Las muertes relacionadas con la covid-19 desplazaron en el 2020 a los infartos, como primera causa de fallecimiento entre la población costarricense.
Según datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 2.334 personas murieron por esa enfermedad, mientras que 1.433 fallecieron por infarto agudo al miocardio. En el 2019, se registraron 1.486 decesos por infartos.
“(...) en términos absolutos (la muerte por covid) es 1,6 veces la cantidad de defunciones por infarto agudo del miocardio, que fue la principal causa de defunción para 2019″, detalla un informe especial del INEC sobre el impacto de las defunciones asociadas con esa enfermedad durante el primer año pandémico.
Al menos desde el 2000, el infarto agudo al miocardio ostentaba el primer puesto entre las causas de muerte, confirmó a La Nación Olga Araya Umaña, coordinadora de Estadísticas Demográficas del INEC.
“Nunca se había visto un desplazamiento de esa magnitud. Aun cuando tuvimos la emergencia nacional con el AH1N1 (2009), que en términos de mortalidad no desplazó a los infartos. Esto es algo signficiativo en el cambio del perfil de mortalidad del país”, agregó Araya Umaña.
El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, había adelantado esa posibilidad desde noviembre, como parte de sus explicaciones sobre el profundo impacto de la pandemia en el país.
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En el 2020, se registraron 26.209 defunciones; nueve de cada 100 de ellas se deben a la covid-19, informó el INEC.
“Ese año, por cada cien defunciones por infarto ocurrieron 160 asociadas a la covid-19″, agregó Araya.
Este desplazamiento, empuja hacia arriba la tasa bruta de mortalidad (TBM), que de por sí experimentaba un crecimiento sostenido en los últimos años como resultado del envejecimiento de la población.
De acuerdo con el informe del INEC, se pasó de 4,6 defunciones por 1.000 habitantes en 2016, a 4,8 en 2019. En el 2020, ese indicador se sitúa en 5,1 defunciones por 1.000 habitantes, aumento atribuido a “un efecto directo de la mortalidad asociada a la covid-19″.
Además de la covid y el infarto agudo al miocardio, las siguientes completan el cuadro de las primeras cinco acusas de muerte en Costa Rica:
- Diabetes Mellitus no especificada: 1.245 muertes.
- Diabetes Mellitus no insulinodependiente: 958 muertes.
- Otras enfermedades pulmonares obstructivas crónicas: 840.
El INEC estimó también los años potencialmente perdidos por esta causa: un total de 59.816 años: 38.313 años en hombres, y 21.513 en mujeres.
En términos de promedio por persona se perdieron 2,3 años, y por sexo los hombres perdieron, en promedio, 2,5 años de vida potencial, y las mujeres 1,9 años.
Seguimiento de ocho meses
La demógrafa explicó que el país usa tres códigos para identificar las defunciones relacionadas con la covid-19.
El primero de ellos, para los casos confirmados de covid-19 como causa de muerte; el segundo para aquellos sospechosos y aún en investigación, y un código más que el país creó, que es para la persona que fallece por covid-19 por nexo epidemiológico pero a quien no se le hizo prueba.
Entre las 2.334 defunciones asociadas con la covid-19, se incluyen las de dos mujeres embarazadas, informó Araya.
De esos decesos, 2.278 son por covid (con prueba de laboratorio que confirma la infección); hay otras 35 defunciones en estudio y que clasifican como sospechosas, y 21 más por nexo epidemiológico.
Los datos liberados este 25 de marzo son preliminares, advierte el INEC. Los definitivos se publicarán en noviembre.
“Las defunciones tienen que ser bien analizadas, porque la enfermedad de covid es totalemnte nueva, no solo para las autoridades de Salud sino también para nosotros. Tuvimos que coordinar con OPS (Organización Panamericana de la Salud) y OMS (Organización Mundial de la Salud) para trabajar en la misma línea porque tenemos que asegurar, no solo un dato cercano, sino también comparable.
Daremos seguimiento a estos datos y esperaríamos para noviembre los definitivos, para hablar, ya no de muertes asociadas sino de muertes por covid-19, esperando que en estos ocho meses podamos confirmar aquellos casos que quedan sospechosos, que son 35 a nivel nacional, y los 21 por nexo”, explicó la demógrafa.
El confinamiento al que obligó la pandemia también deja “datos positivos” en mortalidad para el país, destacó Araya.
Citó, por ejemplo, la reducción significativa en los accidentes de tránsito, que pasaron de ocasionar 811 muertes en el 2019 a 547 el año pasado. Esta es una causa completamente prevenible, dijo Araya.
También se experimentó una baja importante en las muertes por causas infecciosas y parasitarias.
“El cierre de escuelas, a pesar de todo lo que eso implicó para la educación de la población estudiantil, hizo que la mortalidad bajara en este tipo de patología: se dieron 108 defunciones menos por esas causas”, destacó la demógrafa.
Caída abrupta en nacimientos
En la liberación de datos preliminares de las estadísticas vitales, también trascendió la reducción más importante en el número de nacimientos de los últimos 20 años.
El año pasado, en todo el país, se registraron 57.848 nacimientos, 6.426 menos con respecto al 2019.
“Se mantiene la disminución en la tasa global de fecundidad, alcanzando un valor 1,4 hijos e hijas por mujer, un valor por debajo del nivel de reemplazo generacional, lo que implica que no nacen suficientes niños y niñas para reemplazar, en la estructura poblacional, a su madre y su padre”, destaca el INEC.
La tasa bruta de natalidad se sitúa en 11,1 nacimientos por cada 1.000 habitantes en el 2020.
La tasa de mortalidad infantil (TMI) del 2020 registró una disminución de 3,1% con respecto a la del 2019, y se ubicó en 7,99 muertes por cada 1.000 nacidos vivos.
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En términos absolutos, de enero a diciembre ocurrieron 57.848 nacimientos y 462 muertes infantiles: 6.426 nacimientos y 68 muertes infantiles menos que en el 2019.
Por su parte, la tasa bruta de mortalidad registró 5,12 defunciones por cada 1.000 habitantes. Un año antes, ese indicador fue de 4,80 muertes por cada 1.000.
Por sexo, la tasa de mortalidad fue de 6 muertes por 1.000 en hombres (5 por 1.000 en el 2019), y en mujeres fue de 4 decesos por cada 1.000, la misma tasa que se registró un año antes.
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Otro indicador analizado por el INEC es el de mortalidad materna, que describe el total defunciones de mujeres antes, durante o después del parto, por cada 1.000 nacimientos.
En el 2020, la mortalidad materna registró 2,94 fallecimientos de mujeres por cada 1.000 nacimientos, una más que las registradas en el 2019.
El INEC calculó, además, la tasa de nupcialidad a partir de los certificados de matrimonio. Esa tasa se ubicó en 3,7 matrimonios por cada 1.000 habitantes.
En el caso de matrimonios civiles entre personas del mismo sexo, para este período 2020 se inscribieron 449; de estos, 264 fueron entre hombres y 185 entre mujeres.