Por segundo año consecutivo, la covid-19 es la principal causa de defunciones entre la población costarricense, por encima de los infartos. También se ha convertido en un factor importante sobre la cantidad adicional de fallecimientos anuales en el país, que pasó de 500 o 550 en los años previos a la pandemia, a 4.876 solo el año pasado.
De los 31.081 fallecimientos registrados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en sus datos preliminares para el 2021, 4.796 están asociados a la covid. Esa cantidad duplicó la cifra de muertes del 2020 por esa causa en el primer año pandémico, cuando hubo 2.334. La mayor cantidad registrada el año pasado coincide con el embate de la ola pandémica asociada a la circulación de la variante delta, mucho más agresiva y letal.
La Tasa Bruta de Mortalidad (TBM) de Costa Rica, o tasa de mortalidad general, subió de 5,13 muertes por cada 1.000 habitantes en el 2020 a 6,02 el año pasado. Ese indicador era de 3,9 en el 2006, luego subió a 4,1 en el 2012 y a 4,6 en el 2016. La TBM expresa el número de defunciones por cada 1.000 habitantes (la razón del número de defunciones anuales con respecto a la población total al 30 de junio del año, por 1.000).
La coordinadora de Estadísticas Demográficas del INEC, Olga Araya Umaña, advierte que las defunciones en Costa Rica vienen en aumento desde hace tres o cuatro años, y explica que la principal causa es el envejecimiento de la población.
“Hay un aumento que ya es natural y es producto de ese envejecimiento. Sin embargo, la covid aceleró ese aumento y afectó a todas las edades. Conforme el país fue avanzando en la vacunación y en las medidas sanitarias, vimos cómo este aumento en las defunciones se pasó a otros grupos de edad pues al inicio se concentró en adultos mayores.
“Estábamos en un promedio entre 500 y 550 muertes más anuales, pero entre el 2019 y el 2020 fueron 1.400 muertes más, y ahora 4.876. Definitivamente este es un aporte covid, pero no todas las muertes son covid. Hay un aumento que es natural a la población. Entre el 2020 y el 2021 hubiera esperado unas 600 más (si no hubiera estado la pandemia). El país va a seguir hablando en sus estadísticas de muertes asociadas a covid”, advirtió la demógrafa.
El envejecimiento de la población tiene mucho que ver con la reducción sostenida de la fecundidad y del incremento en la esperanza de vida, tendencias demográficas que se han mantenido relativamente estables en las últimas dos décadas.
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Araya comentó que, aunque hubo interés de revisar de forma puntual cada muerte asociada a covid para establecer si era una ‘por covid’ o una ‘con covid’ esto finalmente no se logró por cuestiones operativas que van desde la falta de más personal para hacer este análisis hasta las limitaciones de acceso a la información del Expediente Digital Único en Salud (EDUS), de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
“Iniciamos ese proceso con las defunciones del 2020, pero nos dimos cuenta de que era imposible hacer un análisis tan puntual. Se necesita un equipo muy grande. Espero que más adelante se haga, aunque sea en retrospectiva”, dijo. No obstante, agregó, se decidió circunscribir ese análisis a la totalidad de las muertes relacionadas con la covid-19 en los siguientes grupos: niños y adolescentes, mujeres embarazadas, población indígena y población privada de libertad.
“En estos grupos sí podemos hablar (de muertes) por covid o con covid. En el resto de las defunciones hablamos de que son asociadas a covid”, aclaró.
De mantenerse la tendencia del 2020 en los resultados de los casos revisados, se podría decir que un 90% de los fallecimientos los causó directamente la enfermedad (muerte por covid) y un 10% son enfermos que murieron con covid.
Según los registros del Ministerio de Salud, al 5 de abril, han fallecido por causas relacionadas con la covid 8.327 personas.
Durante el 2021, todos los cantones elevaron la mortalidad, excepto Dota, que la redujo en un 29% al pasar de 55 fallecimientos en el 2020 a 39 en el 2021, seguido de Tilarán (10,2% de reducción), Matina (6,9%), León Cortés (3,3%) y San Isidro (2,2% de reducción).
El cantón donde más aumentó la mortalidad fue Los Chiles, en la frontera con Nicaragua, que registró un 67,3% de crecimiento al pasar de 110 muertes a 184 en los últimos dos años.
En cuanto a grupos de edad, el único que bajó la mortalidad fue el de los niños entre 5 y 9 años, con un 27% de reducción. El grupo de edad de más aumento fue el de las personas entre 35 y 49 años, con un 32% de incremento, al pasar de 2.076 muertes a 2.742 muertes entre el 2020 y el 2021.