Desechar más de 360.000 vacunas contra la covid-19 que vencen el 30 de noviembre, significará para Costa Rica la pérdida de $5,4 millones.
Esa fue la inversión que hizo el país en la compra de estos fármacos, según la información que suministró, este miércoles, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ante consulta de La Nación, luego de que el director de Vigilancia de la Salud, Rodrigo Marín Rodríguez, confirmara la suerte de esas dosis no aplicadas.
La gran mayoría de estas vacunas está dirigida a población adulta (350.000 dosis), y alrededor de 11.000 son para niños de 5 a 11 años.
En enero del próximo año, 500.000 dosis más tienen fecha de vencimiento para finales de ese mes, informó el médico. Marín también es miembro de la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), del Ministerio de Salud.
Según datos de cobertura de vacunación del Ministerio de Salud, con base en información de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), 555.000 costarricenses mayores de seis meses no tienen ni la primera dosis contra la covid-19. Son cerca de un 10% de la población.
De acuerdo con Salud, otras 298.462 personas no acudieron por su segunda dosis; más de 1,5 millones carecen de su tercera dosis, y alrededor de 1,3 millones están sin cuarta dosis. El esquema completo anticovid en Costa Rica es de tres dosis. La cuarta dosis se considera un refuerzo.
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En febrero del 2022, el anterior presidente de la CNE, Alexánder Solís, dijo que el país había invertido más de $83 millones en el 2021 para traer nueve millones de vacunas anticovid.
De ellas, seis millones fueron compradas a Pfizer ($72 millones) y un millón a AstraZeneca ($4 millones). Otros dos millones ($7,7 millones) fueron adquiridas mediante el mecanismo Covax, una iniciativa de diferentes organismos de Naciones Unidas para dotar de vacunas al 20% de la población de mayor riesgo de infectarse o morir por covid-19 en cada país. Además, dijo Solís, en la logística complementaria a las donaciones invertimos $118.000 aproximadamente.
Solís dijo en aquella oportunidad que, para el 2022, el país había pagado a la empresa Pfizer $13 millones de un total de $52 millones; y a Covax $11 millones. Las donaciones por este concepto para este año estaban en el orden de los $442.000.
Esfuerzos
El director de Vigilancia de la Salud atribuye la reducción en el ritmo de vacunación a varias razones. Una de ellas, es el cambio en la percepción del riesgo de enfermar gravemente o morir. También, según dijo, estos escenarios se están dando en otros países, por lo que no es una situación exclusiva de Costa Rica.
“(...) es una tendencia mundial como parte de una “nueva normalidad” muy parecida a las condiciones previas al inicio de la pandemia por la covid-19″, dijo.
Rodrigo Marín afirma que los esfuerzos por llevar la vacunación, incluso puerta por puerta, han sido grandes en los últimos meses. Se está planeando, dijo, ampliar a los hospitales, clínicas y farmacias privadas la disponibilidad de lugares para que las personas lleguen a iniciar o a completar su esquema. Estos centros aplicarán de forma gratuita la vacuna.
Esos esfuerzos, sin embargo, no lograron elevar lo suficiente la cantidad de vacunados semanales para evitar que más de 360.000 dosis acaben en la basura.
En cuestión de las últimas cinco semanas, dijo Marín, se pasó de colocar 47.040 vacunas a 72.920 (la semana del 14 de noviembre). Pero no bastó.