clandestinas y sí es ocasión de limitar las salidas a lo estrictamente esencial, y solicitó vehemente a la población en general cuidarse.
“Al virus no es en los hospitales que lo vencemos, es en la conciencia de cada persona de hacer lo correcto. Por eso le pedimos a usted que se cuide y a sus seres amados. Cuidémonos todos y todas, cuidemos a Costa Rica y que Dios cuide a Costa Rica”, indicó Alvarado.
Su llamado sobrevino cuando este sábado Costa Rica reportó un nuevo máximo de hospitalizaciones desde el inicio de la pandemia: 662.
De ellas, 303 son personas entre la vida y la muerte en una unidad de cuidado intensivo (UCI) que también reporta el número más alto a la fecha por la covid-19. Tal es así que esta semana este registro se elevó en cuatro ocasiones.
Daniel Salas, ministro de Salud, confirmó que este sábado se confirmaron 1.800 casos nuevos; una cifra sin precedentes desde la declaratoria de emergencia en marzo del 2020 y que se traducirá en más internamientos.
“Tal vez no lo dimensionamos bien, pero si el papá, mamá, tío o hermano de alguno de ustedes ocupa un respirador, este no estará disponible. O un accidente de tránsito grave, no hay garantía que podrán recibir atención los heridos”, enfatizó Salas.
El Ministro recordó que la restricción vehicular ha probado ser una de las medidas más efectivas para doblegar la curva de casos hacia abajo. Y reiteró que por ahora no hay ajustes a otras medidas al comentar que las clases presenciales en escuelas y colegios siguen.
Casi rebasado
Mario Ruiz, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), indicó en la misma conferencia de prensa que la aceleración de casos en últimas semanas tiene al límite la capacidad de los hospitales.
A este sábado, la ocupación de camas UCI estaba al 94% de 359 disponibles a nivel nacional.
Esta saturación, explicó, limitaría la atención de otros pacientes con otros padecimientos que requieran UCI.
El ritmo acelerado indica que la capacidad hospitalaria llegará a su límite (y sería rebasada) en las siguientes dos semanas. Sería entonces cuando será imposible atender nuevos pacientes.
Esto quiere decir que aumentarán los muertos por covid-19, por otras enfermedades o por accidentes, anunció Ruiz.
“Estamos a las puertas de la peor catástrofe hospitalaria de Costa Rica. Si llegamos a rebasar la capacidad, tendremos el momento más doloroso de la pandemia”, indicó el médico en alusión al hecho de que personas morirán a falta de capacidad hospitalaria.
El anuncio llega en momentos cuando Costa Rica, si mantiene el ritmo de infecciones de covid-19 durante el próximo mes, sufrirá un colapso hospitalario a partir de mayo como lo confirmaron las propias autoridades este sábado.
Así lo señala un análisis del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (CCP-UCR).
“El panorama es sombrío, estamos entrando en el crecimiento exponencial. Ya superamos las 600 camas de hospital y dentro de un mes bien puede ser que estemos en una demanda que sea el triple de eso: 1.800 camas”, resumió el demógrafo y salubrista público Luis Rosero Bixby, coordinador del análisis.
En este momento, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tiene destinadas 955 camas a la atención de la covid-19: 607 en salón y 348 en unidades de cuidado intensivo (UCI). A esto habría que sumarle las camas de los centros de salud privados, que este viernes albergaban a 15 pacientes con covid-19, uno de ellos en UCI.