En países donde ya circula activamente la nueva variante delta de la covid-19, se ha registrado un repunte importante en el número de casos, aunque el aumento de hospitalizaciones y muertes ha sido menor gracias a la vacunación.
Un fenómeno similar se esperaría para Costa Rica cuando delta comience a circular, si no es que ya está en el territorio y todavía no ha sido captada por la vigilancia centinela del sistema de salud.
Daniel Salas Peraza, ministro de Salud, confirmó que el riesgo de repunte existe, en momentos en que la actual ola pandémica registra disminuciones importantes en el número de internamientos y decesos.
Según datos de Salud, el número de decesos provocados por esta enfermedad viene bajando en las últimas semanas.
Mientras que en la semana epidemiológica 24, que finalizó el 19 de junio, se registró una reducción del 10,4% en la cifra de muertes, en la que cerró el 3 de julio, la reducción fue de 35,3% con respecto a la semana 24.
La caída también se ha sentido en el número de hospitalizaciones: la reducción que se reportó a mediados de junio fue de 9,2%, mientras que la semana pasada la cifra de internamientos por la covid-19 cayó un 28,2%.
Pero esta tendencia podría revertirse cuando delta comience a circular en territorio nacional.
“Existe el riesgo de que tengamos un repunte conforme delta comience a circular más. Podríamos tener una ola mixta, que no empezó con la variante delta pero que se va a prolongar. Ese es un riesgo.
“Otro riesgo podría ser que todavía disminuya un poco más y que la variante delta haga una nueva ola pandémica.
“Los expertos dicen que esta variante, incluso en vacunados, se logra transmitir pero no tanto enfermar gravemente”, explicó Salas en una entrevista con La Nación.
El ministro aclaró que algunos estudios sugieren que la variante delta podría hasta duplicar la letalidad, pero sostuvo que esos análisis no aportan todavía resultados concluyentes.
Vacunación es clave
El ministro confía en que la llegada de más dosis permita acelerar la vacunación en agosto y setiembre, en niveles mayores a los vistos en mayo, cuando se pudieron organizar campañas masivas en todo el país.
La aplicación de dosis bajó la velocidad, en forma sustancial, en junio.
De acuerdo con un conteo realizado por La Nación, el ritmo de vacunación contra la covid-19 que el país tuvo en la última semana, lo alejó 116 días más de la meta de la inmunidad de rebaño.
Si se continuara con la velocidad de inmunización de los últimos siete días, se llegaría al 70% de los habitantes dentro de 306 días (poco más de 10 meses), precisa el reporte periodístico.
Hasta el 28 de junio, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) había aplicado más de 2,4 millones de dosis, y poco más de 800.000 personas tenían su esquema completo.
La meta país es proteger a 4,5 millones de personas.
Meter el acelerador para aumentar la cobertura permitiría ver un incremento de casos nuevos con esta nueva variante, mas no así de hospitalizaciones y fallecidos, de acuerdo con Salas.
El riesgo se mantendría, principalmente, para quienes no tengan la vacuna.
El ministro aclaró que no hay forma de contener el avance de los virus pandémicos.
“No solo la variante delta, sino de otras que pueden surgir. Muchos expertos se han sumado a decir que, mientras no haya una inmunidad colectiva, este virus seguirá circulando con fuerza en todo el mundo, especialmente donde hay condiciones físico-sanitarias disminuidas”, dijo.
La inmunidad colectiva, o de rebaño, se logra cuando un 75% o más de la población está protegida con vacuna.
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Salas reconoce que hay muchos países desarrollados que acaparan vacunas.
“No comprenden que el virus se esparce por todo el mundo, que si surge una variante que evade el mecanismo de protección de la vacuna, no estaremos seguros, y vamos a caer otra vez en lo mismo: una nueva variante, una nueva formulación de vacuna...
“Existe el riesgo de que salgan otras variantes y que las vacunas no tengan el efecto suficiente en una de ellas”, añadió el jerarca.