Al personal de Anestesia del Hospital Max Peralta, de Cartago, solo le entregan una mascarilla por semana para protegerse durante los procedimientos que realizan.
Tampoco ahí hacen pruebas PCR periódicas a quienes laboran en las salas de operaciones, y menos a los pacientes que van a intervenir, con el fin de verificar que no haya infección por SARS-CoV-2, el coronavirus que produce la covid-19.
Estas son dos de las denuncias realizadas por la Unión Médica Nacional, tras la paralización de quirófanos en el hospital cartaginés, esta semana, por un brote de covid detectado entre trabajadores de ese servicio.
El sindicato médico asegura que la desprotección del personal habría detonado ese brote, que afecta, según ellos, a diez trabajadores. Hay otros cuatro en espera de confirmar si están contagiados, informó la organización.
“Se han minimizado las preocupaciones de los funcionarios. Hasta el momento, no se ha llevado registro de que el 100% del personal en riesgo se hisopara (todos los cirujanos de las diferentes especialidades, personal fijo de los tres turnos de enfermería, internos y residentes).
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“Dicho tamizaje se ha dejado a voluntad del funcionario”, reclamó Edwin Solano, presidente de la Unión Médica Nacional en un boletín enviado a los medios.
Según Solano, la prueba PCR no se le hace a pacientes quirúrgicos electivos ambulatorios. Esto, aseguró, expone al riesgo de infección al personal y a otros pacientes que comparten áreas en sala de operaciones y recuperación.
La directriz local, denunció el sindicato, establece que al paciente solo se le hará un cuestionario para detectar posibles contactos con casos positivos, “lo que es totalmente obsoleto en una zona de alerta naranja y con casos asintomáticos”.
La Nación envió consulta al Hospital Max Peralta desde la tarde del jueves 19 de agosto, pero al cierre de esta nota ni las autoridades médicas ni la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) habían reaccionado a las denuncias.
Este es el primer brote hospitalario desde que se inició la vacunación contra la covid-19, en diciembre.
Según informó en su momento el Max Peralta, todos los funcionarios infectados contaban con el esquema completo de vacunación, de dos dosis, y ninguno había requerido hospitalización. El aislamiento lo están cumpliendo en su casa.
La paralización de las cirugías, dejará a, al menos, 60 pacientes sin sus operaciones programadas. Estos procedimientos tendrán que volver a buscar espacio en agenda.
Lista de carencias
La Unión Médica, además, denuncia serios problemas de espacio en toda el área de operaciones. Este hospital, cuenta con ocho quirófanos.
“Las áreas comunes no cuentan con ventilación ni sistemas de extracción de aire; el único espacio de alimentación existente es muy pequeño y sin posibilidad de distanciamiento.
“Solo hay dos lavatorios para lavado de dientes e higiene bucal (con la aerolización que esto conlleva) y están ubicados en un pasillo que es área de paso común de todo el personal”, se quejó el sindicato.
En la lista de fallos, el sindicato iagregó que el servicio de Ginecología y Obstetricia estableció no hacer pruebas de PCR a pacientes ginecoobstétricas que van a cirugía o cesáreas, independientemente de si son pacientes electivas o de emergencia.
El sindicato solicitó la intervención del Ministerio de Salud para evaluar las condiciones laborales del personal de quirófanos, y pide a la CCSS ordenar que a todo paciente que se va a operar se le haga la prueba PCR.
Esa misma prueba, alegó, debería hacerse a todo el personal de sala y de recuperación.