Los hogares con personas adultas dependientes de cuidados 24/7 cuentan a partir de este 29 de octubre, con un sitio web mediante el cual tendrán acceso a información sobre diferentes servicios que los ayudarán en esa labor de cuido.
El Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) lanzó Cuidar.cr como parte de las acciones para consolidar el Sistema Nacional de Cuidados y Apoyos para Personas Adultas y Personas Adultas Mayores en Situación de Dependencia (Sinca). El sitio se implementó con apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Se trata de una plataforma en la que las familias y los cuidadores podrán encontrar y solicitar servicios de personas, organizaciones y empresas privadas con experiencia en el cuido de personas adultas en situación de dependencia.
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Cuidar.cr, además, tiene una sección con los servicios que ofrece el Sinca, cursos y una caja de herramientas sobre autocuidado, entre otras funcionalidades, informó la ministra de Desarrollo Humano e Inclusión Social y presidenta Ejecutiva del IMAS, Yorleny León Marchena.
El nuevo sitio web se hizo público en el marco del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, que se conmemora este 29 de octubre. En esta fecha también se realizó el I Encuentro Nacional de los Cuidados.
“Es el momento preciso para que Costa Rica cuente con un directorio de los servicios que están disponibles de cuidados y apoyos en los sectores público y privado, para así responder de la manera más óptima y responsable a la realidad a la que el país se está enfrentando, que es el envejecimiento acelerado de su población”, dijo León.
El perfil demográfico de Costa Rica, caracterizado por su alta esperanza de vida, impone también desafíos en áreas como la fiscal, pensiones y cuidados, dijo el representante del BID en Costa Rica, Francisco Javier Urra.
Desarrollar sistemas de atención a largo plazo y servicios innovadores para mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores, así como apoyar la labor de las personas cuidadoras y crear un modelo de protección social capaz de beneficiar a la población más vulnerable, están entre los desafíos país, agregó Urra.
Además del sitio web, otros proyectos desarrollados en el marco del Sinca son los siguientes:
- Canasta básica de la dependencia. Productos y servicios destinados a atender a una persona en situación de dependencia, que pueden variar según el nivel de dependencia. Por ejemplo, incluyen pañales, toallas húmedas, medicamentos fuera del servicio de la seguridad social y terapia.
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- Código QR. Es una credencial que acreditará como cuidadores a personas que sean valoradas por el IMAS.
- Piloto de cuidados a domicilio. Servicios de atención domiciliaria a personas adultas mayores en situación de dependencia por organizaciones avaladas por el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam). Este proyecto está a cargo de la Junta de Protección Social (JPS).
‘U’ públicas crean red de estudio de los cuidados
La semana anterior trascendió además, que un grupo de académicas de cuatro universidades públicas crearon la Red Interuniversitaria de Estudio y Transformación de los Cuidados, cuyo objetivo es promover la redistribución equitativa de las responsabilidades de cuidado en la sociedad costarricense.
La red la integran las universidades de Costa Rica (UCR), Nacional (UNA), Estatal a Distancia (UNED) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) instituciones que trabajan para visibilizar la importancia de los cuidados como un derecho humano: el derecho a ser cuidado, el derecho a cuidar y el derecho al autocuidado.
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Según la última Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), citada por la UNED, son las mujeres quienes dedican más tiempo efectivo por semana a labores de cuido, con 32 horas, mientras los hombres destinan casi 16 horas.
Esta Red también integra acción social, investigación y docencia con el objetivo de lograr una transformación en la forma en que la sociedad costarricense entiende y valora el trabajo de cuidados.
En Costa Rica, más de 300.000 personas lidian, todos los días, con la soledad y el cansancio de cuidar a algún pariente que requiere asistencia para realizar tareas básicas, como bañarse, comer, vestirse o ir al servicio sanitario. La mayoría no reciben remuneración por su trabajo, que realizan con un importante desgaste físico, económico y emocional como consecuencia.
Además, carecen de sistemas de soporte familiar y comunal que les faciliten la capacitación para asumir su rol y para velar por su cuidado personal para no enfermarse.
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