“Ellas no puede ser sus amigas”. “Yo decido cuándo va a ver a su familia”. “No se vista así”. “No se corte el cabello”. “No hace falta que estudie, yo la mantengo”.
Esas son solo algunas de las banderas rojas (red flags) que pueden manifestar los hombres desde el noviazgo o ya en la convivencia que alertan de situaciones de riesgo de violencia, explicó Adilia Caravaca, presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu).
Caravaca se refirió a este tema durante una conferencia de prensa, este 29 de abril, en la que diferentes jerarcas de instituciones se reunieron para hablar de prevención y de los servicios que brindan en casos de violencia contra las mujeres y atención a las personas menores de edad sobrevivientes de feminicidio.
La reacción se da luego del asesinato de Kimberly Araya, de 33 y madre de tres niños, aparentemente a manos de su esposo, al tiempo que Nancy Chacón, de 30 años y también mamá de tres menores, cumplió más de un mes de desaparecida.
Ante este panorama, la prevención se vuelve indispensable. Le compartimos señales de alerta para su caso personal o el de alguna familiar o amiga; así como la línea de emergencia y espacios en los que puede solicitar ayuda.
Las banderas rojas de una relación violenta
Que desvaloricen sus sueños y se burlen de sus comentarios son otras manifestaciones a las que se debe prestar cuidado en una relación, dijo Caravaca. La presidenta ejecutiva resaltó que los celos y las formas de control no representan amor, sino que pueden verse como señales para tomar decisiones y “huir a tiempo”.
“El aislamiento es una estrategia común, buscan que la mujer sienta que está sola. Hay que ver esos signos de alto peligro. La idea de salirse de ese círculo peligroso es algo que hay que planear. No decirle, más bien analizar qué pasa, qué me espera. Al principio no hay golpes, pero luego empieza un empujón y jalada de pelo”, añadió la jerarca en entrevista con La Nación.
Salirse del círculo no siempre es sencillo y la presidenta del Inamu lo reconoció. Aseguró que la violencia toma por sorpresa a las mujeres y que duele mucho más allá de lo físico, pues quien lastima es esa persona en la que se confiaba y que prometió tanto.
“Produce dolor y a veces es difícil salir del círculo, más cuando al otro día llega a pedir perdón con flores, entonces se piensa que va a cambiar, ahí empieza el círculo hasta el momento en el que las cosas pueden salirse de control”, advirtió la jerarca.
¿A quién puedo recurrir si sufro violencia doméstica?
Cuando se presentan casos de violencia es posible solicitar ayuda a la línea 911. Allí, además de buscar auxilio y reportar emergencias, cuentan con un equipo capacitado, para atender consultas de mujeres relacionadas con agresiones por parte de sus parejas.
“Existe la idea de que se llama al 911 solo por situación de riesgo, sin embargo, en materia de violencia, también se habilita la línea para aclarar consultas y dudas (en temas de violencia) que también son emergencias. Allí pueden preguntar qué va a pasar con una propiedad, quién va a tener la tutela de los hijos, si se los pueden quitar”, agregó Caravaca.
Si bien el Inamu ofrece la línea 1125, la misma está habilitada para atender otras consultas, pues el recurso especializado en violencia lo tienen en el 911.
Además de las llamadas, las mujeres pueden recibir ayuda en algunas comunidades e incluso por lugares en los que transitan. Ahora mismo existen los llamados Puntos Violetas, que funcionan como “primeros auxilios psicológicos y jurídicos” y en los que están disponibles una psicóloga y una abogada para brindar atención. De momento existen 32 que están ubicados en las siete provincias y que pueden ser consultados en el sitio web del Inamu.
Asimismo, hay más de 420 Espacios Seguros habilitados en comercios o instituciones. ¿Sabía que si va caminando por la avenida central de San José y sufre algún tipo de acoso puede acercarse a McDonald’s, Pizza Hut, Tienda La Gloria, Tiendas Monge, el edificio de Patrimonio Histórico, entre otros, para que le ayuden?
Según el Inamu, se han capacitado a estas empresas o entidades para que sepan cómo ayudar en casos de violencia contra las mujeres. Todos tienen un logo que los identifica, de momento no existe un directorio en el que estén incluidos todos los espacios seguros.
¿Cómo ayudar a las mujeres a salir de su círculo de violencia?
Durante años, la sociedad ha tomado la posición de que lo que pasa “de la puerta para adentro” de una casa no es su problema; hay quienes creen que si una mujer continúa viviendo con su agresor es porque “le gusta que le pegue” y otras personas aconsejan a las mujeres a hacer el sacrificio de seguir en la relación porque “el hombre puede cambiar”.
Para Adilia Caravaca, la responsabilidad de lo que pueda pasarle a una mujer es compartida, pues como entorno y comunidad no se puede ser indiferente.
De ahí que es muy importante apoyar a quien necesite salir de esos círculos, que se sienta comprendida. También, añadió la jerarca, el apoyo de mujeres sobrevivientes de violencia es muy efectivo.
“No hay que normalizar la violencia. No hay manera, en ningún país, de tener un policía en cada punto. De ahí que el entorno sea tan importante. Ir a la casa, tocar la puerta, preguntar qué pasa, hace que el agresor vea que están atentos y que ella no está aislada”, dijo.
Fue enfática en que nadie merece vivir en “este tormento”.